Capitulo 5°

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El día esperado llegó.

A decir verdad, Cole no pudo mantenerse tranquilo desde que vio a Jay en aquella cafetería y el fin de semana fue un caos. Tenía que causar una buena impresión si realmente quería agradarle al castaño aunque todavía no se explicaba el porqué actuaba de ese modo. Nunca antes había pasado por esto y  le resultaba extraño viniendo de él.

No quiso decírselo a Kai, sabía perfectamente que su amigo comenzaría a molestarlo y a decir que no se apresure a criticar. De todos modos lo haría, solo que por ahora no era el momento indicado.

Después de tomar una ducha el moreno procede a vestirse, para esta ocasión decide ponerse unos pantalones negros y una manga larga del mismo color junto con un saco de tono café y los zapatos hicieron juego con el último traje.

Al colocarse la correa escucha el sonido de su celular el cual yacía sobre la cómoda de su habitación.

Cuando vio el nombre de la llamada contestó al instante.

— Hola Cole, lamento llamarte tan repentinamente — Habló Jay desde la otra línea.

— No, no estaba por salir de mi casa ¿Qué sucede?

— Se me hizo un poco tarde para regresar a mi departamento — Se rio tras comentar lo que pasó — Se que no debería pedirte esto pero ¿Podrías pasar por mi? No quisiera tener que hacerte esperar mucho tiempo.

Por un momento creyó que cancelaría.

— En este caso pasare por ti dentro de un rato ¿Cuál es tu dirección?

El castaño le dio los datos necesarios para que Cole pudiese llegar a tiempo.

— Bueno, le diré a la recepcionista que te deje subir. Solo no olvides tu tarjeta de identidad.

Después de la llamada el azabache sale de su casa y asegura la puerta. Le dice a sus vigilantes que saldrá por un momento y estos le aseguraron de que todo estaría bajo control. Cole subió a su auto y prendió el motor, emprendiendo rumbo a su siguiente destino.

******

Tras estacionar su coche, le dio un vistazo al lugar. El edificio contaba con cinco pisos y la entrada estaba vigilada por dos guardias.

Los dos hombres lo dejaron entrar cuando Cole les enseñó su tarjeta de identidad al igual que la recepcionista. Subió al ascensor y apretó el botón con el número tres donde vivía el castaño. A medida que pasaba los minutos sus nervios poco a poco lo invadían. No sabía exactamente de qué hablarle y francamente hacia mucho que no había salido con alguien. Siempre había priorizado su trabajo por sobre todo y nunca se dio el tiempo de relajarse y darse cuenta de que la vida no solo implica una cosa.

Ni siquiera cuando era joven, su meta era obtener buenas notas si quería obtener grandes oportunidades y en casa su padre siempre lo atormentaba con muchas responsabilidades. Cuando su madre murió tras cumplir los quince años de edad las cosas se tornaron peor de lo que pensaba, su padre había adquirido un carácter bastante tedioso, más exigente y cada día menos comprensivo con él.

La relación con su progenitor no era la mejor de todas. Es por eso que pocas veces lo visitaba.

Un pequeño sonido le avisó a Cole que ya había llegado al piso indicado. Las puertas del ascensor se abren de par en par, el azabache salió de ahí y busco la puerta con el número cuarenta y seis enmarcado en ella.

Al encontrarlo se detuvo a pensar un momento, quizá se le olvidó echarse perfume o olía demasiado a este. Tras oler su abrigo se dio cuenta de que a penas se notaba la fragancia, hasta pensó que haber hecho esto fue algo innecesario.

Mi Secretario (Ninjago) [Finalizado]  Where stories live. Discover now