Eternas (Portiñon)

Capitulo 9 "Cita o Salida"

En más de una oportunidad Effy quiso excusar la actitud de Anahi, no entiendo porque si tan solo tenía semanas de conocerla. La verdad pienso que la pelirroja debió ponerse de un solo lado y cual era este, únicamente el mío los años de amistad hablaban por si solos o por lo menos eso pensé hasta que ella comenzó a salir con frases como "Tienes que entenderla" "No es tan fácil" "Deberías ponerte en sus zapatos" pero quien demonios me entendía a mi? quien se pondría en mis zapatos? No solo mis padres fueron testigos de cómo a través de los años me mantuve siempre al pendiente de Anahi, también Effy y hasta Elsa que enojada para esa época me reprimió por dejarla por una mortal. Lo mejor que hice fue guardar silencio, conteniendo así el posible remolino de malas palabras que estaba a punto de soltar, baje la cabeza mientras terminaba de vestirme para la salida con Maite Perroni, una chispa de duda surgió al escoger la vestimenta pues era algo normal no tenia idea cual era el destino de este encuentro es decir, muchas teorías crecían ya que los mortales suelen visitar restaurantes, otros algunos cafés y los mas sencillos regalarle unos cuantos pasos al centro comercial de moda. Pero como la verdad no sabia en que dirección iría este sábado, me decidí por un simple jeans claro bastante ajustado, que hacia juego con una blusa semiformal color rojo profundo de botones oscuros los cuales solo deje sin abotonar los tres primeros.

Ya tenía en mi poder la dirección de Maite y sin despedirme abandone mi casa hasta llegar a mi coche, el cual aguardaba estacionado en el frente. Desactivo la alarma y sin esperar subo en el, cuando de la puerta de en frente sale sonriente el señor Puente me saluda e intentando parecer lo mas educada posible le regreso su saludo antes de subir al auto para luego encenderlo. Muevo la palanca y comienzo a conducir, aparecen como imágenes consecutivas en mi cabeza, cada cumpleaños de Anahi, cada regalo que me dedique a enviarle, cada sonrisa que logre sacarle acelero un poco después de esquivar algunos coches. Había tomado como una costumbre anual enviar un regalo sin tarjeta a la casa de la familia Puente justo la fecha del cumpleaños de la rubia, los primeros años los padres sintieron un poco de temor por no saber quien se atrevía a complacer a su bebita, pero luego se acostumbraron incluso podría decir que crecía una expectativa enorme por su parte cuando la mencionada fecha llegaba. Detengo el coche en un semáforo en rojo y doy un vuelco atrás al recordar como me las ingeniaba para verle el rostro a Anahi justo en el momento que miraba su obsequio, tomando en cuenta que no podía pisar su casa sin previa invitación por supuesto, era un juego con un riesgo peculiar. Vuelvo a ponerme en movimiento y giro el volante a la derecha, para cruzar hasta uno de los caminos mas lejanos del pueblo, bajo un poco la velocidad para así poder leer los números de las casas y me detengo justo cuando leo el "435" listo, apago el motor pero en lugar de bajarme decido evitar el molesto ritual de bienvenida así que solo saco el celular y le mando un mensaje de texto. Indicándole que ya había llegado, no pasan ni diez minutos cuando veo salir a una sonriente Maite Perroni y sin siquiera esperarlo sube al asiento de copiloto, sonrío por la leve impresión que logra captar en mi. Pues tengo que aceptar que se ve hermosa, creo que hasta este segundo es que comienzo a notar lo bien que le queda esa cabellera oscura, su rostro esta maquillado a la perfección algo que puede resaltar no solo su piel si no esa mirada que a cualquiera puede hipnotizar. Decido bajar la mirada un poco para encontrarme con la camisa de tirantes que deja a todo su esplendor sus llamativos senos, la boca se me pone seca cuando la escucho carraspear y sintiendo un poco de vergüenza al ser descubierta regreso la mirada hasta sus ojos.

Por un momento pensé que entrarías a mi casa, no se para que así conocieras a mis padres –Acepta- Aunque claro con ese mensaje, de "Ya estoy aquí, nos vamos" me dejaste claro que contigo no van los formalismos –Sonríe amablemente

No es eso –Negó con la cabeza- Quiero decir, pensé que podríamos dejar eso para la noche aunque no se tu me dices que prefieres? –Pregunto Dulce