Lloran las rosas porque no estás aquí.
Les duelen hasta las espinas
Ya no quiero ser feliz.
¡Dame una solución para el dolor de mi existir!
Los claveles y las violetas se asustan con el llanto
Pero, ¿Qué hacemos? Se preguntan,
"Aquel amor es un ingrato;
¿Cómo es posible que las haya abandonado?"
Hasta las nubes se preocupan
Al escuchar aquel amargo llanto
Es tanto el sufrimiento
Que también terminan llorando.
Pero las rosas paran su llanto
A pesar de todo, aquí has llegado.
Me besas con tu dulzura y tomas las rosas
Amor de mi vida, ¡No nos dejes nunca!
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Fragmentos en el aire
RandomAquí solo han de encontrar los fragmentos del aire que respira su fiel servidora, ésta humilde escritora.