22. "20 de abril": día del baile de primavera.

Start from the beginning
                                    

Mis ojos se abrieron de par en par.

–Pe-pero, ¿qué? –mi confusión no se hizo tardar.

–Hace un año, dije que lograría llevarte al baile. –comenzó. –Estoy aquí cumpliendo lo que dije.

En este momento, mis ojos debían estar a punto de salirse de sus orbitas.

–Pero no puedes, tú ya habías invitado a alguien más, yo lo vi todo. –comenté, negando reiteradas veces con mi cabeza.

Rio.

– ¿En serios creíste que preferiría ir al baile con Melany envés de contigo? –preguntó, y negó con la cabeza para él mismo. –No, Isabel, jamás te cambiaría, ni por ella, ni por nadie.

Mi boca cayó en picadillo.

Debía de estar jodiéndome.

Esto no podía ser cierto.

Entonces, sin previo aviso, mi puño se clavó en su pómulo derecho, tomándolo completamente por sorpresa, y haciendo que Zack soltara un grito de dolor.

– ¿Qué te pasa? –se quejó, acariciando la zona afectada.

– ¡¿Que qué me pasa?! ¡¿QUÉ TE PASA A TI?! –bramé, haciendo que quedara estupefacto, y me mirara confundido. – ¡¿Quién te crees, eh?! Te has comportado como un imbécil este último tiempo, ¿y ahora llegas a mi casa, con un maldito esmoquin puesto, invitándome al baile, como si fueses un príncipe azul? ¡No me jodas! ¿Sabes cuántas jodidas veces me he partido el cráneo pensando qué mierda te pasaba? ¡¿Sabes cuántas?! –pregunté, él me miraba atento, había palidecido un poco, y parecía algo confundido. –Y de paso, vienes y hace unos días, invitas a la perra de Melany al baile frente a mis narices, ¡y la besas!, eres un jodido psicópata, ¿qué demonios pasaba contigo, eh? ¡Contesta, maldita sea!

– ¡Maldición, Isabel! –explotó, sus ojos lucían arder en llamas. – ¿Realmente quieres saber qué pasa? Pues, ¡bien! ¿Sabes cómo me sentí cuando te vi con ese tipo en el pasillo del instituto? ¡Tenía unas ganas inmensas de arrancarle los brazos, para que te los quitara de encima! No soporto la idea de verte con alguien más, joder. ¿Y cuándo dijiste que no éramos absolutamente nada? ¡Eso fue peor que recibir una puñalada! ¡Me sentí jodidamente miserable en ese momento! –prosiguió. –Me sentí... traicionado, herido, dolió como no tienes una idea. –bajó su voz. –No sabía qué hacer, quería romper todo lo que se me cruzara en medio, y sobre todo, quería partirle la cara al idiota que te sacó del instituto ese día, pasé toda la tarde viniendo a verte a casa, tu amigo Matt también estaba preocupado, y ambos nos quedamos como unos ciervos esperando tu llegada, ¿y sabes por qué lo hice? ¡Porque me preocupo por ti, demonios!

Sus palabras me cayeron como un cubo de agua fría, no sabía qué decirle, por primera vez me había dejado sin habla.

¿Qué había sido todo eso?

¿Y por qué mi corazón se había acelerado a medida que avanzaba su discurso?

No, yo no podía tener sentimientos hacia Zack.

¡Eso era cosa del demonio!

¿O tal vez no?

¿Por qué me sentía enternecida de momento?

¿Por qué ponía una mano en su hombro?

¿Por qué le estaba correspondiendo el abrazo?

Reacciona, Isabel. Me dije a mí misma.

– ¿Todo fue por mi salida con James? –pregunté, separándome de él.

Arrugó la cara con asco ante la mención de su nombre.

Insoportable [Sin editar]Where stories live. Discover now