-¡¡Maldito!!- comienzo a lanzarle palmadas como loca, me levanto del asiento y busco entre la penumbra mi ropa. Busco la maldita luz interior del auto en el techo pero no tiene, esto debe controlarse desde el volante.
-¿Qué pasa?- dice Justin preocupado. Logro alcanzar mi sostén y me lo pongo- ___TN ¿Qué hice?
-Cállate, no quiero escuchar tu voz- sigo palpando en la oscuridad buscando mi ropa. En mi búsqueda toco ciertas zonas de Justin. Siento algo que no le encuentro forma y me doy cuenta que son los bóxers de Justin, los tiro y sigo en mi búsqueda.
-Mi amor...
-¡Mi amor nada! ¡No puedo creer que me hayas hecho esto! ¡¡¿Soy tu maldito payaso o qué?!! Muy divertido tu jueguito, ¿No?- busco su rostro y halo sus mejillas con fuerza.
-¡¿Pero qué hice?!
No le contesto mientras me pongo el vestido, no encontré mis bragas pero eso no va a detener mi salida dramática. Intento abrir la puerta del auto pero no se abre; mierda, olvidé que las había enllavado.
-Abre la puerta- ordeno.
-¿Dónde vas?- me toca la espalda.
-¡Lejos de tí!- me cruzo a la parte delantera y mi trasero casi queda atorado, por suerte esta oscuro y no me ve.
-___TN, eres muy rara, te lo juro- dice entre risas, si no salgo de aquí lo voy a matar y volveré a mi status de viuda.
Toqueteo todo lo que tengo enfrente y se enciende el aire condicionado, la radio, el velocímetro, la bocina, todo menos las puertas.
-¿Dónde está? Mierda- digo mientras sigo toqueteando todo.
-Pero ¿Qué desastre estás haciendo? Por Dios, ¿Qué edad tienes?- se cruza al asiento de adelante, apaga la música, la luz del velocímetro y todo lo demás.
-Treinta y cinco ¡Abre la mal...-me volteo para gritarle y soy recibida con sus labios. Me sostiene la cabeza con las manos y me presiona su rostro para profundizar el beso y comerme entera. Luego de unos segundos suelta mi boca y yo quedo deseando más.
-¿Ahora me dices por qué estás gritando como desquiciada?- susurra en mis labios y yo estoy embobada.
-¿Te pusiste la ropa?
-Sí.
-Entonces sí podemos hablar- retomo lo que queda de mi compostura- ¿Por qué inventaste todo esto de la amnesia?
-¿Qué? No es un invento- bufa.
-¿Y cómo es que recuerdas lo de la frase? ¡Estás jugando conmigo, Justin Bieber!
-No- ríe a carcajadas- No digas eso- siento su mano rozando mi mejilla- ____TN, en la portada del video de nuestra boda está esa frase, tambien en el reverso de las fotos, en mi anillo de casado, y juraría que en el tuyo tambien...-se acerca y siento su respiración en mi cuello, planta besos húmedos en él y mi piel se eriza- ¿O no?
-Sí- susurro mientras cierro mis ojos dejándome llevar por las sensaciones. De la nada oigo que golpean la ventana y un foco se asoma a través de la ventana. Justin me suelta y mira la ventana.
-Mierda- enciende las luces y abre la ventana del auto, un policía se asoma.
-Disculpe, señor. Esta en zona restringida- dice serio.
-Perdón, oficial. No lo sabía, no soy de Londres.
-¿Me muestra sus documentos, por favor?- me mira.
-¿Yo qué?
-Que me muestre sus documentos.
-Yo no lo conduje.