Cap. 22

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Al fin, Danielle estaría unos días a solas con Justin. Estaba tan contenta, no cabía en sí misma de la felicidad que recorría por todo su cuerpo desde que llego la mañana. Se había levantado muy temprano para darse una ducha, no tenía en mente que sucedería este fin de semana sin tener que ocultarse de nadie, literalmente.

Salió envuelta de una toalla, envolvió su cabello en otra y al colocarse la ropa interior coloco una fragancia por su cuerpo aromatizándolo con olor a vainilla, muy dulce. Busco entre su ropa y saco un vestido floreado de tirantes.

Soltó su cabello y después de peinarlo tomo asiento en su tocador y se maquillo sutilmente, sólo aplico rímel y un labial rosado mate. Justin ya estaba por llegar, sus latidos aumentaron cada vez más.

Al estar lista camino hacia la cocina y antes de dejar su casa por unos días reviso el correo, había llegado ya su invitación para la boda de Justin y Sarah, rodó los ojos y la guardo dentro del horno para no verla por un tiempo.

El timbre sono, Danielle por la contestadora hablo con Justin antes de verse.

- ¿Puedo subir? - pregunto Justin.
- Danielle permaneció en silencio y miro hacia su cama, en donde se había acostado con él por primera vez. No quería que volviera a suceder por ahora y prefirió bajar. - No, yo bajare.

Cuando salió Danielle estaba preciosa, Justin no podía dejar de mirarla de arriba hacia abajo. Dani se ruborizo de inmediato haciendo reír a Justin, éste timo su mano y la ayudo a bajar las escaleras.

- Estoy muy nerviosa, Justin. - dijo ella sonriendo de lado.
- También yo.

Las calles estaban totalmente solas, ya todas las personas o la mayoría habían salido de viaje. Mientras caminaban por un parque Justin se atrevió a entrelazar su mano con la de Danielle, ella sonrojada se soltó del agarré de Justin negando con la cabeza y con una sonrisa tímida.

- Lo siento, es raro estar así en público.
- Como quisiera que no tuviera que ser así. - dijo él colocando su mano en la cintura de ella.

A la media noche ya se encontraban en casa de Justin, un apartamento de soltero que aún conservaba. Tenía una hermosa terraza al aire libre, era algo tan romántico había colocado una colchoneta, en donde estaban recostados boca abajo uno junto al otro. Luces adornaban el lugar y muchas flores de todo tipo. Era el lugar perfecto y más cursi para alguien enamorado.

Justin y Danielle no paraban de reír recordando como eran sus días en la universidad, solían reír siempre, durante las clases tenían pequeñas conversaciones escritas en pequeños trozos de papel.

- ¿Recuerdas aquella vez que estudiamos juntos? No dejabas de reír mientras te contaba todas esas anécdotas graciosas. ¿Sentiste lo mismo que yo? - dijo Justin mientas le miraba con esos tiernos ojos mieles que la derretían.
- Sí, claro.

Justin se abalanzo sobre ella besando sus labios, su frente y luego bajó a su cuello, haciéndola estremecer, su piel se erizó por los besos de Justin, eran deliciosos y muy adictivos.
Él deslizo el cierre de su vestido y ella lo ayudo a retirarlo de su cuerpo, dejando a su vista su ropa interior muy provocativa, color negro con encaje blanco. Se quedo un momento mirando sus pechos, eran hermosos y muy firmes, todo su cuerpo en general.

Se mordió el labio al ver tanta belleza en sus brazos, estaba decidido a hacerle el amor como nunca antes. Danielle desabrocho su camisa y él se desvistió todo lo demás, ella al igual que él mordió su labio al ver lo que había provocado en sus partes íntimas. Retiró sus bragas y sin pensarlo más entro en ella haciéndola gemir y arquear su espalda hacia él, aunque iba despacio Danielle no podía evitar jadear y gemir de placer.

Justin le dedico una sonrisa y bajó hacia sus pechos, mientras ella mordía sus labios y hacia la cabeza hacia atrás. Beso uno y luego en otro dándole la mejor sensación, Danielle paso sus dedos por sus tatuajes del abdomen pero Justin la interrumpía con cada embestida que daba, aumentó la velocidad provocando que gritara y se pudiera escuchar en todo el vecindario, pero no importaba estaban llegando al máximo cuando ella pidió más y más, suplicaba que fuera más duro y agresivo, mostrando una fase que él no conocía pero que lo estaba volviendo loco de placer, Justin embestía tan rápido que la fricción comenzaba a doler, pero se sentía tan bien, comenzó a besarla apasionadamente sin detenerse hasta que llegaron al límite.

Sus respiraciones eran agitadas y fuertes, Justin beso su frente sin importarle el sudor, ambos estaban agotados. Sin duda ella lo había llevado al máximo placer, como ninguna otra no sí quiera Sarah lo había hecho.

Capítulo largo porque las amo 💕
Y quise darles una sorpresa, ya empieza lo bueno jaja así que las que han votado y no han comentado háganlo, me gustaría mucho verlas opinar y que me digan que les parece.

El novio es mío - J.b Where stories live. Discover now