Capítulo 12

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Pov. Anastasia.

Vamos camino al Escala y nos arropa un silencio incómodo que hace que mis nervios se alteren. Christian está a mi lado y es como si no lo estuviera y eso me asusta lo que siente mi alma.

Mi mirada viaja a su rostro y sigue impasible. Es como si alma haya abandonado su cuerpo y solo existiera un sin vida.

Mis lagrimas recorren mi rostro y no puedo evitar sentir que no puedo hacer nada para mitigar su profundo dolor. Desde que entramos al auto no me ha permitido llegar a él y eso me lastima.

¡Oh, Christian no me alejes! No te encierres en ese mundo de dolor...

Desde que salimos del cementerio se ha encerrado en su burbuja donde nadie puede llegar.

-No pienses que me alejare de ti. Murmura distraído.

Levanto la mirada sorprendida por sus palabras.

-Solo necesito mi espacio para asimilar lo sucedido y dejarla partir. Siento haberte hecho sentir excluida en este momento que estoy atravesando pero quiero que estés tranquila... Coloca su mano en mi vientre. -Nuestro pequeño te necesita serena. Dice con sus ojos grises triste.

-Christian, quiero ser tu consuelo. Susurro.

Sus fuertes manos quitan el cinturón de seguridad y me toman por la cintura para colocarme en su regazo.

-Eres más que eso, nena. Eres la razón por la que vivo cada día y con la llegada de nuestro pequeño los protegeré con mi vida. Soy fuerte por ustedes, mi madre y mi hermana. Besa mi cabeza y me atrae más a cuerpo. Te amo, nena.

-Te amo más, Christian. Rozando mi nariz en su pecho, acto que lo hace sonreír y me acuna más a su cuerpo.

Llegamos al Escala y sale del auto conmigo en su regazo. Sonrío porque en ningún momento ha hecho el intento de separarnos. El camino al ascensor seguimos en silencio hasta que las puertas de metal se abren al llegar al apartamento.

-Creo que puedo caminar. Le digo. Al darme cuenta que no tiene planes dejarme en el suelo.

-Soy consciente de ello. Sigue su andar hasta su habitación. -Ahora quiero que te des un baño y trates de descansar. Iré a revisar unos correos y hacer unas llamadas al despacho y te dejaré descansar. Asiento, sé que necesita estar solo, besa mis labios antes de salir.

***

Después de una relajante ducha, me visto con un vestido blanco, haciéndome una trenza de lado. Salgo a la cocina con mis pies descalzos y le regalo una tímida sonrisa a Gail.

-Señorita Steele, ¿desea tomar algo? Dice con una sonrisa.

-Si, gracias. Podría ser un zumo de naranja. Respondo. Camina al refrigerador y saca un jarrón y saca un vaso de la vitrina. -Me gustaría que me volvieras a llamar por mi nombre. Le digo , asiente.

-Ana, el almuerzo está listo. Dice

-Iré por Christian. Me levanto del taburete y camino hacia su despacho.

Entro y lo encuentro con su cabeza recargada en la silla con los ojos cerrados. Camino hacia él y acaricio su suave y alborotado cabello.

-Pensé que estabas dormida. Habla sin abrir los ojos. Sus manos me llevan hacia él y me coloco en sus piernas.

-Prefiero dormir en tus brazos. Le confieso.

-A mí también. Ven aquí.

Escondo mi rostro en su pecho y dejo que el silencio nos envuelva disfrutando de nuestra muestra de amor. Eso es lo que él necesita de mí en este momento y si solo puede ofrecerles mis brazos... entonces, aquí están.

-Son más que tus brazos. Dice en mi oído. Me remuevo. - He aprendido a conocerte y en la manera que piensas. Ahora descansa que yo cuidaré de ti.

Cierro los ojos dejándome llevar por un sueño que me llena de felicidad por estar en los brazos del hombre que más amo.

Pov. Christian.

Tengo que hacer que Anastasia deje de preocuparse por mí y en su estado esas preocupaciones no le hacen bien. Sé que mi abuela no estaría muy feliz de verme en esta situación y por ellas no puedo caer este abismo de dolor. El toque de la puerta me saca de mis pensamientos y hago pasar.

-Señor Grey, el protocolo de seguridad de su familia está funcionado. Dice Taylor con la preocupación en su rostro.

-¡Perfecto! Mi padre no tendría cabeza para ocuparse de otra cosa que no sean mi madre y Mia. No quiero que pase algo por no hacer las cosas correctas. Levanto la ceja. -¿Sucede algo, Jason?

-Señor, solo quiero decirle que si en algún momento me necesita... Puede contar conmigo. Dice.

-Gracias. Asiente y sale.

Recargo mi cabeza en el respaldo de la silla penando en mi abuela y todos los consejos que han quedado sin darme.

Se que es la ley de la vida y que todo tiene un inicio y un final, pero como le digo s mi corazón que no siga doliendo por su ausencia. Su pequeña mano acaricia mi cabello y automáticamente me relajo.

-Pensé que estabas dormida. Le digo sin abrir los ojos, disfrutando de su toque. Sin romper esa magia, la acerco a mí y la siento en mis piernas.

-Prefiero dormir en tus brazos. Comenta.

-A mí también. Ven aquí. La cobijo en mis brazos.

Su cuerpo se moldea y su rostro busca refugio en mi pecho. Esa paz nos envuelve llenándonos de esa necesidad que ambos necesitamos. La siento tensarse y sé que la atormenta no ser capaz de darme la paz que mi alma necesita en este momento.

Mi nena no se imagina que la única persona que me tiene en pie en este momento y que sus brazos son mi angla en este mar de profundo dolor.

-Son más que tus brazos. Digo en mi oído. Se remueve incómoda. Cierro mis brazos en su pequeño cuerpo. - He aprendido a conocerte y en la manera que piensas. Ahora descansa que yo cuidaré de ti.

Tarareo la melodía de Hello de Lionel Richie. Siento como su cuerpo se va relajando y su respiración se vuelve pausada.

-Duerme, nena. Estaré velando tus sueños.

Con cuidado me levanto de la silla y camino para llegar a nuestra habitación. Gail sonríe al verme caminar con mi nena en mis brazos. La deposito con delicadeza en la cama y me acomodo a su lado.

-Christian. Susurra mientras duerme.

-Aquí estoy, amor. Susurro en su ido.

Se mueve para quedar encajada en mi cuerpo como si fuéramos una sola piel. Sonrío feliz por tener a mi amor a mi lado.

-No iré a ningún lado, nena. Duerme. Escondo mi nariz en su cabello absorbiendo su embriagante aromo mientras que mi mano acaricia el hogar de nuestro ángel. Dejándome llevar por un profundo sueño en los brazos de mi salvación.

¡Que lo que!

¡Emy ha vuelto!

Espero lo disfruten...

Yo!

Todo cambió en... El crepúsculo al amanecer (2 T USLV) (Sin Editar)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu