Todo es por ella

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Llegamos ya a casa. Abro la puerta, desactivo la alarma y nos metemos dentro. Es una pena que Marta finalmente no haya podido venir a comer con nosotros. ¡Siempre anda ocupada! Me recuerda a Meryl Streep en El Diablo se viste de Prada.  No debo de exagerar, tampoco es tan mala, lo sé, pero me recuerda por la gran lista de tareas que debe hacer; no obstante, Meryl tenía a Anne Hathaway como la secretaria que se encargaba de todo. Seguro que debe de haber alguna chica que pudiese hacer las tareas por Marta. O tal vez puede haber algún becario que esté con ella las 24 horas con ella, que la mire mientras ella trabaja, que la haga reír, que la haga feliz por haber terminado todas las actividades que debía hacer Marta... De repente, me duele el pecho poco a poco y me empiezo a enfadar. Aunque sé que lo que siento es lo más normal del mundo, no debería de tener estos sentimientos. ¡Debo confiar en ella! 

 Las mujeres tienen derecho a trabajar y a tener éxito. Es muy triste que en la actualidad las mujeres, aun  habiendo recibido muy buena educación y estando muy bien formadas , no tengas las mismas oportunidades de ascenso que los hombres. Asimismo, si ascienden, no cobran lo mismo que nosotros, los hombres. Por ello, debo de sentirme muy orgulloso de tener a una mujer que sea la líder, tanto de la empresa como de la familia. No obstante, también soy yo relevante en esta familia. Debe de existir igualdad entre hombres y mujeres. Nadie es superior a nadie.

—Bueno, papá, ¿vamos a ver una película?

—No, cariño. Tengo sueño, voy a echarme la siesta.

—¡Jo...! ¡Con lo bien que nos hemos pasado esta mañana!

—Necesito descansar. Esta noche voy a salir con tu madre a ver una película

Esta mañana recorrimos el Central Park. Después, fuimos a comer en nuestro pequeño restaurante favorito de Brooklyn, tras recibir una llamada de Marta diciendo que no podía venir. Luego, empezamos a mirar tiendas, fuimos al cine, y, finalmente, llegamos a casa totalmente agotados. Aunque seguro que perdimos muchas calorías caminando por Central Park, las volvimos a recuperar comiendo una gran hamburguesa de queso fundido con patatas mojadas en ketchup. Muy deliciosa comida, pero tiene muchas calorías.

—¿Y si te vuelve a dejar plantado?

—¡No seas negativa, Alex! ¡Todo va a salir bien! —digo con un tono optimista, intentando convencerme de que aquello no ocurrirá.

—Bueno, tras decirte lo que tenía que comentarte, no voy a hablar más.

—Mejor. ¡Ya verás que todo saldrá bien! ¡Volveremos a ser una familia feliz!

—Como tú digas...

Sé que no me cree, pero me da igual. Si mantengo una buena actitud, el resultado acabará siendo mejor que de la otra forma. Como diría mi mujer hace tiempo: "si cambias la forma de mirar, cambia lo que ves". Muy bonita frase. Mi mujer, hace tiempo, me decía frases bonitas, era muy cristiana y me daba todo su amor. ¡Qué bellos recuerdos!

Me voy a mi cuarto, me quito de ropa y me pongo unos pantalones cómodos y la camiseta de Queen que me compré cuando asistimos, mi hermano mayor y yo, al concierto que dieron en Madrid.

Me tumbo en la cama y suspiro. Miro al otro lado de la cama, no hay nadie más. Tendría que estar Marta a mi lado. Tendríamos que estar haciendo ahora mismo el amor. Le diría que es lo mejor de mi vida, que es la única mujer con la que quiero estar, que me encanta que sea un ejemplo para mucha gente. Quiero lo mejor para ella. Por ello, debo de intentar controlarme, tanto mis inseguridad como mis enfados. Además que hay gente que tiene tantos celos que llega a hacer daño a los demás y no los tratan como deben. ¡No quiero ser más ese tipo de persona!

Bueno, dejemos de reflexionar sobre este tema, que me está resultando algo incómodo. Aunque Navidad se encuentra bastante lejos todavía, el tiempo pasa muy rápido. Me gustaría pasar las fiestas en Barcelona, en vez de en México. Casi nunca volvemos a mi ciudad natal, ya que, según mi querida esposa, es "una ciudad muy aburrida". Cada vez que dice eso me dan ganas de gritarla, pero me contengo. ¿Cómo puede decir que es aburrida? Barcelona es un lugar muy bonito. Tiene la Sagrada Familia, unos barrios pintorescos, una playa espectacular, gente amable, comida sabrosa... ¡¿Quién es su sano juicio no le puede gustar Barcelona?! Para gustos los colores, pero me da pena que solo vayamos ahí una o dos semanas en todo el año para ver a mi familia. Resulta injusto que siempre visitemos a mis suegros en México por Navidad y nunca veamos a mis padres en Barcelona. Entiendo que pilla más cerca México que Barcelona, pero ella debe de ceder también. No solo yo. 

Intento cambiar de tema, intento pensar en otros asuntos, pero siempre acaba apareciendo el tema de Marta. ¿Qué voy a hacer con esta mujer? Ojalá las cosas cambiasen para mejor... ¡Cuánto me gustaría tener algo de estabilidad! Por más que lo intente, no lo consigo. NECESITO a alguien que me entienda, que me comprenda y que me quiera tanto que haría lo que sea por mi felicidad. Pero, como no va a ser eso posible, debo conformarme con lo que tengo.

NUESTRO PEQUEÑO SECRETOTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang