Capítulo 4

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Voltee hacia donde Louis tenía fija su vista y comprobé que allí estaba ella, Eva.

Su larga cabellera caía sobre sus hombros hasta llegar a su cintura, un vestido blanco cubría parte de su cuerpo, un leve maquillaje lograba resaltar sus claros ojos y una sonrisa iluminaba su rostro.

— Cierra la boca, se te meterá un mosca. — me dijo mi amigo.

¿En qué momento la había abierto?

La seguí observando, no sé durante cuando tiempo pero sus ojos finalmente conectaron con los míos.
Ví lástima en ellos, ¿por qué?

Me sentí mal por su mirada, por lo que me dí la vuelta y me puse a hablar con Louis mientras tomaba mi trago.

Busqué a Chloe con mi vista y la encontré en la barra hablando animadamente con una muchacha -que iba a la universidad con nosotros- y riendo.

Sonreí sin pensarlo.

— ¿Qué vas a hacer el próximo fin de semana? Me gustaría que estuvieras en el cumpleaños de mi madre. — le pregunté al castaño. Pero no me contestó.

Noté que él tenía la mirada fija en algún punto detrás de mí. Voltee para ver que era y me encontré con ella.

— Hola. — me dijo tímidamente. Algo extraño.

— Hola.

— Yo... — comenzó a mover sus manos rápidamente, nerviosa — quería pedirte disculpas. La última vez que nos vimos no me comporté bien contigo y-

— Olvídalo. — la interrumpí.

— No, tú tenías buenas intenciones y yo fui grosera contigo.

Reí sin gracia. ¿De verdad se sentía culpable? ¿Ella, una prostituta?

— Déjalo, Eva. No ha sucedido nada. — le dí el último trago a mi vaso de Jagermeister, dejándolo vacío — Bueno, debo irme.

Sus cejas se fruncieron al escucharme.

Me imaginaba que pensaba que la trataría como solía hacerlo, pero ya no. Ya no volvería a ser tan estúpido.

— Está bien. Fue bueno aclarar todo. — me sonrió.

Asentí con mi cabeza y me dí la vuelta, ví a Lou y Chloe en una mesa y caminé hacia ellos.

Hice dos pasos y me dí cuenta de que yo también había sido grosero. Ella había tenido la intención de disculparse conmigo -aunque había dicho la verdad aquella noche- y yo la había tratado sin interés.

Voltee para hablar nuevamente con ella y disculparme. Sin embargo, ya no estaba allí.

¿Era una señal?

***

— ¿Papá? — lo llamé desde la puerta de su oficina en nuestra casa.

Él estaba a unos pocos metros de mí, detrás de su gran escritorio repleto de papeles. El ceño fruncido bajo sus gafas y una mano sobre su cien.

— ¿Qué quieres, Bruno? Estoy algo ocupado. — respondió mientras leía unos papeles.

Suspiré.

Nunca hablábamos, más que unas simples palabras que intercambiabamos durante el día y en ese momento que de verdad necesitaba hablar con él, estaba ocupado. ¿Por qué no me sorprendía?

— Es sólo un par de minutos. — comencé a caminar hasta quedar frente a su escritorio. Se quitó sus gafas y me miró atento — El próximo fin de semana es el cumpleaños de mi madre, tu esposa. Sería bueno que estés allí. Ella necesita el apoyo de nosotros. Así que, ¿podrías desocuparte para el sábado?

EVA #1 #PGP2017 #IvyAwards2017 #PNovelWhere stories live. Discover now