Love Me

Sorpresa.

Al día siguiente desperté más tarde de lo habitual, si no me equivocaba ya había pasado medio día, se me hacía raro el hecho de que mi madre no hubiera ido antes a despertarme; cuando baje las escaleras me di cuenta del porque.

Estaba sentada en el comedor junto a Jackson, conversaban tan alegremente como si nada les importará, al parecer llevaban un buen rato así, había un par de platos ya sin nada en la mesa y un vaso de agua para cada uno.

Mi padre estaba sentado frente al televisor viendo un reality con una cerveza en la mano, opte por ir con él pero al parecer los otros dos se habían puesto de acuerdo para llamar a mi nombre en cuanto me vieron.

"Siéntate, Jackson tiene algo que decirte." Me invitó mientras el mencionado se ponía de pie para ofrecerme una silla.

Asentí fingiendo una sonrisa y me acerque, tome el lugar que Jackson había dejado y el se sentó justo al frente mío, me miraba ansioso y mi madre parecía tener un brillo en sus ojos.

"Yo... Ire a Corea contigo." Empezó a reír junto a mi madre después de hablar​, esta vez no pude esconder mi desagrado.

"¿Estas loco?" Su sonrisa estúpida cambio por un gesto de asombro, recibí una mirada de odio a mi lado izquierdo y claramente escuche a mi padre reír en voz baja desde la sala."¿Y en donde piensas quedarte?"

"Hablé con Jihyo, dice que no tiene problema con tal de que ayude con el mantenimiento y no cause problemas." Abrí la boca en señal de asombro y de inmediato rode los ojos, el había empezado a usar esa mirada de timidez de nuevo, como si no rompiera ni un plato.

"No sabes hablar coreano." Me dirigí hacia el borrando su expresión una vez más, me arrepentí cuando sentí su orgullo salir en tan solo segundos.

"¿Quién dice que no?" El chino fue reemplazado por coreano en un santiamén al igual que el dialecto, sonrió y siguió hablando, su pronunciación no tenía ningún error, incluso sabía palabras que yo apenas conocía.

"Ha tomado clases desde la última vez que viniste, se ha esforzado mucho ¿No es así?" Asintió y me miró con la misma insistencia que antes.

Cruce mis brazos y bufé mientras tiraba mi cabeza hacia atrás, continuaron con su conversación, habían empezado a ignorarme y me levanté dirigiendo al sofá donde seguía mi padre.

Caí a un lado recargando mi costado levemente en el, hice un puchero en voz baja y una vez más escuché su risa, esta vez sobre mi cabeza, había empezado a frotar mi hombro con cariño mientras me agitaba levemente.

"A alguien no le gusta su nuevo compañero de piso." Se burló para luego tomar un sorbo de su lata y empezar a acariciar mi cabello, negué mientras me escondía en su hombro."A decir verdad​ a mi tampoco me agrada."

"¿Y por qué dejas que lo haga?" Me queje dando una palmada en su pecho a modo de berrinche, el se encogió de hombros mientras volvía a reír.

"Sabes que no puedo negarle algo a tu madre, fue su decisión." Miró de reojo hacia donde estaba ella y sonrió lo más sinceramente que podía hacerlo. "Ve a tu habitación, hoy iremos a donde tú quieras."

"No tengo ganas de salir." Reclamé mientras señalaba el comedor, del cual se escuchaban risas demasiado ruidosas, el tomo mi mentón por un segundo y luego dio un par de palmadas en mi hombro.

"Solo seremos tu y yo, ¿Qué tal el boliche?" Sonrió achinando levemente los ojos, tal como solía hacerlo cuando intentaba convencerme de algo y lo hizo, termine cediendo y dirigiéndome a la habitación por algo de ropa para salir.