Narrados Omnisciente.
Gina x Aiden.
(Arieminis)
Después de dos horas de viaje los chicos divisaron la ciudad de la que los guardias hablaban, dieron varias vueltas a un kilómetro de distancia debatiéndose entre aterrizar o esperar, pero no sabían que era lo debían esperar así que después de 5 minutos peleando y regañándose los unos a los otros aterrizaron y salieron del pájaro tan rápido como alguien puede decir un "Rayos".
Gina miraba de reojo a Aiden cada que podía, no sabía porque ese chico le intrigaba tanto, incluso desde el momento que llegó al área él fue muy amable con ella, pero últimamente no le ha dirigido la palabra y eso le ha dolido, No porque fuera el único con el que hablara o con quien tuviera una fuerte relación de amistad, pero si era el único que podía hacerla sentir a salvo.
Ella no sabía lo que sentía y le daba miedo que cada vez que pensaba en que él podría estar odiándola en este momento quería llorar y gritar sin que nadie la escuchara más que ella misma, ese sentimiento, era nuevo y extraño, algo que creía que no podía sentir.
Por su parte Aiden estaba intentando distraerse para no pensar en Gina, todos habían decidido que lo mejor sería caminar sin gastar energías a la ciudad y él había tomado rápidamente a Cole para que caminaran juntos, él sabía cómo distraer a un amigo cuando está confundido por algo, para la suerte de Aiden esta vez él no sabía si sentía lo que creía y tenía miedo de tal cosa.
—Creo que te gusta—Admitió Cole con una sonrisa de lado, a lo cual Aiden rodó los ojos, sin evitar sentir los latidos de su corazón ir más rápido.
—Pero....—No terminó, puesto que Cole lo interrumpió.
—Creo que te gusta y que tú le gustas a ella—Se calló por un momento hasta que rodó los ojos al ver la cara de Aiden—Y deberías explicarle porque no le has hablado.
—No creo estar preparado para eso.
—No sé si te has dado cuenta Aiden, pero el tiempo está contado y todo lo que te queda es ir y explicarle porque le has dejado de hablar sin explicación o morir sin saber qué es lo que ella piensa.
—Odio que tengas razón—Bufó Aiden, cruzándose de brazos.
—Yo siempre tengo razón—Dijo cortante, para después dejar de hablar.
Después de media hora caminando mientras Gina miraba cada 5 segundos a Aiden y este pensaba en cómo decirle a aquella chica que quizá estaba sintiendo algo fuerte por ella, llegaron a la entrada de la ciudad, la cual parecía más destruida viéndola desde abajo que de arriba, pero todos lo< chicos pensaron que si esto era lo mejor que podía conseguir en la vida que les quedaba entonces lo iban a tomar.
Porque ser y parecer experimentos ya era algo que sabía y lo que tenían que evitar, pero también deberían protegerse.
Para Aiden las personas que veían pasar por las calles de la ciudad eran extrañas y peligrosas, por eso dejó a Cole atrás para caminar junto a Amelie que convenientemente estaba atrás de Gina y está a su vez estaba atrás de Ava, entonces sonrió victorioso al poder estar al pendiente de las dos mujeres a las que quería proteger.
Gina tenía miedo y se sintió completamente segura de que Elsa (quien estaba a su lado) le haya dicho que Aiden estaba detrás de ella, quizá a él no le importaba Gina o eso era lo que pensaba pero se sentía segura sintiéndolo tan cerca, cuando se enteró de eso las persona dejaron de resultarle intimidantes o amenazantes, sólo eran personas sobreviviendo.
—Gina—Alguien captó la atención de la chica detrás de ella, por lo que esta se distrajo por un segundo y eso la hizo chocar con un extraño, a su lado, el hombre que había caído se paró de repente con una mirada furiosa acercándose a la chica.
—¡¿Qué es lo que te pasa, niña idiota?!—Dijo este empujándola, a lo que ella chilló y cayó hacia atrás golpeando su cabeza con un poste que estaba en la orilla de la calle—¡Deja de ser tan estúpida y mira por donde vas!.
—¡¿Quién se cree usted para gritarle, hijo de puta?!—Gritó Aiden enojado, poniéndose delante de Gina de forma protectora y empujando al señor quien parecía más enojado que antes.
—Yo tengo el derecho—Exclamó, completamente rojo.
—Así como yo tengo el derecho ¡De partirle la maldita cara estúpido señor, bola de grasa!.
—A mí no me grites huérfano estúpido—Dijo este dándole un fuerte golpe en el ojo a Aiden para después irse, no sin que Cole y Ezra lo pararan por un segundo y lo hicieran quedar sin aliento, para al finar chocar los cinco.
Después de unos minutos los chicos estaba ayudando a Aiden a pararse junto con Gina, pero a Aiden no parecía importarle que su ojo comenzara a hincharse y a ponerse morado, porque de inmediato hizo que nadie le hiciera caso y que comenzaran a caminar a ningún lugar de nuevo, para él ayudar a Gina a no marearse mientras caminaba era lo importante.
le tendió la mano a Gina quien lo miró sorprendida por un segundo antes de tomar su mano y pararse, luego de esto él la tomó por la cintura lo que hizo que la chica se tensara y que sus mejillas se pusieran tan rojas como un tomate, él sólo podía disfrutar de la forma en la que se sentía su piel y pudo sentirse orgulloso de usar ese pretexto para poder sentirla.
—Creí que me odiabas—Dijo ella susurrando, mientras tomaba su cabeza cerrando ligeramente los ojos.
—Lamento no haberte hecho mucho caso desde que salimos del área.
—Espero que tengas una buena razón—Sonrió—Porque dejarme así, pensando que ya no quería tener ningún tipo de relación conmigo realmente me ha dolido.
Un pinchazo en el corazón de Aiden se hizo presente, y los ojos de Gina comenzaban a picarle.
—Y me siento muy mal por haberte hecho sentir así—Mordió su labio—y acabo de hablar con el muy alentador Cole para que me dijera que debería hacer.
—Hablar, ¿Qué no es obvio?—Dijo ella riendo, a lo que le sacó una pequeña sonrisa triste a Aiden—Quiero saber tus motivos ¿entiendes? Pero no te voy a obligar a que me los digas.
—Quiero hacerlo, pero...—Lo interrumpió.
—Está bien si ahora no quieres, no te están apuntando con una pistola ni nada, y tenerte de vuelta es lo que ahora me basta.
—Eso es lo mejor que pudiste haber dicho—Susurro Aiden—Pero tengo que hacerlo, si no es ahora será pronto, porque no tenemos toda la vida.
—Quizá si la tengamos—Habló Gina después de un minuto de silencio—Gracias por defenderme, no tenías que hacerlo, ese hombre no se merecía tus palabras ni los golpes de los chicos, no vale la pena.
—Vale la pena si tengo que protegerte, A ti o a Ava.
—¿Y a las demás?—Preguntó Gina arrugando la nariz.
—Ustedes son más importantes que cualquier otra chica para mí, y estoy seguro que para cada chico una o dos de ellas los son igual.
—Tu ojo está de verdad hinchado—Rió Gina, tocando con delicadeza el ojo de Aiden, que se quejó de dolor—debemos encontrar algo antes de que se infecte.
—No importa, ¿tú te sientes bien? ¿No te duele la cabeza?
—Te preocupas demasiado cuando tú estás peor que yo—Bufó Gina, rodando los ojos—Debes dejar de hacerlo, sé cómo cuidarme sola .
—Sí, pero yo sé cómo curarte—Sonrió Aiden—Eso es algo que tú no sabes hacer y es el medio por el cual yo te puedo proteger.
—Eso espero—Murmuró Gina, Abrazando el brazo de Aiden dejando poco espacio entre ellos.
