Capitulo 2°

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La alarma suena a las seis de la mañana con treinta minutos, aquel joven de cabellos rubios alza la mano en busca de aquel reloj que había interferido en su más acogedor sueño. Tras apagar la molesta alarma se sienta al borde de la cama y comenzó a estirar sus brazos mientras bostezaba, aún con la mirada somnolienta se coloca las pantuflas, se puso de pie y camino hacia la ventana para poder abrir la cortina. El cielo estaba nublado y hacia un poco de frío, tras observar unos cuantos autos pasar y a las personas que transitaban las calles, Lloyd decide deslizar la cortina y sopló al sentir como el viento estremecía la piel expuesta de su cuello.

Dejó la ropa que usaría sobre la cama y se dispuso a entrar al baño para tomar una ducha, por suerte contaba con agua tibia.

Al pasar quince minutos aproximadamente, Lloyd salió con una bata puesta y antes de poder vestirse recibe una llamada. Cogio el celular que se encuentraba sobre la mesita de noche y al reconocer el número contestó.

— Hola mamá — Saludo el joven de ojos color verde y una sonrisa nació de sus labios.

— Cielo, que gusto que contestaras, creí que aún seguías durmiendo — Contestó la mujer un poco apenada.

— No te preocupes, desperté hace hace veinte minutos... — Dijo dándole poca importancia y nuevamente se sentó en la cama —... ¿Cómo pasaste el fin de semana? Estoy feliz de que hayas regresado, te extrañé.

— Yo también hijo, por suerte era la última exhibición y al fin podré descansar. No fue difícil volver a restablecerme — Le comentó — por cierto, sobre el trabajo que me contaste ¿Te aceptaron o no?

Lloyd río en voz baja ante la pregunta, su madre a veces se le olvidaban algunas cosas, por suerte aún recuerda las fechas de cumpleaños.

— Si mamá, de hecho ya estaba por alistarme. Debo estar ahí a las ocho.

— Entonces te llamaré después hijo, no quiero que llegues tarde. Estaría encantada si pasas a visitarme en uno de estos días — Agregó Misako.

— Lo haré, adiós mamá.

Tras un pequeño intercambio de palabras la llamada finalizó. Lloyd dejó a un lado el celular y se vistió. Una camisa blanca, pantalones y zapatos de vestir color negro. Por último una corbata de color vino.

*****

Entró a la cocina y abrió la refrigeradora para sacar una botella de yogur de vainilla. Lo dejo en la mesa y fue a buscar el cereal que estaba en el estante. Antes de poder servirse se fijo en la hora, eran recién las siete de la mañana con quince minutos. De hecho vivir en el centro de la ciudad era una ventaja, la empresa en donde trabajaría no quedaba del todo lejos.

No tardo mucho en comer su desayuno, habría preparado algo mejor si no se hubiese olvidado hacer las compras que usualmente lo programaba los fines de semana. Su padre por desgracia había fallecido dos años atrás en un accidente, la carretera donde él manejaba su auto estaba bastante húmeda debido a las lluvias y no pudo frenar a tiempo cuando logró visualizar otro auto que iba a toda velocidad. Su mundo se vio de cabeza desde aquel entonces y estuvo muy deprimido durante muchos meses hasta que logró pensar las cosas con claridad, su padre ni habría querido que se echase al abandono. Tenía que continuar y por suerte, su padre les había dejado a él y a su madre una buena cantidad de dinero para poder sustentarse. Al pasar dos años pudo terminar su carrera y se graduó a los 24 años de edad. A pesar de haber obtenido buenas notas Lloyd no estaba del todo seguro si encontraría un trabajo en menos de un mes, la competencia por un puesto de trabajo era sumamente demandante y tenía que ser muy hábil. Uno de sus profesores le comentó que tenía un viejo amigo que trabajaba para una prestigiosa empresa y que ahora necetaban de un personal en el área de secretaria.

Mi Secretario (Ninjago) [Finalizado]  On viuen les histories. Descobreix ara