21. Y más sorpresas a la vida de Isabel.

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Acepté su ayuda, ya que de lo contrario, terminaría en la cárcel por asesinato.

Oh... si las miradas matasen...

En este instante, él y su zorra estarían bajo tierra.

¿Por qué me alteraba tanto?

La respuesta, esta vez, estaba clara: porque el muy hijo de puta se la ha pasado actuando como un imbécil estos días, y ahora llega a actuar de lo más normal con mi archienemiga a muerte.

Sí, creo que esa es una razón lo suficientemente razonable.

¿Y no habrá otras razones ocultas?

¿Por qué siempre apareces en situaciones que involucran a Cleveland? Le pregunté a mi voz interior, jamás aparecía cuando estaba sola, ni tampoco cuando no estaba con el estúpido gilipollas de Zack.

No me dio respuestas, y por primera vez, se quedó callada voluntariamente.

¿Se quedó callada? Pensé para mí misma. Realmente tengo graves problemas mentales, debería considerar la idea de ir a un psicólogo, o internarme en un manicomio.

James me tomó por la cintura, haciéndome volver a la realidad.

Me giré hacia él, en tiempo record.

Había olvidado por completo que él se encontraba ahí conmigo, y que seguíamos frente a mi casa.

Yo miré su mano, que aún se hallaba en mi cintura, y levanté mi vista hacia él, enmarcando una ceja.

Él se limitó a sonreír misteriosamente, y guiñarme un ojo.

Supongo que parecía una boba mirando con odio hacia mi "vecino", y su "compañera".

–Vamos. –me alentó. –Esa ventana no se reparará sola.

Asentí.

Debía arreglar esa mierda antes de que mamá llegase, o de lo contrario iba a estar completamente jodida.

De repente, una simple frase hizo que me detuviese en seco, cuando había llegado a la mitad de mi camino.

– ¿Quieres ir al baile conmigo?

Se me heló la sangre por unos instantes.

No sé si había desarrollado poderes súper-auditivos, o Zack había hablado lo suficientemente alto como para que yo lo escuchase.

Mis ojos viajaron disimuladamente hacia ellos.

Y entonces, todo pareció ir en cámara lenta.

Ella se abalanzó en sus brazos, y éste le devolvió el abrazo.

No.

– ¡Claro que quiero ir contigo! –gritó, la descerebrada eufórica.

Entonces, él hizo algo que jamás en toma mi maldita existencia creí que se atrevería a hacer.

La tomó de la nuca y la besó.

Estaba segura de que, si fuese posible, mi boca ya estaría en el otro extremo del planeta.

Me giré hacia James, que lucía igual de asombrado que yo.

Entonces, se percató de mi mirada, y ambos nos miramos atónitos por unos segundos.

Sin mediar palabra, volvimos la vista hasta la entrada, continuamos nuestro camino.

Una vez adentro, nos dirigimos a la cocina.

–Oye, ¿es... estás bien? –habló, un poco inseguro de su pregunta.

–Claro, todo está perfecto, ¿por qué no debería estarlo? –dije, aunque una parte de mí sentía que estaba mintiendo, pero no era una mentira, era cierto ¿por qué debería importarme lo que haga o deje de hacer Zack?

Insoportable [Sin editar]Where stories live. Discover now