Capítulo 21:

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Martes 05 de Diciembre de 2017:


Hurgando en mis cosas, tratando de encontrar un libro perdido, algo cayó al piso. Lo levanté y era una foto. En ella salían un pequeño Joan y un mini yo, junto a Christian quien miraba a su costado. Alguien le había hablado en cuanto habían sacado la foto, distrayéndolo. Tras de Joan se podía ver a Sebastián sonriendo mientras hablaba con uno de sus amigos.

Aún recordaba la foto, había sido un buen día. 



* * Flashback * *


10 años antes...


-Vamos Christian, no vamos a esperarte todo el día - le gritó Joan a nuestro amigo, ya desde el auto. Solo faltaba que el se subiera y podríamos ir a pasar el día a la playa. Mi hermano perdió la paciencia y bajo para arrastrarlo al vehículo.


-¿Por qué yo no puedo ir? - le decía la pequeña castaña a su hermano mayor.

-Por qué en el lago hay un gran monstruo que come niños - le dijo Pratt a la hermanita de Chris al llegar a su lado. A lo que este, como buen hermano mayor que era, lo fulminó con la mirada. Había asustado a la pequeña Daphne, quien ya estaba empezando a lloriquear.

-Pero el monstruo va a comerse a mi hermano - le dijo llorando - yo no quiero que se coma a mi hermano.

-Cariño ¿Ves a Liam en el auto? - habló este para tratar de contener las lagrimas de la pequeña, quien asintió mirándome con sus grandes ojos marrones llenos de lágrimas -Bueno, resulta que él es un cazador de monstruos muy famoso y va a matarlo para que así ya no se coma más niños.

-¿Liam va a cuidarte? - preguntó esta más animada.

-Si, él va a cuidarnos a todos. Y te prometo que en cuanto el monstruo ya no esté, voy a llevarte al lago. ¿Si? - la pequeña dejó de llorar por completo ante la promesa de Christian. 

-¿Lo prometes por el pulgar? - le dijo.

-Lo prometo por el pulgar - y le dio un pequeño beso en la cabeza - ahora ve a casa. Ya tenemos que irnos.

-Si hermanito - y salió corriendo a la casa, para luego voltear y gritarme - cuidado Liam - era una niña tan dulce. Christian había tenido suerte al tenerla, no como mi suerte al tener a Pratt.



-Eres un imbécil - le dijo el castaño a Pratt al ir acercándose al auto.

-Mejor te callas mocoso, ya estaba cansado de esperarte - y ese era el buen trato de mi hermano mayor hacia mis amigos. 

-He tranquilos - habló Sebastián.

-Basta. Ya ha pasado - intervino Joan - ahora todos a divertirnos - trató de animarlos. 


Pratt iba a ir ese día a la playa con sus amigos, y Sebastián había comentado esto frente a mi, Joan y Christian, por lo que nos había invitado. Cosa que disgustó bastante a mi hermano, pero no le quedó otra que aceptar llevarnos ante las insistencias de Sebas. Y por ello ahora nos encontrábamos los 5 en el mismo auto, rumbo a pasar un gran día en el lago. 


-No puedo creer que estemos llevando a estos mocosos en vez de haber llevado en nuestro auto a Claudia y sus sexys amigas - ese era Pratt un rato más tarde, dirigiéndose a Sebas. El aludido comenzó a reírse del enojo de mi hermano.

Querido profesor: ...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora