{4}.Empatía

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Edit: El poema aquí escrito no es propio pertenece a Beatriz Hernandez de su obra "A través del espejo"



Lux se sobresaltó por el brusco golpe que Darius había dado a la mesa. No pretendía irritarle, la poesía solía calmar a su hermano, más este hombre no se parecía en nada a él. ¿Cómo podía estar irritado con todos y con todo durante las veinticuatro horas del día? ¿Realmente se podía vivir así? La chica decidió no interferir en la huida del guerrero lejos de ella. Estaba claro que le molestaba. Así que después de ese violento corte dejó las cosas estar. Cerró el libro, cogió dos folios en blanco de la mesa del anfitrión, un bolígrafo y subió a su habitación a escribir dos cartas. La primera sería para Garen y la segunda sería una carta informativa para Jarvan III.

Antes de subir a su cuarto se fijó en el guerrero. Estaba en la cocina, parecía estar cocinando algo mas no quiso seguir mirándole pues temía que eso le irritara aún más. No estaba en su terreno, debía de cuidarse sola y, aunque el noxiano la había tomado bajo su responsabilidad no se fiaba lo más mínimo de él.

Antes de partir hacia Noxus la muchacha se había informado de los noxianos más sobresalientes del lugar. Recopiló toda la información que pudo para su viaje. De algunos encontró sumamente poco, como era el caso del viejo cuervo, pero en el caso de Darius, todo su historial era recopilado en Demacia. Era un hombre intrépido, sus tropas triunfaban lideradas por él donde quiera que fuere. No tenía misericordia alguna, pues no le importaba anciano, mujer o niño, si la orden era tomar un territorio éste lo tomaría a hendidura de hacha si hacía falta. Su niñez le resultó realmente lastimera a Lux, sobreviviendo con su hermano a cuestas, huérfano desde su infancia más tierna. La chica se sintió afortunada de tener a sus padres y a su hermano, pero a la vez se sentía egoísta por comparar su niñez con la del guerrero. Intentó empatizar, ¿cómo sería si ella hubiera pasado por lo mismo que pasó él?, y comprendió, nada le había dado la sociedad al fornido guerrero para sentirse feliz por las cosas que le rodeaban, su vida era supervivencia, su supervivencia se lograba mediante la fuerza, la fuerza se conseguía machacando lo débil. «Ojalá algún día cambie su pensamiento, ojalá algún día ese hombre encuentre la paz y la felicidad y vea lo bello que es vivir, lo bella que es la vida pensó» Luxanna.

Estando en su habitación escribió primero la carta para Jarvan, al ser meramente informativa no le tomó mucho tiempo. Decía así:

Carta a S.M el Rey de Demacia

Señor Jarvan III.

Su Majestad:

Me dirijo a usted para infórmarle que las cosas en Noxus están bien.

Voy a explayarme un poco, pues a mi considerar la situación lo requiere:

He de quedarme cuatro días más en la ciudad, pues parece ser que el pacto que habíamos convenido no era sabido por el embajador puesto al cargo.

Me han informado que Swain, El General del Alto Mando Noxiano, estará de regreso para entonces, informándosele de una reunión urgente conmigo. Espero poder cumplir con su misión y firmar la tan ansiada paz que llevamos buscando tras tantos años de guerra.

En cuanto tenga más noticias enviaré otra carta urgente a Su Majestad.

Atentamente

Luxanna Crownguard.

Cuando terminó dejó la carta a un lado, y se dispuso a escribir a Garen. Cerró los ojos pensando qué decirle, pero no tardó mucho pues las palabras surgieron por sí solas:

Lux Aeterna{#1} Darius x Lux |Ángeles y maldiciones|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora