capítulo nueve

111 15 11
                                    

Voy dando saltitos mientras camino por la acera. Una calificación perfecta en la tarea del señor Mair (que yoongi habia hecho). Por un lado me sentía totalmente mediocre, porque yo no aporte casi nada a esa composición. Pero por el otro, mi cuerpo se lleno de alivio; ya no tenía que preocuparme por eso mas.

Ladee mi cabeza y lance un suspiro sonoro. Me sentía como una maldita bipolar, ya estaba otra vez pensando cosas depresivas. Que si era una buena para nada, maldita floja. 

No quería pensar en eso. Corrí un poco hacia la salida, y me encontré sorprendida de ver a un Yoongi apoyado de un poste de luz. No tengo ni idea de como el sabe a que hora salgo yo, así que me sobresalte un poco al verlo. Me acerque a el, sin embargo.

Se dio cuenta de mi presencia muy rápido  (es especialmente sensitivo, me he dado cuenta). Movió la cabeza hacia mi silueta en forma de saludo, se volteo y comenzó a caminar. Decidí seguirlo, pero luego de un momento, su paso se ralentizo y yo me adelante, así llevándonos por el asfalto.

Llegamos al frente de esas cafeterías con aspecto minimalista de Seúl. Yoongi decidió abrir la puerta, pero cuando yo iba a pasar, ya estaba cerrada. Me ignoraba y pasaba totalmente de mi, pero supongo que de esa forma es su personalidad, cuya cosa debería mejorar (en serio). 

Cuando entré, el ya estaba sentado en una mesa. Pase al mostrador y pedí dos cafés: un bombón de tamaño pequeño (para mi), y un capuccino de tamaño extra grande (para él). 

Pero enserio, estos cafés eran enormes. Creo que son del tamaño de una jarra para jugo pequeña. Aunque, el dijo que quería uno bastante mayúsculo. Y este, definitivamente, era de un tamaño considerable. 

  —Son  28.048 wons.

Mis ojos se abrieron un poco. Si, su tamaño era considerable, pero su precio también. 23.000 wons, por un café capuccino. Un capuccino. Suspire un poco, ya que mi cartera se esta quedando corta y no he tenido mucho dinero estos días. O mas bien, desde que mi tía se fue de la casa, Seokjin no ha mandado nada a mi cuenta, así que debería llamarlo. 

Entregue los billetes, casi con dolor. Tome los vasos y me dirigí hacia Yoongi con una mirada entre ''idiota, prácticamente te robaste todo mi dinero'' y ''te amo, eres mi salvador''.

Bah, que importa. Ya me las pagara, desembuchando. Porque créanme, tengo preguntas que necesitan respuesta. 

  —Aquí tienes, oh mi salvador. Cumplí mi promesa— abrí mi boca entonando de manera sarcástica.

  —Pues si que tienes razón, soy tu salvador. Ya, dame mi café— hablo con tono fastidiado (como siempre).

Cuando alce mi mano, con el café casi cayéndose (ya que era demasiado grande para mis pobres y cortos dedos) el alzo una ceja. Seguramente esta pensando que soy una loca por haberme tomado tan literalmente lo de enorme. Sin embargo, tomo el vaso de mi mano sin rechistar y comenzó a beber. 

Me di el placer de sentarme al frente. Lo observe un poco. Tiene una maldita piel de bebe y una cara exageradamente pequeña. Es mas bonito que yo, y eso que soy una chica. 

Aun así, no puedo dejar que su apariencia es intimidante. Baje mi vista a sus manos, una la cual se encontraba en la mesa. Son grandes y venosas, como las de un pianista. 

El pensamiento paso por mi cabeza, tal vez toca el piano. Pero, siguen siendo muy bonitas y cuidadas. Las mías, por su parte, con las uñas destrozadas y las puntas de mis dedos tienen cayos.

 Sorbí un poco de mi café. El sabor entre dulce y amargo se mezclo rápidamente en mi paladar.  El estaba en total silencio, concentrado bebiendo.

Es la hora de sacarme de dudas.

 —Oye, yoongi— me dio una mirada fugaz— dime, ¿porque Jungkook tiene una mansión? ¿es rico? 

  —¿Que ocurre con eso? ¿Acaso quieres ser su novia para sacarle dinero?— rodé los ojos al cielo—ese niño no es rico. Sus papas lo son.

—Que fuerte. Y yo que creía que era un vagabundo drogadicto sin hogar— el me miro un poco confundido.

Ahora que lo pienso, yo también podría ser una drogadicta desequilibrada. Dejo a la gente entrar a mi casa sin conocerla, y duermo con varios chicos en la misma cama. Estoy demente. Oh dios,  a donde se ha ido mi razonamiento?

  —¿Dices por la pelea del otro día? Eso fue porque su novia lo engaño con ese tipo. Una rara historia, que me da mucha flojera contar.

  —Voy a optar por creerte, supongo— dí otro sorbo mas largo a mi café, ya que se estaba enfriando—tus manos son lindas.

  —Hm. Gracias, supongo— sonrió de medio lado— tu altura gigantesca también es linda—menciono con un tono burlesco. Yo por mi parte, fruncí el ceño.

—Calla, que no es mi culpa que tu hormona del crecimiento no se desarrollara adecuadamente. Pero tranquilo, no te juzgo por eso— me rió un poco.

—Dile eso a tus piernas de palo. Pero tampoco te juzgo, tranquila. Se que nadie es perfecto— sonrió, y sus ojos se achinaron un poco—excepto yo, obviamente.

  —Mira quien habla. Tienes la piel tan blanca que te pareces a Blancanieves. Y lo peor, es que queda al talle con tu personalidad de princesita, son idénticas.— levante una ceja mientras colocaba mi hombro en la mesa, de forma que quedaba mas cerca de el. Soltó una carcajada.

  —Que te den, Hee Sook— trato de verse serio otra vez, pero estaba segura de que este juego le divertía.

  —Mejor ven y dame tu— hable levantando y bajando las cejas.

El se vio sorprendido por un momento. Yo tampoco podía creer que eso hubiera salido de mi boca. Impresionante mente; lo que hizo fue reírse por un buen rato. Me uní a su risa.

Cuando logramos tranquilizarnos, el me vio como mostrando su interés. Eso me hizo un poco feliz. Y al mismo tiempo me asusto.

¿Que tal si en realidad usaba su fachada bonita como disfraz a su personalidad sádica, y es un homicida que me quiere violar?

Muchos dramas de misterio, Sook.

  —No eres tan de la mierda como pensaba— se dirigió a mi de forma mas amistosa.

  —Y tu sí eres tan borde como yo creí.

—No eres la primera—de un momento a otro, se pero de la mesa. Ya su café había terminado— Dame tu numero, Jungkook lo quiere.

Me apresure a escribir mi numero en un pedazo de servilleta. Se lo entregue, y roce su mano.Un poco de electricidad paso. Y pues, como soy mojigata (a medias) la verdad es que esta vez, si me sonroje.

Salimos los dos, y cada quien siguió su camino.

Espera. ¿Como maldiciones se logro tomar todo ese vaso tan rápido?

*~*~

he vuelto desde el mundo de los muertos para desearles un feliz no suspendan los exámenes.

y pues eso

me largo

bays

Divina 

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Divina 

je

Whalien 52; suga btsWhere stories live. Discover now