Princesa Legionaria

|12°| Capitulo.

- ¡Hijo de puta!  ¡A la mierda tu orgullo!  ¡¿Porque desapareciste?!  ¡No tienes las suficientes pelotas para afrontar que te equivocaste! ¡ Por tu maldita bocaza nos encontramos en esta porquería! ¡¿Por que tenias que complicarlo entre nosotros?! ¡Lo jodiste duro esta vez! ¡No imaginas cuanto te odio imbécil! ... Es un asco, extrañarte, saber que de encuentras lejos de mi. Pero, solo puedo decir, que lamento no ser lo que esperabas... ¡Ahhg! Miedo tengo de no tenerte, miedo tengo de perderte, miedo de suplicarte que me perdones y no perdonarme, miedo tengo de quedarme sin ti. Ya no me hagas esto, me duele demasiado, no tenerme Andre. Dijiste, siempre juntos, entonces recuerda por favor... - Fin del mensaje de voz.

¡Joder, como me odio! ¡Menudo cerdo egoísta que estaba hecho! ¡Vaya cabrón sin escrúpulos!

Comencé a temblar incontrolada-mente, mientras refrenaba mi cuerpo, mi bestia no debía surgir. Sudaba como un puerco, debía detener mis impulsos, pero estoy borracho y enloquecido de deseo. 

- Por Ra, Liraz. Me vuelves loco- Susurre, asombrado por la niña tremenda que me enloquecía.

Mi puso se acelero. Suplicaba a los dioses, por piedad. No, no podía soportar ni un minuto mas. 

El amor es como un cigarro, te mata lentamente, pero aun así no tienes prisa por terminarlo. El fuego abrazaba en mi interior ¿Por que, aquella loca, no podía entender que se había robado mi corazón sin mi permiso? Cada vez que estoy sin ella, la razón de mi universo muere. La primera vez que la vi, su sonrisa iluminó mi vida y ahora que ya no estaba esa luz comienza apagarse poco a poco. Pero no se puede obligar a nadie a que te ame, aunque se desee con toda el alma a esa persona. A su alrededor, descubrí el amor; pero al darme cuenta de que lo nuestro nunca sería posible conocí otro sentimiento, la decepción... ¡La puta mierda! Amarla dolía.

¡ALTO,QUIETO, UN MOMENTO! 

¡Desde cuando me lamentaba por una hembra?

<< Desde que has perdido tu cabeza por una, idiota >> Reí, y yo que pensé, que solo los humanos tenían conciencia.

¿Con que dios tenia que darme de hostias, para que me librara de esta tortura? Gruñí.

Soy un animal bruto, suelo coger con zorras por puro placer, aquellas malditas guarras suplicaban para que las follara duro. Mi vida, era sencilla, "Sexo sin compromiso".  Pero, claro, debía enamorarme de la desgraciada esta. Las putas, ya no me servían, por que ninguna de aquellas, era Liraz. Logro meterse, debajo de mi piel, imposible borrar su sabor, olvidar la sensación de su mano acariciándome...

Mierda. Mi polla se encontraba, demasiado dura.

Tan solo quería acariciarla, devorar sus labios ... hacerle el amor, hasta deshacer las barreras de su inocencia. Poseer las carnes de su cuerpo. Chupar y lamer su intimidad. Probar  y morder sus delicados pezones ... Robar su preciada virginidad, que tan celosamente guardaba.

Mis colmillos se desplegaron en ese momento, eche mi cabeza hacia atrás y comencé a rugir. Esta noche es luna nueva, mi bestialidad pedía a gritos salir, deje que mis sentidos me segaran. 

Esa hembra me pertenecía. Sentí sed de su sangre, la marcaría como mía, deseaba con ferocidad apoderarme de su cuerpo. 

- Oh, si, pequeña. Hoy este león no dejara ni tus huesos. Entera te voy a devorar - Reí, de pura malicia - Seras mía, ahora y siempre...