- Tengo una gran noticia, Kyle! - dijo la tía Samantha.
(...)
Soy Kyle White Bubassi, hijo de los grandes Alfas Elizabeth y Kyle, perdí a mis padres y hermanas hace nueve años en Italia, por lo qué tuve qué huir a América en busca del tío Ashton.
Pe...
Doy un salto de la cama y caigo estrépitosamente de cara al suelo por la alarma qué suena a gran volúmen, me levanto un poco aturdido y molesto conmigo mismo por hacer dejado ése volúmen en el despertador. Mí rostro cambia al recordar qué hoy, según Aska es el día en qué me ayudarán a surgir a mí lobo, por lo cuál me siento motivado, ansioso y con miedo a la vez, luego siento arcadas.
- ¡Carajo! - mascullo, no entendiendo como alguién puede experimentar tantas emociones a la vez - me sudan la manos - me digo al sentir lo húmedas qué están, estoy muy nervioso.
Sín perder más tiempo entro al cuatro de baño, deshaciendome de mí ropa hasta quedar totalmente desnudo, me adentro a la ducha y girando la llave dejo qué la lluvia artificial limpié mí cuerpo y relajandolo a la vez qué tallo mí pecho; al terminar tomo una toalla y la enrollo alrededor de mí cintura para luego tomar la ropa y depositarla a un cesto.
Tomo el pomo de la puerta y abro la puerta - Hola Kyle - mí cuerpo se tensa al encontrar frente a mí a Aska, por inercia llevo mí mano derecha a sostener la toalla firmemente, Aska al ver mí acción enarca una ceja socorronamente - ¿acaso creés qué te he venido a violar Kyle? - pregunta divertida a lo qué niego evitando hablar porqué estoy seguro qué el nudo qué se mé ha formado en la garganta no mé dejará encontar mí voz - ¿sabés porqué? - vuelve a preguntar.
- Porqu.. - paro mí hablar cuando Aska se me acerca peligrosamente, a solo centímetros de qué nuestros labios hagan contacto.
- Porqué serás TÚ, quién me lo pida - abro los ojos como platos cuando ella pasa su caliente lengua por mí mejilla hasta depositar un beso en la comisura de mis labios - me voy, tu mate viene hacía acá - anuncia para salir rápidamente de mí habitación dejándome perplejo y... ansioso.
***
Entro en la cocina extrañado porquè no hay nadie en la mansión, literalmente, no hay nadie en la mansión,ya he buscado en cada rincón, ni siquiera Aska qué salió casí corriendo de la habitación asì como Jade, qué según Aska se dirigía a mí habitación.
Un fuerte rugido qué eriza mí piel, se hace escuchar desde él campo de entrenamiento, a paso rápido me dirijo a la parte trasera de la mansión, al abrir la puerta y fijarme bién mís ojos se me abren como platos al ver lo qué sucede a unos doscientos metros de mí, mamá.
- Mamá - susurro al ver a mí madre en su forma lobuna peleando contra un vampiro, ella da zarpazos intentado con sus garras destrozar al vampiro - Algo no está bién - pienso, y lo confirmo al darme cuenta de como cojea de su pata delantera derecha.
Volteó a ver a todos lados, pero no hay nadie qué pueda ayudarla, un chillido dé dolor regresa mi atención a mamá.
Mí corazón estruja al ver como el vampiro de un fuerte puñetazo lanza a mamá a unos cinco metro en el aire hasta caer estrepitosamente en el suelo. No me lo pienso dos veces más y corro en su dirección no importandome qué para el vampiro no soy un oponente contra su fuerza y agilidad, aún así obligo a mís piernas a correr a todo lo qué puedo.
- ¡No! - grito al ver como el vampiro llega a gran velocidad hasta mamá, apreto los puños cuando el enojo y la impotencia de no poder correr más e impedir qué ese puto vampiro hiera más a mí madre.
Paro abruptamente al ver como el vampiro saca una daga de color azúl, mí respiración se vuelve errática mientras apreto los puños.
- Mama...
Cuándo veo como el vampiro baja la daga al pecho de mamá, cierro los ojos fuertemente, rogando para qué esto sea qué es una maldita pesadilla, de qué ésto no es real, de qué no pude ayudar a mamá y qué la deje morir.
Un sonido seco y fuerte, hace qué abra los ojos, pero me cuesta ver lo qué pasa, todo lo veo rojo, un poderso rugido y gutural se escucha por todo el lugar es tan fuerte qué me hace temblar del miedo.
Pero al fin logro recuperar mí vista, mí respiración se corta, todo mí cuerpo se paraliza, al ver al vampiro muy mal herido con su brazo derecho desgarrado, mutilado de su cuerpo, abro los ojos más no poder, al ver qué lobo tiene en sus fauces el brazo del vampiro.
És él.
- Papá
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