Asa Pov.
||—Por favor, Gina, Tienes que hacer todo lo posible por recordar y te prometo que yo haré lo mismo, ayúdalos a ellos tanto como yo planeo ayudarlas—Susurré solo para ella, la chica apretó los ojos conteniendo las lágrimas y asintió débilmente.
—Todo fue nuestra culpa, lo hicimos nosotros, todos nosotros—Habló Gina con la voz quebrada—Los últimos debieron ser ellos, sabrían que hacer—tomé entre mis manos su cara y la di un beso en la frente.
—Está claro que nosotros debimos ser los primeros, Gina, y los primeros debieron haber sido los últimos, pero ahora todo depende de nuestras decisiones, y las de ellos.
—Asa, Tengo tanto miedo-Gina apretó los ojos para después mirar hacia atrás, la puerta que la esperaba estaba abierta—Extraño tanto a Aiden....Pero él no me recuerda, y ahora no lo recordaré yo a él, y mi hermano, él tampoco me recuerda.
—Nadie recuerda a nadie—Murmuré—Pero los volverás a ver, no creas que a mí no me duele que después de cruzar por esa puerta—apunte al otro extremo de la sala con mi cabeza—No recuerde quien es mi hermana, ni siquiera quien es.....—Trague saliva.
—Pero es diferente en una sola cosa Asa—Lloriqueo Gina, y me abrazo fuertemente—A ella tú la viste por última vez ayer, mientras yo—Se hizo un silencio en la sala, sabía que dolía, recordar dolía.
—Es hora—Susurre y le di un beso a la cabeza de mi mejor amiga, ella asintió soltando un sonoro sollozo y los dos fuimos a cada lado de la sala, cada uno se metió por la puerta que le correspondía, nos dijimos adiós por última vez, y cuando las puertas se cerraron, Olvidé. ||
Mi cabeza dolía, y un par de murmullos se escuchaban a lo lejos, no podía abrir los ojos pero sabía que ni siquiera recordaba que había pasado antes, en mi mente ya no había nada más que mi nombre y puro blanco, mi pecho sentía el latido de mi corazón como algo abrumador y doloroso, mis manos temblaban ligeramente y mi boca estaba entreabierta por falta de aire, sentía miedo, pero podía controlarlo.
Cuando al fin pude abrir los ojos, una chica castaña entró por la puerta, seguida por otra de unos profundos ojos azules que se quedó en el umbral de la puerta mientras la otra se sentaba delante de mí, me miró por unos segundos y suspiró pesadamente, tenía algo entre las manos, era un papel, y esta parecía incómoda al tenerlo entre las manos. La chica de ojos azules cerró la puerta detrás de sí pero no se movió de su lugar más que unos centímetros y posó su mirada en mí, sonriendo de lado.
—Soy Carter—Habló la chica que estaba sentada a mi lado—¿Y tú eres....?—Dejó incompleta la pregunta, entonces abrir los ojos como platos, al momento de reaccionar.
—Soy Asa—Arrugue la nariz intentando recordar algo más, en vano—Y ya no recuerdo nada más.
—Nadie lo hace, nuestro nombre es lo único que nos dejan conservar—Sonrió hacia mí, de una forma que me reconfortó—Supongo que tampoco recordarás porque tenías esto en las manos cuando apareciste aquí—Me mostró el pequeño papel que tenía entre sus dedos, el cual yo tome y extendí, si bien no recordaba porque, yo sabía que es lo que estaba escrito ahí, y que no era nada bueno.
"Él es el último" Es lo que rezaba el centro del papel, con letras de tinta negra que mostraban una caligrafía impecable y elegante, mis manos temblaron aún más al ver el papel, pero logre disimularlo, pero si bien la chica de ojos azules no logró captarlo, Carter lo hizo de inmediato pero no le tomo importancia.
