Todo cambió en... El crepúsculo al amanecer (2 T USLV) (Sin Editar)

Capítulo 19

-Mi hermano morirá al verte. -Aplaude Mía.

-Estas hermosa. -Sonríe Kate.

No puedo apartar la mirada y sonrío al saber que pronto estaré en los brazos de Christian. Se despiden para prepararse y asiento. 

Cierro los ojos para calmar la ansiedad que recorre mi cuerpo al saber que ha llegado el momento que he deseado.

Ser la señora Grey.

Entra mi Ray con una sonrisa en el rostro y esa mirada paternidad.  Mis ojos se cristalizan y niega al saber que me pondré a llorar en sus brazos.

-Vas camino a la felicidad, Annie y no debes perder la estabilidad.  -Dice Ray.

Respiro profundo y asiento.

-He luchado tanto por ella y ahora que por fin puedo alcanzarla los nervios me superar. -Confieso.

Aprieta mi mano y camina para quedar frente a mi. Levanta mi rostro y me miran esos ojos llenos de sabiduría y que han vivido tanto. 

-Sólo deja que sea tú corazón que te guíe en este nuevo camino. 

-Gracias por estar siempre para mi y ser mi apoyo. Te amo papá. 

-Te amo mucho más, mi niña hermosa. -Dice con voz ronca y besa mi frente.  

Nos fundimos en un cálido abrazo donde nos demostramos todo el amor que nos tenemos. Ray ha sido más que un padre, siempre estuvo conmigo y cuando más necesite el amor de una madre el lo lleno con todo el amor que jamás pensé que podría despertar en él. 

-¿Lista para ir al lugar donde perteneces? -Pregunta.

-Siempre. -Le sonrío. 

Salimos de la habitación de la mano de Ray y siento que las fuerzas me faltan para seguir avanzando. Mi pequeño Bip se remueve a cada paso que doy donde me lleva donde esta el hombre que amo. 

Pov. Christian. 

Desde hace una semana he tenido la idea de poner todo en orden y convertir a Anastasia en la señora Grey. Hoy por fin me he decidido y he llamado a mi madre para que hablará con el sacerdote y contratará a una planner wedding.

En mi solicitud especificaba que debían tener todo listo para tres días y viajar Long Island para la realización de la misma. Su alegría me llenaba de felicidad ya que desde la muerte de mi abuela sus ojos verdes habían perdido ese brillo.

Lo siguiente que hice fue llamar a Mía para que hablara con Kate con relación al vestido de novias de Anastasia. Su emoción era contagiosa y pude imaginarme su rostro iluminado y sus ojos chocolates brillantes.

Después de ajustar todo con Taylor, me dispuse a hablar con Ray y Carla para que estuvieran presentes ese día con su hija. Ray nos felicito por la noticia y estará más que feliz de entregarme a su pequeña Annie. Teniendo todo listo me concentro en hacerla feliz estos días. 

La llegada de mis hermanos le tomó por sorpresa y sus ojos me miraron con ese dejo de "Quería estar a solas contigo". Tuve que contener las ganas que tenia de reírme y ocultarla en un rostro de fastidio.

Insaciable, señorita Steele. 

Te tengo algo mejor preparado, nena.

Mía con su peculiar manera de hacer que las personas no sepan lo que tiene preparado, ha puesto a mi nena algo sensible por no poder ayudar en los preparativos para dicha fiesta. Pero a mi me han puesto esos sensibles labios a perder el control y hacerla mía con la casa llena de personas.

Toda la noche la sentí intranquila y con el sueño angustioso, e inclusive mi pequeño no dejaba de moverse. Mis manos le dieron esa tranquilidad a ambos y quedaron completamente dormidos. 

Como siempre Mía es experta en estropear las sorpresas y se apareció en nuestra habitación para preparar a la futura señora Grey. El rostro sonrojado y su incredulidad a las palabras de mi hermana me hicieron sonreír. 

¿No pensaba que ese momento llegaría algún día? 

Me sentí recompensado cuando su sonrisa y su emoción llenaron toda la habitación. En ese momento quise besarla y hacerla mía.

Ahora estoy aquí preparándome para convertirme en el hombre mas afortunado por tener como esposa a mi diosa de ojos azules. Después de media hora estoy listo y camino por los jardines y el trabajo que hicieron es digno para mi nena.

-Todo quedo como lo pediste. -Dice Mia llegando con mi madre.

-Espectacular. -Dice mi madre. -Cariño,  tu familia esta formada y solo quedaba este paso para que estuviera como Dios manda y mamá estará muy feliz donde quiera que éste por ver que has hecho lo correcto. -la voz se quiebra.

La sostengo en mis brazos en un fuerte abrazo y trato que las lágrimas no salgan. 

-Hubiese querido que estuviera con nosotros, pero donde se encuentra nos da su bendición. Madre, ella no se sentiría feliz verte triste en ese momento. 

La separo de muy y beso su frente y sonríe. 

-Hoy empiezas una nueva vida y debes aprender a ser cauto y tomar las riendas cuando el barco pierde estabilidad. -Su consejo me hace sonreír y siento que estoy escuchando a mi abuela.

-Siempre que pierda el camino vendré a tus brazos para que me devuelvas esa estabilidad.- Le digo y asiento dándome un beso en ambas mejillas.

Hoy comienza un nuevo camino con mi nena y lo recorrere de su mano y esperando que las pruebas que nos presenten la vida sean superarás manteniendo esa sonrisa que a ambos nos enamoro.

Que en medio de una sombra siempre aparecerá el crepúsculo bien resplandeciente para sacarnos de aquella oscuridad.