Capítulo 5: Cariño de amigos, sinónimo de necesidad.

292 32 0
                                    

— Y habiendo así culminado esta bella ceremonia, os declaro en santo matrimonio.— dio por terminado el sacerdote, haciendo la señal de la cruz antes de despedirse.


Los invitados agasajaron el momento de la bella pareja, mientras ellos lo finalizaban con un casto beso en los labios; para Baekhyun el día no pudo ser más perfecto que aquello. Pues todos parecían felices.


— ¡Yah!— intervino Chanyeol acercándose de a pocos con los brazos cruzados.— Guárdense eso para la luna de miel.— intentó disimular su notable estado de ánimo. 


— ¡Yeol!— expresó animado Baekhyun.— Pensé que no vendrías.— expresó dándole un inesperado abrazo.


— ¡Vaya! Baek te ha echado de menos.— dijo Taewoo sonriente.


— Hey Tae, cuida mucho de Baekkie; es mi mejor amigo, así que si le haces llorar, te voy a golpear.— bromeó Chanyeol mientras estrujaba al pequeño chico de traje color perla en sus brazos.


— Jamás lo haría llorar, él es perfecto, sería un estúpido si lo dejara ir.


Kasper observó a su ahora esposo con la misma mirada que solía dedicarle en la secundaria, aquella que transmitía un amor puro, y un romance digno de la pantalla grande. Y aunque Chanyeol admitió sentirse un poco celoso; ya sea porque a sus veinticinco años seguía aún soltero, o porque estaba tan apegado a Baekhyun que temía perder su cariño con el tiempo, no planeaba compartir a su mejor amigo con alguien más.


— Tampoco es para tanto, Kasper.— dijo entre dientes.


— No estés celoso Yeol.— añadió dando una carcajada y golpeándole el hombro a Chanyeol.


— ¿Celoso yo? ¡Ja! Por favor Tae.


— No seas ridículo esposito mío. Él y yo solo somos buenos amigos de secundaria ¿verdad Yeol?


Y por un momento algo se quebró dentro de Chanyeol. 


Era raro, demasiado para especificar. Algo así como una mezcla de dos sentimientos; el odio hacia el ahora esposo de Baekyun, y el cariño indescriptible que poseía hacia dicho chico. Desde un comienzo no sabía qué era aquello que sentía, pues pensó que era algo normal. Aparte no quería sonar dramático, y fue así como decidió guardárselo para él solo, pero ahora aquél sentimiento lo estaba fastidiando, y juraba que en cualquier momento iba a explotar.


— Baekhyun, puedes... Ya sabes.— avisó en un susurro moviendo su cabeza hacia la salida de la iglesia.


— Ya sé que te incomoda mi presencia, no tienes que llevarte a mi esposo a otra parte. Me voy, nos vemos en casa pequeño.— y dio un beso apasionado a Baekhyun.


Chanyeol volvió a fruncir el ceño en señal de fastidio y vio al tipo irse con una sonrisa de lado en el rostro, como si estuviera jugando con él, era realmente amargo verlo lograr su cometido.

Castidad arruinadaWhere stories live. Discover now