Capitulo 7 "Muchos Días"

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El primero fue como la leve punzada de una aguja en el dedo índice, el segundo se sintió sutil pero a la vez doloroso, mientras el tercero se hizo presente como una de las peores tormentas que jamás se halla apreciado. Y así fueron pasando los días, cada uno de ellos los describía de la manera más explicita que encontraba intentaba encontrar respuesta a todo este sentir, desahogaba el dolor que me impedía disfrutar de su compañía con letras, con palabras, con pequeños escritos que me permitían plasmar en una hoja de papel lo que ese sentimiento sin remota compañía permitía explorar. Me conocí, lo conocí después de quince días torturándome buscando cual era la mejor forma para abordar este asunto, como si no hubiera bastado los años que tenia a mi espalda precisamente atrás de su espalda, viviendo sin vivir, mirando sin ser mirada, esperando sin ser esperada, cuidando y protegiendo sin esperar nada a cambio, como si un simple "Gracias" me importara, no claro que no y no quiero parecer inconforme la verdad es otra, de hecho siempre me sentía mil veces mas agradecida con su sonrisa. Antes que una palabra su mirada me permitía disfrutar de todo su mundo, no podía negarme que a través de ellos mismos hasta la peor guerra mundial se podría observar de una manera distinta. Su azul me permitía volar, podría despegarme del suelo o de la realidad que no se aminoraba a mí alrededor.


Había sido parte de un retiro, como la señora Stacey decidió llamarle un muy largo retiro como yo lo veía. Algo que me sirvió no solo para superar la pérdida de mis padres un poco, sino también para comenzar a trabajar en lo que para ayer no parecía importante aquel poder que sin dudarlo había dejado pasar a segundo plano cosa que me hizo arrepentirme después de todo, una de las frases repetitivas que decían en mas de una vez algunos mortales se hacia presente. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy, muy a pesar que ese mañana se hizo tardío no me di por vencida y de la mano de la madre de mi pelirroja mejor amiga comenzamos a trabajar en el, no importaba que ella no tuviera este poder eso no era impedimento ya que lo único que seguía era los diferentes parámetros y pasos si podía llamarlo de alguna manera para mejorar mi destreza en el tema de las premoniciones. Dicho sea de paso también fui participe de mas de una clase de defensa personal dictada por una de las mejores especialista en ese tema Stacey, me dejo claro que algún día se cruzarían frente a mi algún caza vampiro y entendiendo que aquellos mortales llegaban a ser inferiores que nosotros por algunos poderes en muchos casos no hacia falta utilizarlos para vencerlos. Los padres de Anahi y hasta la misma rubia se preguntaban quien era la mujer seria de cabellera oscura, pero adelantándose a futuros cuestionamientos Effy presento a su joven madre, siendo admirada no solo por la belleza sino también por la forma en la cual se mantenía conservada Stacey para sus, cuanto fue que dijeron? A si cuarenta años. Cuando la realidad era que su edad casi superaba las tres cifras. Y después de tantos y pocos acontecimientos, me encontraba en el sótano de la casa en lo que en un principio se creo para que hiciera parte de un laboratorio, donde yo me desempeñaría laboralmente, olvidando mis supuestas labores me encontraba sentada en un asiento, recostando ambos brazos en un mesón cubierto de una extensa cerámica color blanca que podía aturdir por tanto brillo, pensaba cuando era el día que este retiro llegaría a su fin, concluía que no podía pasar otro día mas ocultándome, no lo soportaría.

El sonido de la puerta llamo mi atención, fije la mirada en esa dirección para ver como la madre de Effy entraba al pequeño laboratorio. Abrió uno de los cuatro refrigeradores especiales que allí se mantenían y con una mano tomo una pequeña bolsa de sangre tipo "A" negativo su olor era inconfundible. Dio no más de seis pasos y se sentó frente a mi, golpeo levemente el mesón y frente a sus ojos como a los míos apareció un vaso de cristal decorado con una ligera franja de color azul perteneciente al juego que descansaba en la cocina. Con una mirada me ofreció pero negué, no tenia ganas lo admito ella por su parte rompió la bolsa para luego vaciar toda la sangre en el vaso. Detallo como sus colmillos desean salir, pero son retenidos inmediatamente al levantar su bebida y dar el primer sorbo.

Eternas (Portiñon)Where stories live. Discover now