Capítulo 10: Alya.

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"El amor no tiene cura,

pero es la cura para todos los males".


Viernes 24 de Noviembre de 2017 (presente):


Pasaron los meses y el año escolar hoy finalizó. Y todo ese tiempo me sentí como viviendo una tortura. Día tras día, lo veía y sabía que no lo tenía conmigo. Que debía esperar. Eso lograba darme un motivo, pero no era suficiente, no se sentía real. 

El no poder escribirle me estaba matando.

En todo ese tiempo, en todos esos meses, solo le volví a escribir dos cartas. Dos, era un número tan insípido, tan ínfimo, tan triste; cuando dos en otros sentidos lo podría haber sido todo. El número perfecto, pero no era el caso. 


La primera carta, la metí en sus cosas solo tres días después de haberle dejado la anterior.



Viernes 04 de Agosto de 2017:


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"Querido profesor: 

Tal vez ya no le escriba tanto como antes. Pero eso no quiere decir que lo ame menos."

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Y la segunda se la entregué mucho tiempo después.



Miércoles 17 de Octubre de 2017:


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"Querido profesor:

Le prometo que un día va a saber mi nombre, y ese día va a ser el mismo en el que yo pruebe sus labios."

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Viernes 24 de Noviembre de 2017 (presente):


Pero la realidad era que esas no eran cartas, eran simples notas. Frases crueles ante mi alma. Mi despedida.

¿Por qué dejé de escribirle? Fácil y simple. Me di cuenta que por mi inmadurez, podría causarle graves problemas al amor de mi vida. Yo era menor, y bueno, él era mi profesor. 

Karen había tenido gran parte de la culpa de que entrara en razón. Y sí que me había hecho entrar en razón de una mala manera.



*Flashback*


Jueves 03 de Agosto de 2017:


- ¡Alya! - los gritos de mamá se sentían por toda la casa. Y es que esta mujer tenía una voz única. Bajé enseguida para que ya no me dejase sorda.

- ¿Qué pasa mamá? - 

- Karen está esperando en el living - ni siquiera me prestó atención cuando me hablaba, solo siguió decorando la torta que llevaba horas haciendo. Ya quería probarla. Pero volviendo a Karen. ¿Qué hacía ella en mi casa? No recordaba haberla invitado, ni que me haya dicha que iba a venir.

Querido profesor: ...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora