Capítulo 24

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Después de algunas horas de viaje llegaron a finalmente a la casa privada de Aníbal, estacionaron y Cian fue escoltado hasta el interior por los guardias mientras Aníbal hacia unas llamadas. Cian observo que la casa era bastante moderna además de cara, podía ver 5 habitaciones y cuando su curiosidad por abrir una puerta surgió, Aníbal apareció en la entrada con una cara de pocos amigos, lo cual asusto a Cian de sobremanera al no saber la reacción que tendría ante su curiosidad.

-No pongas esa cara, vamos pregúntame algo-Aníbal sabia que la puerta que el omega estaba por abrir era la puerta que daba al patio trasero, por lo que supuso que querría escapar, así que con una señal discreta le dio a entender a sus guardias que vigilaran los alrededores.

-¿Podre ver a mi hermano señor?-Cian dijo lo primero que se le vino a la cabeza, se sentía muy nervioso e intimidado al tener un alpha de casi dos metro de altura a solo unos pocos pasos de él y sin tener a alguien que lo proteja.

-Solo cuando yo quiera podrás ir a verlo-Aníbal cerró la puerta principal con seguro y se desabrocho algunos botones de su camisa al igual que se quito su corbata, vio al omega de reojo y se sentó en su sillón favorito para tener una mejor vista del omega.

-Gracias-Cian sumisamente hiso una reverencia que sin darse cuenta dejo su cuello expuesto al alpha, quien al ver esa zona tan delicada y sensible sin marca inconsciente mente sus pupilas se dilataron y lamio su labio superior.

-Esta es mi casa-Aníbal extendió sus manos dando a entender SU territorio, el omega asintió ligeramente ya que se sentía incomodo, el nunca había estado tanto tiempo junto al alpha ni tampoco hablado tanto sin que le hiciera algo.

-Quien te dijo que entraras antes que yo, omega-Aníbal mostro una sonrisa burlona, mientras se cruzaba de brazos y mostraba su porte imponente, lo cual causo que el omega retrocediera así la puerta más cercana por seguridad.

-Tú te encargaras de la limpieza y la comida, a veces llegare tarde así que no me molestes, también llegare con compañía así que no quiero ver tu cara ni tampoco que te entrometas, también tienes prohibido ponerle seguro a la puerta de tu habitación o alguna otra, cuando salgas 2 guardias te escoltaran, no necesitas saber qué pasa si escapas, si me desobedeces tendrás un castigo y eso es no será todo-Aníbal explico sus reglas de forma firme y clara, no quería ningún error o desobediencia por parte del omega, Cian quien solo escuchaba y mantenía su vista en el suelo solo asentía sin rechistar una sola palabra.

-Ahora ve y prepárame la cena-Aníbal con un ademan envió al omega en dirección a la cocina para que se pusiera en marcha con su papel de sirviente.

Mientras Cian cocinaba, Aníbal realizaba llamadas y debes en cuando realizaba miradas furtivas así Cian quien no se daba cuente pero si las sentía, sobre todo cuando quedaba de espaldas al alpha y sentía que taladraban con la mirada su nuca, hasta que finalmente saco la carne del horno y se preparo una ensalada ligera para cenar el también, preparo la mesa y sirvió la comida del alpha, pero cuando estaba por poner su plato en la mesa un golpe sobre esta lo detuvo.

-¿Qué haces?, tu lugar es la cocina, no quiero que comas en mi mesa así que largo-Aníbal con el ceño fruncido y un aura hostil intimido lo suficiente al omega como para hacer una reverencio y salir prácticamente corriendo hasta la cocina donde pertenecía.

-Perdón-Cian se sentó en unas de las sillas de la cocina y comió solo sobre una encimera, se sentía débil y con unas inmensas ganas de llorar, pero fue lo suficientemente fuerte como para reprimirse y comer en silencio.

-¿Dónde estabas?, tienes que sacar los platos de la mesa-Aníbal se encontraba en la sala de estar revisando algunos informes en su laptop cuando descubrió que el omega no estaba en la cocina, si no que venia bajando del segundo piso cuando él no se había dado cuenta.

-Estaba buscando mi cuarto- temblando ligeramente Cian se acerco al alpha al ver se descubierto.

-Pero que idiota, aquí no hay sótano mi ático, tu habitación esta en el segundo piso segunda puerta a la derecha-Aníbal regreso su atención a su laptop para seguir con su trabajo, ya que se sentía hastiado por su trabajo y el omega que andaba por allí y por allá.

-Gracias-Cian hiso una reverencia, y al ser ya las 9 de la noche decidió ir a su habitación para descansar y no molesta r al alpha, pero el alpha predijo sus actos.

-Omega, quiero ron, dame un poco del mini bar-Aníbal pudo oler el nerviosismo del omega y por alguna razón sintió un escalofríos, y no uno común sino uno placentero, definitivamente el lazo estaba asiendo efecto.

-Esto es vodka estúpido, que no sabes leer- Aníbal observo el recorrido del omega hasta el mini bar, pudo ver su confusión al ver tantos tipos de licores pero pudo ver que estaba por servirle el equivocado.

-Perdón-Cian al sentirse observado se sentía aun mas nervioso, sentía que los ojos del alpha esperaban ver un error para insultarlo o pero castigarlo, además que no podía leer las etiquetas bien ya que se encontraban en otro idioma y el fuerte olor de estas al abrirlas un poco lo mareaba.

-Mejor cállate y lárgate a dormir, torpe-Aníbal decidió dejar al omega en paz, solo por hoy y regreso a sus documentos, mientras buscaba en la mesita de café una pequeña caja que contenía abanos.

-Buenas noches Señor-Cian hiso una reverencia y regreso las botellas a la misma posición y orden es que estaban y rápidamente se dirigió a las escaleras.

-Que inútil, no creí que fuera tan torpe-pero al ver que el omega pasaba por su lado no pudo evitar insultarlo por su inutilidad en cosas tan simples como licores, pero sintió un extraño sentimiento cuando de reojo pudo divisar sus acuosos ojos, sin previo aviso se abalanzo sobre el omega apresándolo entre la pared y su cuerpo, frente a frente y con luz pudo ver darse cuenta de su bello rostro y sus inocentes ojos mirándolo con un provocador miedo en sus bellos orbes azules.

El omega estaba inmóvil y aturdido por su rapidez, pero el alpha no lo pensó dos veces para que sus manos hicieran un recorrido hasta sus estrechas caderas donde masajeo suavemente por unos minutos, hasta que una mano se poso por debajo de su camisa hasta su pezón, en el cuan hiso círculos sobre su aureola mientras su otra mano apretujaba su cadera manteniéndolo quieto, se sentía abrumado por el aroma dulce del omega, quien gemía quedito mientras lo tocaba de forma firme pero suave.

-No-Cian estaba totalmente aturdido por la fuerza del alpha que hiso que su cabeza chocara contra la pared, pero que su cuerpo recibiera los toques de manera extremadamente sensible comenzaba a asustarlo más, no entendía el porqué su cuerpo reaccionaba al pervertido que tenia encima, pero no podía evitar gemir y sentir su tacto agradable sobre su ahora sensible piel.

Aníbal al escuchar la negativa del omega y comenzar a oponer resistencia, comenzó a tocarlo de forma brusca y cada vez ejerciendo más fuerza en su toque, el omega comenzaba a quejarse y oponer más resistencia, intentaba alejarlo, quería que él no lo tocara, lo rechazaba, fue entonces que surgió la ira y lo arrojo al sillón.

-Mientras vivas en mi casa, comas mi comida e incluso respires este aire me perteneces, eres uno de mis posesiones y mis posesiones no se pueden oponer a mí, aunque te niegues o lo evites, algún día tender tu cuerpo, mientras estés aquí algún día tomare posesión de tu virginidad al igual que tu vida y tu vientre, ese es tu destino, someterte a mi-el omega al escuchar esas palabras quedo en blanco, actitud que aprovecho el alpha para tocar a gusto.

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Me dolió tratar tan mal a Cian, pero bueno.❤❤❤

Espero que les guste y disfruten.❤❤

Besos y abrazos.❤

The tears of Blood and a pure heartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora