Camino por los alrededores del internado, es un lugar grande, aunque es más grande el de Londres.

-¿Por qué tan sola?- doy un salto al escuchar esa voz. La que escucho en mis sueños, la que nací escuchando. Me volteo y miro aquel hombre con el que crecí. Bieber trae el cabello más corto y más rizado, me mira entre las luces ténues de los faros.

-Hola- me limito a contestar.

-¿Cómo te llamas?- sonríe ¿Cómo que cómo me llamo?

-¿Perdón?- me acerco a él y me mira confundido.

-No te había visto antes ¿Eres nueva interna?- ¡¡Está bromeándome!!

-¡Eres un imbécil, Bieber! ¡Mi mamá ha estado muy mal por lo que hiciste! ¡¡¿Cómo pudiste hacernos esto?!!

-Tranquila, niña. No sé que problema tengan tú y tu mamá, puedo ayudarte.

-¿Qué? ¿Me estás haciendo burlas? Maldito irresponsable

-Niña, deberías ir a tu habitación y descansar.

-Papá ¿Cómo pudiste hacernos esto?- mis ojos se llenan de lágrimas.

-¿Por qué me dices papá?- da dos pasos atrás y mi paciencia se colma.

-¿Qué te pasa?

-¿Qué te pasa a tí? ¿Quién eres?- sus ojos se agrandan y me mira aterrado ¿Quién soy? ¿Qué pasa con él?

-¿No sabes quién soy?- niega con la cabeza mientras da otro paso hacia atrás- Que bien. Porque ahora yo tampoco sé quien eres- mis ojos no aguantan más y corro fuera del lugar. Golpeo la pared que tengo en frente y quiero morirme. Moría de ganas de abrazarlo, estar dos meses sin él fue tan duro pero a él no le importó, nisiquiera me quiso reconocer. Quiero matarlo; matarlo y abrazarlo. Caigo al suelo y rompo en llanto ¿Qué me está pasando? ¿Por qué me pasa esto a mí? Meto mi cabeza entre mis rodillas y muero ante cada recurdo que pasé con Bieber. Todos éramos felices, aunque él me arruinara la vida estábamos bien y ahora todo era polvo, ya no quedaba nada de aquella familia; divididos todos. Mi madre en Londres, él escondido, Edward en los cayos del diablo y yo en los intestinos de Lí-Sellers.

-Jane ¿Qué te pasa?- escucho ese acento irlandés que reconocí al instante. Es Laura Bieber, la prima de Bieber.

-Tú tambien nos fallaste, todos los Bieber son una mierda- me levanto y la encaro- Jamás pensé que aborrecería tanto tener esta maldita sangre. Si pudiera me la sacaría toda y se las diera a tragar.

-Jane ¿Por qué me dices eso?- dice alarmada. Me enfurezco más y la empujo, salgo lo más rápido que puedo del internado dando portazos a mi paso y haciendo maniobras en el césped para no caerme. Llego a la entrada del internado y miro hacia los lados, está vacío y oscuro.

-¿Quiere que le consiga un taxi?- ofrece el portero, asiento y él llama, a los minutos llega el taxi y yo subo.

-¿Dónde te llevo?- dice el tipo mientras me mira por el retrovisor.

-Al aeropuerto nacional británico- susurro. Luego de veinte minutos de reflexión vana llego al aeropuerto y regreso a Mánchester en un mini avión de los más asqueroso, pero a estas horas fue lo único que hallé. Salgo del aeropuerto y está lloviendo, encontré un taxi pero me quedé sin efectivo a medio camino y me tuve que bajar de él; el día no podía ser peor. Caminé por lo menos dos kilómetros para llegar al apartamento, seguía lloviendo con mucha fuerza y yo estaba tan molesta que nisiquiera sentía la lluvia. Al fin llegué al apartamento.

-Buenas noches- dice el portero. Lo ignoro y entro al edificio, la recepcionista me detiene.

-Disculpe ¿Vive aquí?

-Sí, vivo aquí- ruedo mis ojos.

-¿Su nombre?- pregunta. Suspiro y me acerco al mostrador.

-Jane Bieber, el dueño del piso es Justin Lí-Sellers; vivo con él.

-¿Cuál es su piso?

-Décimo, tercera- la paciencia me burbujea en la médula.

-No hay ningún piso a nombre de Justin Lí-Sellers ¿Está segura que no se equivocó de edificio?

-¿Hard Red, no?

-Sí, es este...¿No quisiera regresar despues?

-¡Son las dos y media de la mañana! ¿Cómo voy a regresar despues, inepta?- doy un golpe en el mostrador.

-Lo siento, señorita. No la había visto antes y no puedo dejarla pasar ¿Tiene la llave del piso?- Mierda.

-No.

-Bueno, el nombre que me dio tiene vinculación con la propietaria del piso.

-¿Cómo?

-Sí, tienen casi el mismo apellido- ¿Qué putas?- Sellers.

-¿Sellers? ¿Osea que el piso está a nombre de...Paulettet?- Me doy un tiro.

-Sí, Paulette Sellers es la propietaria del piso- Mis mil demonios se baten en mi médula como un licuado de fresa. Corro hacia el ascensor y el tipo de seguridad me detiene antes y me levanta del piso- ¡Suéltenme! ¡Yo vivo aquí! ¡Déjenme ir que tengo que matar a Justin!- me sacan del edificio y me sigo mojando, busco mi teléfono y le marco a Justin, estoy echando chispas por los poros; maldito Lí-Sellers no me contesta. Estampo el teléfono y este se destartala y se moja, lo pateo y regreso a la entrada.

-No puedes pasar- el tipo me bloquea la entrada.

-Yo vivo aquí, maldita sea.

-Eso no puedo saberlo y dijo que mataría al señor Lí-Sellers, no puedo dejar que pase.

-¡¿Lí-Sellers?! ¡Obvio que lo voy a matar! ¡Por favor, vivo con él! Me acuesto con él todas las noches ¡¡Déjame entrar!!

-¿Es su esposa?

-¡Acabo de cumplir 18 años! Mira, mira...tengo pruebas- busco en mi bolso y saco la tarjeta de crédito con el nombre de Justin Zachary Lí-Sellers. Mierda, odio que Justin legalmente sea 'Sellers'. Me dan más ganas de matarlo. El tipo la lee y alza una ceja dudoso- ¡Me dio su madita tarjeta de crédito! Vivo aquí.

-Está bien, ven- abre la puerta y entra al vestíbulo conmigo- Si vive con el señor Lí-Sellers- le dice a la recepcionista me dejan pasar. Aparece una nube de lluvia sobre mi cabeza y me persigue por toda la recepción, entro al ascensor y mis zapatos chapolotean bajo mis pies, mi pelo está mojado y rizado <Como el de Bieber> Me miro en el espejo del ascensor y la chaqueta mojada se pega a mi piel y está comenzando a ponerse incómodo. Se abre la puerta y me dirijo hacia la puerta del apartamento, bajo la alfombra hay una llave, la saco y entro. Todo está oscuro, quizá Justin no está, aunque tengo infinitas ganas de desahogarme o desquitarme con él y que me calme con faje prefiero que no esté para no decirle nada malo y se enoje conmigo más, no quiero que vuelva a pasar. Entro y lo primero que veo me lleva el corazón a la boca y luego a los talones, parpadeo un par de veces no pudiendo creer...¡Es real! Mi corazón se entumece y quiero matar, morir y destrozar...Justin está sin camisa en la cama frente a una chica cabello castaño frente a él, ella le está acariciando el pecho...ella es...Paulette. Mis piernas tiemblan y mis ojos se llenan de lágrimas, no siento mis extrmeidades, pero agarro todas mis fuerzas y camino hacia ellos pero una melena roja con ojos grises de la anda aparece y me interpone el paso, la reconozco; es Jadesy.

-Ahí no tienes nada que ir a interrumpir, muñeca.

Mala Jane (Justin y Tu)Where stories live. Discover now