Instintos paternos de un dragón y nuevas sorpresas

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Antes de empezar diré que este capítulo les va a gustar y mucho eso es todo sin mas empecemos.

Hyoudou Issei era abrazado por una pequeña rubia que mostraba una gran sonrisa al estar abrazando al Sekiryuutei quien jo era nadie las que su padre quien no a visto en casi un año siendo que ella quería el cariño de su padre.

Aunque Issei también estaba feliz de tener a su hija con el y mas al ver que una de sus dos esposas también estaba con el aunque el no sabia el porque era que ellas dos estaban allí.

Yasaka decirme porque están aquí? – pregunto algo nervioso al castaño –

Penemue parece que al fin te quito el castigo después de aquel incidente – dijo la rubia sonriendo – o es que ya no me quieres a mi ni a tu hija?.

Para nada yo siempre te amare así como amare a mi pequeña Kunou – dijo el castaño abrazando a la pequeña rubia la cual se siente aun mas feliz al sentir el cálido abrazo de su padre –

Papa – dijo la pequeña rubia sonriendo –

Oye Sekiryuutei decirnos en verdad ella es tu esposa y tu hija? – dijo el albino incrédulo – osea tu el que se sentía superior e intento intimidarme tiene una familia? Que patético.

Que haz dicho? – dijo el castaño molesto – acaso haz dicho que mi Yasaka y Kunou son patéticas?.

Si es que haz entendido – dijo el albino sonriendo –

Oye si quieres seguir viviendo sera mejor que aprendas a guardar silencio – dijo el castaño tomando del cuello de la camisa al albino para levantarlo mientras que con su otro brazo cargaba a Kunou – así que haz captado?.

Si lo que quieras – dijo el albino serio –

Yasaka es cierto que Penemue me quito el castigo – dijo el castaño cambiando el tema mientras en su rostro había una sonrisa –

Así es dijo que con casi un año de no poder ver a Kunou era suficiente y te levantó el castigo – dijo la rubia sonriendo –

Entonces – dijo el castaño con aún mas grande sonrisa –

Así es ya puedes abrazar a Kunou como lo hacías antes – dijo la rubia sonriendo –

Al fin Kunou al fin te puedo abrazar como quería – dijo el castaño abrazando con mas fuerza a la pequeña rubia –

Papa – dijo la rubia sonriendo al sentir aun mas afectó amoroso de su padre –

Vaya enserio que si la extrañas Issei – dijo el Cadre Azazel atrás del castaño –

Así es – dijo el castaño molesto – después de todo es tu culpa que no haya podido ver a mi pequeña Kunou durante todo este tiempo.

Vamos Issei sabes que eso fue un accidente y no fue mi culpa – dijo el pelinegro nervioso –

No importa – dijo el castaño molesto –

Papa – dijo la pequeña rubia jalando la camisa del castaño haciendo que el le preste atención –

Anata parece que Kunou quiere jugar contigo – dijo la rubia sonriendo –

Así que mi Kunou quiere jugar – dijo el castaño sonriendo mientras acariciaba la cabeza de la pequeña rubia –

Jugar – dijo la pequeña rubia sonriendo –

Muy bien jugaremos Kunou – dijo el castaño sonriendo – pero antes de nada un pequeño regalo.

Diciendo eso Issei en su mano izquierda aparece un pequeño dragón rojo del tamaño suficiente como para que la pequeña Kunou pueda tomarlo.

Si lo mantienes contigo siempre te ayudare mi pequeña – dijo el castaño abrazando a la pequeña –

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