capitulo 60

2K 78 0
                                    

-¡¡¿Habló con esa puta?!!- mis mil demonios arden como el infierno y mi temperatura se eleva.

-No me has respondido- rueda sus ojos- ¿Por qué inventaste eso?

-Porque soy una maldita celosa- empuño mis ojos y estoy atando todos mis demonios pero está bastante difícil, quiero gritar, matar y llorar de furia. Él frega sus ojos, su molestia sigue y la mía aumenta- ¿Me respondes mi pregunta ahora?- estoy tratando de contenerme, pero quiero gritarle un millón de cosas, pero sé que eso no solucionará nada y no quiero estar mal con él.

-Vamos a dormir- suspira y se dirige de regreso a la cama.

-¿No me va a responder?- mis ojos ya no soportan el peso de mis lágrimas, estoy muy enojada ¿Cómo es posible que le siga importando esa maldita y sobre todo que me reclame por su culpa? La odio, la odio más que a cualquiera en el mundo, y eso que yo odio a todo el mundo.

-Hablemos de esto mañana- me evita por completo y se recuesta a un lado de la cama, me da la espalda y yo muero por acariciarlo. No me gusta que esté disgustado ni molesto, es la primera vez que se pone así conmigo y muero de rabia al recordar que todo fue por culpa de Paulette. No sé si intentar arreglar las cosas otra vez o hacer lo que mi sicópata interna normalmente me aconsejaría ''Eres la maldita mujer que amo'' Eso fue duramente romántico, como yo. Me siento en la cama y entro en ella, acaricio su espalda con mis nudillos y una fuerza dentro de mí quiere disculparse por hacerlo enojar, pero mi médula me detiene <Hasta donde has caído> Me acerco a su rostro y sus ojos están abiertos viendo hacia la pared, no me mira apesar que estoy sobre su rostro. Admiro sus hermosas pestañas mientras parpadea, tiene el ceño ligeramente fruncido y sus labios apretados, lo quiero besar, como nunca pero mi orgullo no llega hasta esos niveles. Estoy muy sorprendida de cuanto me he controlado...Se me viene una idea desesperada <No lo hagas> Tengo que hacerlo <¡Que no!>

-Te amo- susurro en su oído y le doy un beso en él. Relaja su expresión y se voltea hacia mí; me tenso.

-Duérmete ¿Quieres?- murmura y me da en lo más bajo de mi dignidad. Esto es suficiente <Te lo dije, idiota> 

-¿Me haces un favor? No me busques...Nunca más- me levanto y tomo mi bolso, me dirijo hacia la puerta.

-¿Dónde vas?- dice fastidiado- Ven aquí y duérmete, mañana arreglaremos esto.

-Arregla esto, imbécil- le muestro mi dedo del medio y salgo del apartamento. Escucho que se levanta y corro al ascensor, lo cierro antes que salga y caigo en llanto. Maldita sea, esto me pasa por pendeja. Me voy a la mierda. Llamo a Edward, no tengo donde más quedarme. Hermoso primer día en nuevo apartamento.

-¿Se te acabaron los condondes y quieres que vaya a comprarte más?

-No seas idiota. Me peleé con Lí-Sellers ¿Dónde está tu apartamento?

-¿Dónde estás tú?- Le doy mi dirección y llego a la entrada del edificio. El tipo de la porteria me mira morbosamente, tal vez es porque traigo unos shorts de pijama bastante cortos que me hacen congelarme con los quince grados de Mánchester. Luego de siete minutos el tipo se acerca a mí.

-Hola- me saluda.

-¿Se te ofrece algo?- digo secamente.

-¿Necesitas compañía?

-No. Lo que tengo ya lo necesito. Largo- ruedo mis ojos y me cruzo de brazos.

-No seas tan aguada, ven a divertirte- se acerca a mí.

-Ella no necesita tu diversión- escucho la voz de Edward detrás de mí y me rueda con sus brazos. El tipo se aleja, abrazo a Edward y él me besa en la frente. Subo a su auto y conduce serio- ¿Ah sí que hoy hubo guerra en Justincondilandia?

Mala Jane (Justin y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora