Narra TN:
Salí del hospital rabiando, no puedo creer que Jane me haya tratado así, a veces quisiera ahorcarla. Sé que está a salvo con Edward y con Lí-Sellers. Pero debe saber que las drogas la van a destruír, mi hija cae cada vez más bajo; lo perderá todo si sigue así. Mi teléfono suena justo cuando estoy en el aparcamiento.
-¿Hola?- contesto.
-____TN. ¿A qué hora regresas a Londres?- es Perrie.
-No lo sé, Perrie. Jane está quedando más loca que nunca, y con esto de las drogas es un problema más.
-Debes regresar a Londres.
-¿Qué? ¿Te sucedió algo?
-No. Estoy bien, pero necesito que te vengas ya.
-Perrie, son casi las seis de la tarde, aparte tengo que estar con Jane. Dime qué pasa- Perrie me alarma. Algo ha de haber pasado.
-Que vengas ahora mismo te digo, verás que no te arrepentirás- ríe y cuelga. ¿Qué pasa con esta mujer? Siempre ha sido loca pero no más que yo. Marco el teléfono y llamo a Lí-Sellers.
-Hola, señora Bieber- contesta amablemente.
-Hola, Lí. Quería saber si estás con Jane...
-La acabo de dejar con Edward.
-¿Solos?
-Sí, están solos, ¿Pasa algo?- Oh, Dios. Seguro se están lamiendo todo los muy enfermos mentales.
-No los dejes solos mucho tiempo. Quería decirte que tengo un asunto que atender en Londres, me ha caído de imprevisto...¿Puedes cuidar a Jane? Regresaré lo más pronto que pueda.
-No se preocupe, señora. Jane está muy bien cuidada conmigo.
-Ok, si quiere un churro le muestras el que traes en el pantalón y te aseguro que el tuyo le gustará más que cualquier droga- digo seria, estoy hablando enserio. Lí suelta una carcajada y estoy segura que se sonrrojo, ¡Pero, mierdas! ¡¡Hablo enserio!!
-Sí, señora. Mientras esté bajo mi supervisión no va a consumir eso.
-Bueno, según yo había quedado contigo y mira lo que hizo.
-Ya le expliqué como pasaron las cosas...
-Sí, sí, como sea. Ten cuidado, Lí. A mi hija no le pongas los cuernos porque te corto el cuerno que tienes allá abajo.
-Amo a Jane, jamás le haría daño, señora Bieber. Preocúpese por nada, no la lastimaré.
-Por el bien de tu purro espero que así sea, que por cierto, buen trabajo, Lí, Jane no se queja de ello.
-Me alegro- ríe.
-Bueno, nos vemos pronto.
-Buenos días, señora Bieber.
-Odio que me traten como vieja- cuelgo. Subo a mi auto y conduzco hasta Londres; llego en dos horas y media; ir a 120 km/h me relaja.
Llego a Londres y aparco el auto en casa, hay un lamborghini lp640 plateado afuera de la casa ¿Con qué millonario está fajando esta mujer? ¿Será que es Simon? Aparco mi VW Jetta A6 rojo detrás del monstruo y mi auto se siente un cacharro viejo y con el rabo entre las piernas aparcado ahí. Salgo del auto y me paseo por el lamborghini, lo rozo con mis dedos y entro a la casa, todo está a oscuras.
-¿Perrie?- mi voz resuena en eco y enciendo la luz. A los segundos Perrie baja de las escaleras.
-Llegaste temprano- sonríe- Has de haber manejado como una loca.
