capitulo ocho

135 14 2
                                    

Miro al techo, pensando en muchas cosas. Tengo a 4  borrachos y un niño durmiente alrededor mio; yo misma me pregunto como fue que termine así. Y es increíble lo rápido que el alcohol entro en su sistema y los hizo caer de manera directa y sin dejarles luchar. 

Me siento incomoda, así que quito la pierna de Hoseok de encima de mi barriga, y la cabeza de Yoongi de encima de mis piernas.  Poco a poco me arrastro hacia afuera de la cama, caigo sentada en el piso del cuarto. Terriblemente frío.

Ahora que caigo en cuenta estoy en una habitación con 5 hombres adultos, a los cuales dos de ellos solo conozco desde hace unas horas. Que ocurre conmigo? No debería confiar en ellos de esta forma. Tal vez fue aquel sentimiento cálido que me abrazo en el momento donde se supone que debí repelerlos. 

El punto es que, necesito me irme de aquí. Mi conciencia recobro su sentido que al parecer había estado soñando desde que me subí a aquel auto color blanco. Mis instintos se alertaron; y me hicieron ver a esos hombres-niños que dormían inocentemente (aunque quien sabe, podrían estar teniendo un sueño húmedo) como una amenaza. Ahí mismo, recordé mi nuevo violín y mi mochila, que estaban dentro de aquel ultimo modelo.

  —Maldición— Musite para mi misma—A ver, el niño rico es Jungkook; por lo cual tal vez el auto sea de él...— susurre para mi misma en un intento para despertar mi mente completamente.

Me moví rápido hacia él, deslizándome  en oscuridad profunda que reinaba en aquel lugar sin ventanas. Comencé a revisar sus bolsillos en busca de aquel objeto, sin resultado. Al volver al piso, con cuidado de no pisar a Taehyung; pude ver algo pequeño que emitía luminiscencia en la estantería de vidrio.

Lo tengo.

Con la llave en manos baje por las largas y bellas escaleras, pasando por una multitud de personas tiradas en el suelo y un camino pegajoso; dios sabrá porque. No me costo mucho abrir la camioneta al llegar afuera, tome mis cosas y partí. Sin embargo mi cabeza aun estaba embriagada  por el dulce olor que emitía el cuerpo de el violín, y logro ignorar algo muy importante. Me lleve las llaves.

*~*~

No. Esto no sirve. Nada de lo que estoy haciendo sirve.

Me vi a mi misma trasnochandome durante las siguientes semanas si seguía de esta forma. Jodida inspiración, a donde te me haz ido. Mi mente esta en blanco, justo en un momento como este.

Había olvidado completamente la tarea de aquel profesor de apellido Mair, que me consideraba no solo una vaga, sino también una mala artista. Ahora me encuentro volviéndome loca porque solo tengo 30 minutos para componer una pequeña pieza. Y todo es culpa mía, por dejarme llevar de la flojera.

Desde ahora; ya no hablare mas con ninguno de esos chicos. Luego de aquel día, ellos habían estado buscándome. Pero decidí alejarme, porque ellos me hacían sentir cálida. Y eso me distraía de mi objetivo.

Pero al parecer la suerte siempre esta contra mi, porque Min Yoongi caminaba a mi dirección. Primero me encontré internamente algo sorprendida de que el caminara con tanta libertad en este lugar. Luego borre ese sentimiento, debido a que era muy posible que el también estudiara aquí; y que yo nunca lo hubiera notado. Simplemente me podía pasar por delante y yo estaría enfocada en mis pensamientos.

 Sin embargo, apenas lo había visto y ya no podía quitar mi vista de el. Ahora tenia el pelo negro, creo que de tanto tintarse el pelo se podría quedar calvo un día de estos. 

Quitando a un lado mis quejas, parecía una pintura. Una obra de arte, como siempre digo. Y es que me sorprendía lo maravillosas que podían llegar a ser algunas personas. No solo por fuera, sino también por dentro. Ese tipo de personas que no solo tienen belleza, cuando las vez sientes que tu corazón late y brillan en la multitud. Tienen un aura especial.

Whalien 52; suga btsWhere stories live. Discover now