[XV]

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Se marcharon, la pelea había terminado cuando vieron el cuerpo de Starscream entre los pilares de hielo. Incluso, Darksteel y Skylynx volvieron a donde se encontraba plata para revisarla pero en cuanto la vieron en el suelo, tan sólo se quedaron a su lado haciendo o que jamás habían hecho, llorar y maldecirse por la terrible desgracia. No importaba el reino, ya nada importaba si la plateada no estaba más entre ellos.

El último pétalo estaba por caer, Predaking estaba muy lastimado. Dos heridas profundas pero la última es la que había hecho mucho más, ha perdido más energon de lo normal y los estragos comenzaron a aparecer. Quedó tendido en el suelo, gimoteando por el dolor mientras Dea estaba a su lado. Las lágrimas volvieron a correr por sus mejillas y cayeron en el rosto del ey ¿Es así como debía de terminar todo? ¿Debía de perder a quien tanto amaba...? 

-Lamento... ¡No debí irme!-

-No...no importa ya...-Predaking acunó su mejilla.-Ha venido, estoy satisfecho-

-Porque quiero estar contigo-ella posó su mano encima de la mano del predacon.-Quiero hacerte feliz...-

-Lo has hecho, amor mio, incluso...en mi último momento-Predaking gruñó debido al dolor.-Te amo...-

Deas esbozó una sonrisa al escuchar esas dos palabras, pero borró su sonrisa cuando el predacon cerró los ópticos y su mano resbaló cayendo sibre su regazo. La spark se había apagado, seguramente. Dea estaba aterrada y aunque lo negó muchas veces, trató de hacerlo reaccionar, él no volvería. No sólo su ala estaba rota, también su spark se estaba haciendo pedazos. Las lágrimas siguieron cayendo, ella se recostó sobre su pecho.

-No...por favor no te vayas...por favor, no me abandones...-susurró.-Te amo...-

El último pétalo de la rosa de energon cayó y su brillante color azul se había perdido. A los dos predacons ya nada les importaba tan sólo lloraban en silencio mientras Dea lo hacía arriba. Entonces, ella lo había perdido para siempre y se arrepentía de que no le dijo lo que sentía en su momento, se odiaba de habérselo callado, siguió llorando aún en el pecho del predacon muerto. Cruel vida que no les dio la oportunidad de seguir conociéndose, ella lo amaba y ahora no lo tendría más...

Los pétalos de la rosa aazul volvieron a brillar, se levantaron y reventaron el vidrio que lo protegían. Estos volaron en fila hasta donde Predaking estaba y se posaron en sus letales heridas, se fundieron para no dejar herida alguna. Dea se alejó para verlo todo, Predaking abrió los óptico y se levantó, se miró las garras. Miró a Dea y esbozó una sonrisa para correr hacía donde estaba el vacio, se lanzó. Su cuerpo cayó de manera rápida pero ocurrió lo esperado, se transformó. Finalmente ya tenía su aparencia predacon, sus alas naranjas resplandecieron con el sol naciente y un rugido agudo hizo que Dea se asomara. El cuerpo del Predacon voló delnte de ella, se mantuvo en el aire, ella lo vio con atención, sus ópticos amarillos, largos colmillos, fuertes garras, y una larga cola que terminaba en picos...era Predaking, su Predaking.

-Eres tú...-ella sonrió. El rey la invitó a subir a su lomo. 

Dea sonrió y subió encima del lomo del predacon, este lanzó un rugido y voló alrededor de su castillo. La potente llamarada de fuego no sólo descongeló la protección de sus predacons de piedra si no que los des petrificó. Estos lanzaron rugidos y volvieron a sus modos alternos. Predaking derritió el hielo que portegía su castillo y cuando volvió al suelo, tomó su modo alterno además de que atrapó a Dea entre sus brazos.

-Gracias...-sonrió Predaking.-No te vuelvas a ir-

-¿De tu lado? Jamás-ella le dio un beso en los labios.-Te amo-

Los bots que amenazaban se habían ido, Optimus y Elita abrazaron a su hija mientras los demás conocían a Predaking. Aunque estaban sorprendidos de que su hija menor estuviese con un predacon, no lo vieron tan peligroso...mucho menos de la manera en que él la veía a ella. Dea estaba feliz y eso ea lo más importante pero, la felicidad no duraría mucho.

Darksteel y Skylynx salieron con el cuerpo de Silvery en sus brazos cubierto por una lona. Predaking los miró, ver su brazo colgando sin movimiento además de la expresión en el rostro de los demás le hizo saber que algo había malo en ella. Que ella no volvería a aconsejarle, que no habría más de sus travesuras de hielo. Ella estaba con Primus, ahora.

-Lo sentimos, amo...no lo resistió-dijo el predacon de tonos negros azules.-Fue...muy tarda-

-Mi querida Plata-Predaking posó sus garras sobre la frente de ella que era cubierta por la lona.-Espero que haya hielo con Primus, preciosa-

Dea lo abrazó mientras Predaking veía el cuerpo con resignación. Ella había ido por Dea, quería que su amo volviera a la normalidad y aunque lo logró, no sería lo mismo sin Silvey. Nada lo sería de ahora en adelante.

...

Predacons, cyberwols y bots vivían en sus tierras correspondientes. Ese era el último día de Dea en Kaon, ella quería quedarse con su rey así que tan sólo dejaba todo como debería de ser e irse a su nuevo hogar. Predaking había llegado a su hogar y esperó afuera ya que él se quedaría hablando con Optimus un pequeño rato, Cross y Elita estaban con el rey.

-Dea podrá visitarlos cuantas veces ella lo desee-dijo el rey de manera amable.-Son bienvenidos a mi reino, por supuesto-

-Gracias-asintió Optimus.-Cuida de mi hija ¿Quieres?-

-Será un placer, Prime-asintió el rey.

-Si, lagartija metálica, no quiero que mi hermana derrame una sola lágrima porque te la verás conmigo-dijo Cross mostrándole el puño. Se llevó un golpe en la cabeza y Dea pasó a su lado.

-No le hables así a mi sparkmate-gruñó la esmeralda.-Los extrañaré mucho ¿Saben?-

-Esta es tu nueva vida, princesa, y nosotros la respetamos-Elita la abrazó.

-Sé que Luna y Magnus no pudieron venir por el cansancio del embarazo pero vendré cuando ella dé a luz-

-Es hora de irnos, cariño-dijo Predaking dándole la espalda.

-Si-Dea sonrió y los abrazó a los tres.-Visítenme ¿Si?-

-Si, hija, te amamos-dijo Optimus plantando un beso en su frente así como Elita y Cross lo hicieron.

Dea agitó la mano mientras iba a alcanzar a Predaking, ella entrelazó sus finos dedos con los de Predaking mientras ambos caminaban por la calle. Los bots los veían y trataban de no mirarlo por mucho tiempo pues aún seguía siendo algo hostil el rey, aunque Dea hubiese querido quitarle ese caracter sabía que él ya lo tenía en los sistemas.

-¿Lista para una nueva vida?-preguntó Predaking.

-Mientras sea contigo, por supuesto-ella sonrió.-Te amo-ella se aferró a su brazo.

-También yo.-

Predaking la cargó entre sus brazos, aunque Dea ya podía volar, prefería más subirse al lomo del rey pues apenas salieron de la ciudad y este se transformó para poder llegar a su reino. Dea lo veía todo desde el cielo. Incluso veía como los predacons volaban sobre sus tierras, esa era su nueva vida y ella estaba dispuesta a comenzarla.

La bella se había enamorado de la bestia, el físico no importaba pues detrás de esa fachada aterradora, una hermosa criatura aguardaba por su doncella. Y ella lo aceptó, la recompenzad había sido un amor puro y una nueva vida.

No importaba bando, la bella y la bestia se amaban.

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Pasen al epílogo c:

La Bella & La Bestia |Transformers|Where stories live. Discover now