Narrador Omnisciente.
Solange x Troy.
(Sagiuro).
Los chicos se había decidido a salir y explorar la ciudad, los habitantes eran personas que en su mayoría eran groseras y sin mucha gracia, ¿saben a lo que me refiero?, pues a esas personas a las que les dan una razón para vivir y no la toman, viven sólo porque eso es lo que se supone que tienen que hacer, y les da miedo morir porque creen que es algo completamente horrible.
Solange no lo veía así, admiraba todas las construcciones incluso si estaban al punto de dar la impresión de que en cualquier momento podrían colapsar, le había ido muy bien admirando todo a su alrededor hasta que le golpearon el hombro y alguien tomo su mano.
No podía hace más que mirar al frente y evitar que Troy la atrapara al sonrojarse, bien, explicaremos esto un poco, mientras que Gale y Venus estaban dedicándose a esconder su amor y luego resolverlo y declararlo, ellos habían sentido una conexión desde que se conocieron, pero era muy buenos escondiéndose y decidieron estar juntos.
¿Por qué? Porque se habían sentido tan cerca el uno del otro mientras los de CRUEL los tenían atrapados en la rutina que decidieron que si tenían poco tiempo querían compartirlo, tomar decisiones que a pesar que parecieran apresuradas, eran las mejores, porque uno nunca sabe cuándo puede ser el último día
Al final de la calle encontraron una cafetería, lo cual era bueno ya que todos los chicos tenían hambre y había encontrado una billetera con mucho dinero en el cuerpo de un hombre cuando llegaron, y si, en la ciudad habían mucho cuerpos a los cuales nadie les ponía atención amenos que el olor ya fuera insoportable.
Pero tenían que vivir con eso.
Los chicos entraron, ordenaron lo único bueno que había en el menú, casi nada, y se sentaron en una esquina mientras miraban como un señor enloquecía por la mala atención de un empleado que en realidad era muy amable y gentil.
—Tengo un poco de miedo—susurró Solange, sólo para que Troy la escuchara, este volteo hacia ella y le sonrió, apretando su mano.
—Sólo es un señor desesperado, no va a pasar nada—trató de tranquilizarla pero ella no estaba muy segura.
—Troy, en realidad parece demasiado fuera de lo normal.
—Pero supongo que es normal, digo, yo estaría así de estar sólo en estos tiempos, sólo no lo mires ¿sí?—le acarició levemente la mejilla y le dio un beso fugaz.
—¡Oww, son tan lindos!—exclamó Amelie, emocionada—amo la pareja que forman ustedes dos.
—Estoy de acuerdo—dijeron todas las chicas al mismo tiempo.
—Sólo cuidamela—exclamó Samuel, de forma autoritaria.
—Claro, capitán—dijo Tauro haciendo una seña militar.
Pero su atención la captó de nuevo el señor que cada vez parecía enloquecer más, de momento sus ojos parecieron más rojos e idos de lo normal, estaba aventando cosas, pateando sillas y gritando a todo pulmón mientras su mirada no dejaba de posarse en el chico que antes lo atendía.
Entonces todo pasó demasiado rápido, mucha gente en el interior y exterior del local corría despavorida, una chica que se veía, al parecer amiga del chico grito "¡Un Crank!" y corrió hacia su amigo para sacarlo de ahí.
Tal hombre arremetió contra una señora que corría hacia la salida, la lanzó contra la ventana y se aventó en esta, la mordió, la golpeó en la cabeza y jalo de su brazo tan fuerte que la mujer parecía no poder moverlo, la fuerza que antes ponía ya no estaba ahí.
