Capítulo 18

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Pov. Anastasia 

La mejor manera que podemos olvidamos de los problemas que nos persiguen cada dia, es con la lectura. Porque con ella nos trasportamos a un mundo diferente, lleno de emociones. Con los libros conoces religiones, costumbres, ciudades y diferentes formas de amar. 

Estoy leyendo un libro interesante, porque habla como es la vida de los motoristas, una vida que muchos desconocen y juzgan por su apariencia y no ven más allá de sus sentimientos y la pasión que sienten ellos por los suyos. 

Es una historia de valentía, venganza y sobre todo la lucha de un amor en medio de una forma de vida totalmente diferente que los lleva a ser tan intenso que otros. 

Evangeline no sólo lucha por recuperar a su hija, sino contra el amar animal que ha despertado en ella aquel motero que está rodeado de mujeres (culos dulces). Es una historia que te atrapa y te invita a seguir leyendo.

Cada quien encuentra el amor en el lugar menos esperado y decide vivirlo con intensidad. El mio lo encontré en una avenida mientras corría por preservar su libertad. Esa tarde donde su mirada de acero atravesó lo más profundo de mi alma y me hizo dependiente de su presencia. Ese día se apoderó el miedo de lo que nos podía suceder y el miedo por lo que ese extraño despertaba en mí. Ahora estoy aquí viviendo con intensidad ese maravilloso amor que ambos sentimos.

Mientras Christian realiza unas llamadas estoy acostada en una tumbona al lado de la piscina, mirando como el día le da la bienvenida al crepúsculo y como el juego de colores hace de este día sumamente hermoso y apasionado. Este lugar transmite tanta paz, que me gustaría quedarme aquí para siempre. Desde que llegamos mi obeso del control se ha encargado de con sentirnos y cuidarnos al máximo agregándole a eso todas las formas que me ha hecho suya, de solo pensarlo lo deseo otra vez y otra vez, es imposible cansarme de esto alguna vez...

Siento un beso en mi barbilla, el mismo desciende por mi cuello y una leve mordida me hace gemir, abro los ojos y lo encuentro a él sobre mi, su mirada esta oscura y algo duro presiona mi pierna.

- Verte tumbada con ese vestido, con los ojos cerrados y mordiendo tus labios me da una clara idea de lo que has estado pensando.- Dice con voz ronca.

Mi interior se humedece con la intensidad de su mirada y hace que mis senos se endurezcan y mi boca se seque.

- Y si sabes lo que quiero por que no me lo das.- Acaricio su mejilla con una sombra de barba que lo hace ver más atractivo.

Se que en mis ojos ve el deseo grabado y esa necesidad que tengo de sentirlo, sabe lo que hace y que juego quiere jugar conmigo.

- Pidemelo.- Gruñe. - Cuando mi mano se cuela por su pecho y acaricia sus vellos.

- Hazme el amor en piscina, Christian. - Gimo. 

Sus fuertes manos me atraen a él y sus suaves labios atrapan los míos, haciendo que me aferre más a él.  Mi vestido abandona mi cuerpo y en segundos estoy dentro de la piscina y ni el agua fría calma el fuego que me quema mientras el me hace suya.

El agua se calentó por el fuego que nuestros cuerpos.  Mis gemidos lo insitaban a seguir y sus gruñidos me debilitaban. Nos amamos de una manera asombrosa que nos deja a ambos sin fuerzas y saciados. 

- Esto esta delicioso. - Digo dándole una mordida a mi sándwich de helado de vainilla y chocolate que Christian me sirvió de merienda. El sonríe con ternura y extiendo mi mano y lo llevo a su boca.- ¿Cierto?- pregunto cuando lo veo saborearse.

- Sabroso.- Sonríe y me besa.- Me encanta verte sonreír. Feliz.

- Tu amor me hace feliz. Te amo Christian.- Susurro. 

El helado queda en segundo plano y me permito disfrutar de sus labios, pero el sonido de unos tacones nos hacen separar, levanto la vista y veo a Mia, seguida de Kate y Elliot.

- Sorpresa.- Susurra sin mucha emoción, lo beso y luego me pongo de pie para ir a recibirlos...

La llegada de las chicas trajo consigo mucho movimiento en la casa y no entendía el porqué. Estaban de un lado a otro y no permiten que saliera al jardín. 

Voy en busca de Christian y lo veo hablar por teléfono. 

-Si... espero que todo este como lo soñó.... eso parece perfecto. A las 17h... irá Taylor...

¿Con quien hablará? 

Se da la vuelta y me observa por un momento y frunce el ceño. 

-No puedo seguir hablando. Si. No tarden. -Dice y cuelga.  Levanta una ceja. -Una nueva costumbre de escuchar conversaciones, señorita Steele.

Sin poder evitarlo me sonrojo de una manera escandalosa. 

-No fue mi intención, pero yo estaba... -Las palabras se atascan en mi garganta cuando las lágrimas le dan paso.

Camina hacia mi y su rostro es de preocupación. Toma mi rostro en sus manos y me hace mirarlo. 

-Shhh... No tienes ninguna razón porque llorar. Solo jugaba contigo, nena.

-Estaba sola y las chicas no me permiten hacer nada. Les pregunto que hacen y dice que es una fiesta para la familia y que no puedo agotarme. -Digo en medio de un sollozo.

-Ellas sólo desean que estés tranquila y que descanses. -Dice limpiando mis lágrimas con el pulgar. 

-No estoy enferma, Christian. -Digo algo indignada. 

-Lo sé, nena. Solo tratan que sigas las recomendaciones del médico. 

Pongo los ojos en blanco y entrecierra los ojos al ver mi gesto signo de mala educación. 

-Grey, lo último que hemos hecho en estos días es seguir las indicaciones del médico. -Le recuerdo por lo que hicimos ayer.

Suelta una carcajada, me abraza y besa mi cabeza.

-Tienes razón, pero sabes como es Mía y quiere tener todo listo. Te gustara lo que te están preparando. 

-¿Para mí? -Pregunto sorprendida.

-Si. No te diré más y ahora deja de llorar y déjalas hacer su trabajo. 

Sus ojos me miran con ternura y besa mis labios y no me conformo con un casto y lo atraigo más a mi y sonríe en mis labios.

-Tus labios son más suaves cuando lloras. -Dice mientras baja el cierre de mi vestido para luego caer a mis pies.  -Seguiremos rompiendo las reglas y las chicas se ocupan de tu sorpresa.

-Aaaaaaahhhhh. -Grito. Cuando se pierde en mi interior.

-Calladita o no querrás que sepan que estamos dándonos placer. -Dice con picardia.

-No. -Digo en un hilo de voz.

Nos besamos acallando nuestros gemidos y nos envolvemos en nuestra burbuja donde solo nosotros sabemos estar.

Todo cambió en... El crepúsculo al amanecer (2 T USLV) (Sin Editar)Where stories live. Discover now