Ya es más de medio día y Justin sigue tirado en el suelo durmiendo. Me lavo las manos en la cocina y comienzo a preparar el almuerzo. Genial, yo viviendo con yo misma en casa de Justin, para colmos él ya no trabaja en Mánchester y yo tampoco estudio ahí. Bonito futuro nos espera. Termino de cocinar el almuerzo y lo sirvo en la mesa, tal vez Justin despierte pronto. Me pongo a fregar las sartenes mientras tanto.

Siento un roce frío en mi cadera y doy un salto del susto. Miro hacia atrás y Justin me está abrazando.

─Hola ─susurra en mi oído.

No le contesto, sólo enjuago la espuma de la última sartén.

─Lo hice de nuevo, ¿cierto? ─suspira.

Miro hacia él mientras me seco las mano y se da cuenta que mi mirada es como una bofetada que le afirma que se ha comportado como un idiota.

─Lo siento ─se disculpa.

Me volteo y me abraza con más fuerza. Esto es lo que más odio de mí. Estoy molesta con él, me abraza y ¡listo! No ha pasado nada.

─¿Vas a almorzar conmigo? ─señalo la mesa.

─¿Almorzar? ─abre sus ojos─. ¿Qué hora es? ─pregunta alarmado.

─Casi las dos de la tarde ─mascullo entre dientes.

Camino arrastrando los pies hasta la mesa y me siento. Justin me sigue y miro su torso desnudo y su respiración agitada. No hemos tenido nada desde la noche que venimos, los otros días él me rechaza por las noches y cuando despierta él quiere y yo estoy demasiado molesta para hacer algo. Todo va en picada.

Justin se atraganta con el almuerzo y termina antes que yo de el tercer bocado, se levanta de la mesa y me da un beso en la mejilla antes de subir a la habitación.

Me estoy haciendo demasiado vieja a los 18. Tengo mil décadas de no salir a ningún sitio, esta ya no soy yo. Se me cierra el apetito y tiro a la basura el resto de mi comida, dejo los platos en el fregadero y subo a la habitación.

Justin se está bañando. Deseo estar con él, me quito la ropa y entro al baño, que importa volver a hacer todo el proceso de secado y planchado en mi caebello.

─Jane, ¿qué estás haciendo? ─se alarma Justin.

─Quiero ducharme contigo ─sonrío.

─Estoy a punto de salir, pero puedes bañarte ─sale de la ducha y se envuelve en la toalla.

¿Qué hago? ¿Lo ahorco o lo decapito? No, Jane, no lo presiones. Recuerda lo que le hiciste, es normal que el tipo se sienta así, agradece que vives con él y te está dando una oportunidad.

Recojo mi ropa y vuelvo a ponérmela. Cuando salgo, Justin está metiéndose la camisa y echándose perfume.

─¿Vamos a salir? ─le pregunto.

─Yo sí. Iré a hablar con el comité educacional a que me reintegren en alguna otra universidad. Si quieres sal a ver a Eleanor, o a quien quieras ─se mira en el espejo y baté su cabello con sus dedos.

─Eleanor no me habla, ni nadie más ─le recuerdo.

─Ve televisión, ve de compras o lo que sea. Puedes usar la tarjeta que te di, está en el bolsillo de alguno de mis pantalones ─camina hacia la puerta rápidamente.

─Justin ─lo llamo, él se detiene y se voltea hacia mí─, ven.

Deja caer sus hombros y se regresa hacia mí.

─¿No puedo ir contigo? ─mi voz se quiebra.

─Jane, debo ir solo, volveré pronto, te lo prometo ─asegura, pero no me mira a los ojos. Hace mucho tiempo que no lo hace.

Mala Jane (Justin y Tu)Where stories live. Discover now