Capítulo 5: la quinta nota.

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"No existen comentarios tontos,

sino tontos que comentan"


Miércoles 21 de Junio de 2017:


Y cuando nuevamente pensaba que ella ya se había olvidado de él, y se había conseguido un novio de su edad. O simplemente se había cansado de molestarlo. 

Una nueva nota apareció.



****

"Querido profesor:

Pasaron días sin escribirle, pero es que antes quería terminar el libro. Oh, lo olvidaba, muchas gracias por dejarlo como se lo pedí, realmente no pensé que lo haría.

Me gustó mucho el libro. ¿Por qué no nos lo ha dado para estudiar en clase? Seguro que es mil veces mejor que los libros espantosos que nos da el colegio.

Creo que usted y yo tenemos más en común de lo que parece.

Creo que podríamos ser almas gemelas, que solo andamos por el mundo para encontrarnos. Yo estoy segura que lo encontré a usted. Estoy segura que está destinado a ser el amor de mi vida, pero no un amor cualquiera, sino, un amor de esos que, si tienes suerte, encuentras una sola vez en la vida.

Sé que tal vez esto ahora le suene ridículo, pero yo sé que es verdad, puedo notarlo cuando paso a su lado, hay algo en el aire que nos conecta, no sé ni cómo explicarlo, pero es real. Pronto se va a dar cuenta usted también.

Cuando dos almas inseparables se conocen, no pueden estar mucho tiempo alejadas. Están hechas para unirse, como dos mitades de un todo perfecto.


Su otra mitad. "

****



Si, él había sucumbido al final, y le había dejado el libro para que leyese el título de este. 

Pero lo hizo con la intención de mirar quien era la persona que leía el título, cosa que no logró descubrir. Ya que muchos fueron los que vieron el libro sobre el escritorio, y la mayoría lo miró con desagrado, pensando que era una lectura nueva. Y es que casi todo el curso odiaba su asignatura, no solo la chica de las notas, eso le quedaba claro. Esto le hacía mucha gracia. 



*Flashback*


Viernes 02 de Junio de 2017:


Ese día se levanto tarde, así que no logró desayunar, cosa que lo ponía de muy mal humor. 

Mientras esperaba el ascensor de su edificio, algo lo inquietaba, tenía la extraña sensación de que olvidaba algo. Y así era, recordó al instante. El libro. 

¿Qué debía hacer? 

¿Debía meterse en su juego y llevarlo? ¿O simplemente debía ignorar la nota y fingir que no le afectaba?

Se mordió los labios con fuerza, tratando de hallar una respuesta. 

Se decidió finalmente a llevarlo, volvió a su puerta tirando las llaves dos veces en el intento de abrirla, agarró el libro y volvió al ascensor. 

Una vez en clase lo dejó sobre el escritorio, como ella había exigido. Esto le era muy cómico, estaba haciendo lo que una niña le ordenaba que hiciese. 

Pero es por un buen motivo se dijo. Así podré saber quién es cuando la vea mirarlo. 

Los chicos comenzaron a ingresar al aula.

- ¿Vamos a leerlo? - le preguntó uno de sus alumnos más inteligentes, interrumpiendo sus ideas, mientras agarraba y examinaba el libro. Cosa que le molestó, ya que en ese momento pensó que el hecho de que el lo tocara podría evitar que la pequeña escritora no viera el título. Pero la cosa era ¿Por qué se molestaba?¿No qué era solo para descubrirla el traer el libro?

- No, es solo una lectura mía.

- Oh - sonó decepcionado. Eso le sorprendió

- Puedo prestártelo si te interesa leerlo - le ofreció, a fin de cuentas, él ya lo había leído. Y los alumnos ya habían ingresado en su totalidad. Así que ya no necesitaba el tonto libro sobre su escritorio. 

- Si, muchas gracias profesor - y se fue a su lugar llevándose el libro consigo.


*Fin de Flashback*


Estaba aliviado de ver la nota y ver que ella si había conseguido ver el título de la obra. Pero le frustraba de sobre manera no haber podido descubrir quien era ella. 

Iba a tener que conformarse con el hecho de haber logrado que por personas leyesen el libro sin tener la obligación de hacerlo. 




Esa misma noche cuando ya se encontraba acostado, leyó la carta de nuevo.

¿Ella realmente sentía todo lo que escribía? ¿Almas gemelas? ¿Amor real? 


Liam ya había tenido un alma gemela en su vida y la había perdido; ese era un hecho que le había afectado para toda la vida. 

Esa chica no tenía idea de lo que el amor significaba. 

Ese amor que profesaba jamás podría ser real, por más de que ella pensase lo contrario. Ni siquiera lo conocía, no realmente. Solo veía su físico.  

No era como el amor que él había sentido por... se sacudió ligeramente. No quería pensar en esa persona. Ya no estaba por aquí, y pensar en ello le dolía. Le dolía como nada en el mundo podría dolerle más. 




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Querido profesor: ...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora