[III]

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Kaon estaba devastada.

Optimus y Elita no podían encontrar el consuelo ante la terrible noticia que les había llegado a sus receptores. No sabían como había sucedido todo ¿En que momento habían perdido a su hija menor? Sus conocidos y amigos fueron a darle el pésame a los representantes de dicha ciudad pero seguía sin ser suficiente. Un silencio infernal abundaba, lágrimas y comentarios que no explicaban que es lo que había pasado con el cuerpo de Dea...

-Lo lamento-dijo Steelmoon abrazando a Elita.-En cuanto Magnus y yo nos enteramos vinimos a revisar-

-Primus, no sé como pasó y Crosshairs no lo sabe tampoco...no puede explicarnos-dijo la femme de tonos rosas mientras se limpiaba las lágrimas de sus ópticos zafiro.-Dijo que sus amigos y él salieron a patrullar y algo los atacó pero no saben qué-hizo una pausa tratando de calmarse.-No sé porque se llevaría el cuerpo de mi hija-

-Lo vamos a buscar-dijo Magnus. Elita asintió.-¿Crosshairs...-?-

-No quiere hablar y no quiere salir de su habitación, está tan abstracto de la situación...no sé que hacer-

-Los apoyaremos en lo que necesiten-Luna tomó la mano de Magnus.-Dea era como una hermana para mí y ustedes son familia para nosotros-

-Gracias, Luna-

Los amigos de Cross hablaban entre ellos sobre lo acontecido en las Tierras Predacon y nadie mencionó que habían estado ahí, intentaban sacar sus conclusiones  pero era imposible, todo era tan extraño para todos. Miraron a la dirección donde estaba la habitación de Cross preocupado por su amigo.

Si los padres de Cross no podían llevar la perdida de su hija, Crosshairs no podía con la culpa. Sentado a pies de la litera, tenía las piernas abrazadas y pegadas al pecho pensando en lo que había ocurrido la noche anterior. Por aceptar la descabellada propuesta, su hermana no estaba ahí ¿Cómo podría seguir viviendo con calma sabiendo  que era el responsable de la muerte de su hermana? Lágrimas caían de sus ópticos buscando un consuelo ante la voz de su conciencia acusatoria pero no había respuesta...

Ni siquiera podía pensar con claridad.

...

Dea despertó con los rayos de un sol del nuevo día, sus ópticos zafiro se acostumbraron apenas a la cegadora luz que le daba en la faz. Se cubrió la cara para poder ver donde estaba, las paredes grises y rasgadas le dieron un mal presentimiento por lo que se levantó de golpe y miró a su alrededor. Paredes grises, un cubo de energon y barrotes que conformaban una puerta. Aquello no era una habitación, sino una celda...

No reconocía el lugar, ni siquiera figuraba estar en las celdas de Kaon. La femme esmeralda se puso de pie y caminó hasta aferrarse  los barrotes. Estaba sombrío y las demás celdas estaban abiertas ¿Dónde estaba exactamente?

-¿Hola? ¡¿Hay alguien aquí?!-silencio extremo, Dea hsta podía escuchar el rozar de sus extensiones entre si o con su espalda.-¿Hola? ¡He despertado! ¿Hay alguien ahí?-

Nadie respondía a las palabras de Dea, ella seguía pidiendo por una respuesta ya que realmente estaba asustada por estar en un lugar que no conocía. Estaba desesperada, no sabía exactamente donde estaba o cuanto tiempo había permanecido en modo recarga, el transmisor sonaba con interferencias. Le dio un golpe a los barrotes enojada por el silencio que había.

-Amo, deberías hablar con ella y explicarle porque es nuestra prisionera-habló una voz femenina. El mech más grande de ópticos dorados tan sólo soltó un gruñido como respuesta.-Vamos, no seas tan renegado-

-Pisó mis tierras, es por eso que debe de ser castigada-gruñó el mech. La femme miró el recipiente donde estaba esa flor azul de energon, la cual comenzaba a dejar caer sus pétalos.

-No te queda mucho tiempo y tú lo sabes-

-Necesito mi tiempo...-

-No, necesitas acercarte-

Los gritos de la femme esmeralda seguían resonando hasta qe el mech de ópticos dorados decidió hacerle una pequeña visita a su nueva inquilina. Para eso, cerró toda ventana que permitiera la entrada de los rayos del sol o alguna luz que lo descubriese. Se encaminó hasta las celdas, su paso lento pero pesado hizo que Dea se asomara entre los barrotes para ver a aquel que la había metido en la celda.

Los pasos seguían pesados, por el pasillo que había entre las celdas, aquel ser se detuvo a una distancia considerable frente a la celda de la femme. Aún seguía oscuro, por lo que Dea apenas y podía ver sus ópticos amarillos.

-¿Quién eres tú?-preguntó la esmeralda aferrándose a los barrotes. El mech la miró fijamente, tan sólo se detuvo a admirar sus ópticos y la composición de su rostro...aquello que le hebía obligado a secuestrarla.

-Tus amigos y tú invadieron mi cementerio, profanaste un lugar sagrado-

-Lo-lo lamento-dijo Dea bajando la vista.-¿Mi hermano? ¿Los demás?-

-Se han ido, quizá. Pero tú no lo harás, contigo en esta base te perdono el error de tu hermano y sus amigos-dijo aquel mech.-Kaon...Crosshairs, primogénito de Optimus Prime...tus padres siguen devastados por la perdida de su hija menor...creo que no quieres que se devasten más con la perdida del imprudente-

-Quiero verte-

La voz de aquel mech era profunda pero llena de calma, no podía verlo en la oscuridad de las celdas y aunque ser prisionera le estaba aterrando..quería ver si valdría la pena el sacrificio que estaba haciendo. El mech rasgó los barrotes de la celda detrás suya indicando que abrieran las ventanas de la base, en cuanto la luz del día se filtró, Dea abrió los ópticos como platos. Un mech de tonos café y naranja estaba delante de la celda. Su apariencia era la de un monstruo, garras largas en los pies y las manos además de colmillo afilados. 

Dio pasos atrás hasta que se cuerpo llegó a la pared más cercana, era una bestia y por la expresión nula en su faz, no era alguien muy amigable. Aquel mech estaba negociando la vida de Crosshairs, trató de procesar todo. Le estaba diciendo permanecer en ese lugar a cambio de que no mataran a Cross pero sus padres creían que Dea estaba muerta... pero ¿Por qué? 

Todo le daba vueltas y la paciencia del mech no era un de sis virtudes.

-Si me quedo... ¿No tocarás a mi familia?-

-Si te quedas, ni siquiera recordaré de su existencia-respondió. Dea no tenía mucha elección, era una bestia y si se atrevía a negarse realmente iría detrás de Cross, en cuanto a ella...probablemente también moriría.

-Hecho-la femme esmeralda volvió a caminar hasta tomar los barrotes.

-No eres nada tonta-

-Sólo entiende esto, bestia-pero ella lo miraba con odio. Algo que el mech se grabaría por toda la vida.-No lo hago por placer, esto es por mi hermano...pero no quiero que te acerques a mi-

-Cómo gustes. Dudo que dures mucho aquí, en cualquier momento querrás que te saque-

-No me importa.-desafió la femme. El anfitrión se inclinó tomando los barrotes cercanos a las manos de Dea.-No te tengo miedo-

-Me agrada tu valentía, Dea-

-¿Quién eres tú?-

Ella lo miró a sus ópticos, realmente que había algo oculto en lo ópticos de aquel mech extraño. Él también la miró, había demasiada valentía como miedo en sus ópticos zafiro, además de que estaba demasiada triste por haber sido separada de su familia de la noche a la mañana. 

De una manera egoísta, estaba viendo primero por su bienestar antes que ella...

Era necesario.

-Me llamo Predaking, rey de los predacons-

.________________________.

Síndrome de Estocolmo,

Un poco cliché pero necesitaba explicar esto jeje

gracias por leer!

La Bella & La Bestia |Transformers|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora