Samuel Pov.
Las montañas estaban a unos 25 kilómetros de distancia, por lo que podíamos recorrerla perfectamente en un día, pero el plan según las chicas sería hacerlo en tres, ya que nos daría tiempo de conocer mejor el perímetro y alejarnos de las zonas de alerta donde hubiera pasos extraños. Los chicos se opusieron, hasta que se dieron cuenta que tratar de hacer todo en un día a pesar de que parecía más lejano nos había dejado más lastimados que cualquier otra cosa.
Lo que más me sorprendió de las chicas, es que al principio parecían mandonas e incapaces de aceptar que nosotros quisiéramos ser de ayuda, en realidad estaban bastante abiertas a las opiniones, aunque Luka y Carter de vez en cuando discutían por cuál era el mejor movimiento, está dejaba que todos opinaran, incluso se lo permitía a nuestro líder que parecía molestarle y ponerle los nervios de punta. Pero es que las voces de aquellos dos líderes eran las que se escuchaban más, a pesar de que había muchas sugerencias de los hermanos Stewart.
Ellas había casi colapsado cuando supieron que habíamos perdido toda nuestra comida, pero lo aceptaron y pronto dejaron que tomáramos de la suya. Todos estábamos en silencio, tanto que me aburrí al instante, quizá había un par de susurros, pero no pasó nada hasta que oí como comenzaba una charla entre Venus y Gale.
—¿Tu de verdad piensas que podríamos sobrevivir sólo con una manzana cada uno?—preguntó la chica.
—¿Por qué no? Siempre se puede intentar algo nuevo—escuché hablar a Gale, por lo que rodé los ojos
—Las defensas en tu cuerpo pueden bajar y segundos después estarás tendido en el suelo inconsciente y no creas que yo voy a ayudar a llevarte
—No te lo estoy pidiendo, Linda—rió el chico, guiñando el ojo hacia Venus
—No me digas linda nunca más en tu vida—dijo esta con un dedo apuntándolo y con una mirada dura
—Como quieras bebé.
-¡Oye! Cuidado con mi hermana idiota—Dijo Vince apareciendo de repente
No quise escuchar más, esto del amor resultaba extraño para mí, incluso creo que eso realmente no lo era y Gale sólo lo hacía por molestar, pero desde que vio a Venus no pudo despegar su mirada de ella, aunque ahora parecía comportarse más como un idiota que como él mismo, ni siquiera Ezra podría ser así, y bueno, yo desde que llegué al área pensé que el último nombrado sería el más cabrón.
Me maree, por tantas emociones combinadas en este mismo día, realmente no me había apetecido hablar mientras los demás parecían estar en una batalla ruidosa consigo mismos, incluso compartían muchas cosas con sus hermanos, riendo y llorando, cruzándose de brazos y luego agitandolos como si de pronto hubieran recordado algo emocionante.
Mi hermana también me hablaba de sus emociones y yo trataba de escucharla atentamente y comprenderla aún si me costara hacerlo, realmente me había sentido muy feliz al verla y saber que ella es mi hermana, es una chica muy bonita y que parece muy fuerte, justo cómo yo habría soñado a alguien de mi familia, y claro que no la cambiaría incluso si me dijeran que tendría que morir a manos de los cranks si no la dejaba a ella.
Es decir, es lo único que me queda de lo que antes era mi vida, y fue lo mejor que me pudieron haber dejado para recordar que antes de olvidar yo realmente era alguien, que era importante para al menos un persona. Desde que supe que tenía una hermana me gustaba pensar que no para todos fui sólo un experimento.
Estábamos a punto de salir del edificio, todos revisaban que no les faltara nada y al final salimos a lo que parecía el espacio más caluroso del planeta, apenas toque la arena las gotas de sudor invadieron mi frente y mi espalda, era cómo que todas mis fuerzas al salir de aquel horrible edificio se fueran.
Pero seguí.
Por un lado porque no teníamos más opciones que hacerlo, y también porque no quería quedarme y ser comida de cranks o lo que sea que esas cosas hagan con alguien inmune o una persona lo suficientemente cuerda hasta donde yo sé que los cranks pueden llegar a ser. Y espero que no encontremos a esos monstruos que están totalmente locos y desquiciados, con la mente hecha polvo y la ausencia de la lógica tan marcada.
Esa lógica perdida debe de ser algo por lo cual preocuparse, pues realmente no diferenciarían lo malo de los bueno y, al ser tan agresivos, si nos encontrábamos con uno de esos estaríamos perdidos y seguro nuestra garganta quedaría a un kilómetro de nuestro cuerpo, ya saben, lo normal.
No, no estaba espantado y con un miedo tan grande que no me dejara moverme, sólo no podía con la idea de que mi hermana sea más capaz de defenderse a sí misma que yo, principalmente porque ella no fue la penúltima en llegar al área y estaba en el grupo de chicas en el cual veían normal pasar más de una semana completa encerradas en el laberinto sin un rasguño
—¿Pensando mucho?—escuché a Solange preguntar detrás de mí, con una sonrisa de lado
—En muchas cosas en realidad-suspiré algo cansado
—¿Cómo en que?
—Como en que no soy bueno para entender el amor pero sé que Gale no suele ser así de estúpido como lo fue con Venus
—Cuando entienda tus insultos tal vez me querré reír más—Alzó los hombros
—Eres mi hermana, se supone que debes de entenderme
—No todo el tiempo—me sonrió de lado—Pero sé que eso de que no entiendes el amor es en parte verdad, aunque Lara lo entiende muy bien y no ha dejado de verte, creo que deberías pedirle tutoría y de paso unas clases prácticas para que te enseñe como besar
—Que graciosa—Rodé los ojos—No creo que lo que digas sea verdad, pero te agradezco que me hagas sentir guapo
—Se me va a pegar lo Libby en este momento, pero eres mi hermano y si yo soy hermosa tú también lo eres, bueno, guapo.
—Creo que nuestros padres nos hicieron de diferente manera—reí al decirlo, y tome las cuerdas de mi mochila jalándolas y manteniéndolas, y así sucesivamente.
—Según tu ¿Cómo?
—Pues para empezar tú fuiste la que los obligó a casarse porque mi padre dejó embarazada a mi madre, perdón, nuestra madre—La miré de reojo y continué—después se enamoraron de verdad y me hicieron con mucho amor
—Idiota—rió ella, pegándome ligeramente en el hombro
—No te enfades conmigo—alce las manos contra mi pecho—Enfádate con ellos, no fui yo el que tuvo acción en un día de copas desenfrenadas sobre una mesa, por cierto, creo que la rompieron porque saliste un poco demente.
—Tonto—rodó los ojos, pero no pudo evitar reír—no puedo creer que seas mi hermano
—Yo sí lo creo, debes sentirte afortunada de tener un hermano como yo, tan carismático—Pasé mi brazo por su hombro—porque yo me siento afortunado de que tú seas mi hermana
-¿A sí?
—Pues claro, tengo una hermana con el don de curar personas, espero que no me cobres la consulta—guiñe el ojo, soltando una carcajada
—Creo que se te olvida que no estamos en el mundo en el que solíamos vivir, y me sorprende que recuerdes esas cosas, y que yo también las reconozca
—Ya, ya, lo siento hermanita.
De ahí en más no seguimos hablando, pues ella dijo que eso sólo hacía que las personas se cansarán más fácil, aunque hablar con ella sólo me había despertado, era divertido hacer que riera y ver como parecía agradarle que lo hiciera, a mi parecer ella con eso se convirtió en la hermana perfecta, la mejor y la única, aunque ahora tuviera una nueva familia.
