Capítulo 27: Revelaciones.

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Sarah.

¿Debería prestar atención a la clase o a mi estómago que me ruge por dentro?Quedan cincuenta minutos. Sólo cincuenta gloriosos y largos minutos para el toque de timbre y salir a la cafetería por algo para comer, siento que mi estómago está rugiéndome y suplicando que lo llene con algo. En sí, eran puras imaginaciones mías pero en verdad moría por una hamburguesa o lo que sea que se me pase por al frente estoy dispuesta a devorarlo.

Mike podría ser.

Entorno los ojos por la voz de mi interior. Disimuladamente veo de reojo el asiento desocupado dónde se suponía que debería de estar Mike, pero no. Al parecer creo que se quedó dormido o simplemente no quiso venir, ugh, quisiera poder faltar yo también un día pero resulta que en este instituto si faltas un día pasan miles de cosas y cuando te decides a venir no pasa nada fuera de lo ordinario.

Volviendo al tema de Mike, me sorprende que no haya venido, osea cada vez que llego a clases veo su mochila en el puesto de siempre. No es que ande pendiente de él pero era habitual verlo siempre ahí conversando con Jack y ahora no.

Siento una mirada encima de mí que me provoca confusión por saber quien me está mirando. Aparté la vista del asiento de Mike y la posé en Sophie, quién como era de imaginarse, me estaba mirando, ¿por qué lo hará? ¿Y por qué rayos está sentada al frente y no atrás como solía hacerlo siempre? ¿Será por algo que tenga que ver con la ausencia de Mike?

A lo mejor no quería sentarse sola.

Podría ser, pero también está la posibilidad de que se haya enterado de lo que pasó con Mike en su fiesta. Había chicos ahí y quizá cercanos a Sophie, probablemente le hayan contado y eso explica su mirada fulminante hacia mi. Si es que se enteró, siento la necesidad de pedirle disculpas, porque en verdad ella no se merece que su novio le haya sido infiel ni mucho menos aprovecharse de ello estando ella bajo las consecuencias del alcohol y no estar presente.

En serio me siento una verdadera basura por haber sido partícipe de una infidelidad, osea, es algo que jamás quisiera que me pase a mi. Por nada del mundo quisiera que me sean infiel, aunque ya me ha pasado, y sé lo doloroso que es sentir esa presión en el pecho y esos pensamientos que te carcomen por dentro pensando en todo lo que hiciste mal para que la persona que tu amaras te haya sido infiel.

Y al final la culpa solamente la tenía mi ex pareja. Nadie más.

Sophie al parecer me había declarado una guerra de miradas porque noté que no tenía ninguna intención de querer apartar su mirada verdosa de la mía. Por muy mal y lo culpable que me sienta no la dejaré ganar esta batalla de miradas. Yo soy Sarah Williams, nací para ser una ganadora.

Pero lamentablemente perdí aquella batalla prestando atención ahora a la puerta que estaban tocando. Sophie al darse cuenta de mi acción, hizo lo mismo.

—Adelante —exclama el profesor de filosofía sin despegar su mirada del pizarrón.

La puerta del salón se abre dejando ver una cabeza castaña asomarse por ella. El chico de cabello castaño clava sus ojos celestes en el profesor. El profesor voltea hacia a él y al verlo se cruza de brazos acomodándose mejor sus anteojos.

—¿Estas son horas de llegar, señor James? —le pregunta el profesor tapando el plumón que traía en su mano.

—Lo siento profesor, tuve un problema —Mike se rasca su nuca bajando la mirada.

Escuadrón Anti-Chicos© (En edición)Where stories live. Discover now