Two Years Later - Carl Grimes y Sophia Peletier [EN EDICIÓN]

Cap. 10 ||Soy Amber [EDITADO]

|Sophia's POV|

Me desperté sobresaltada. Por más que intente olvidar a papá aparece en cada una de mis pesadillas.

Sueño con él golpeando a mamá, golpeándome a mí, y luego diciendo que se arrepiente, y jurando que nunca volverá a hacerlo.

—Hey, hola —me saludó Rachel. A todo esto no había notado que estaba despierta—. Sophia, en serio lo siento, si no hubiera escapado, no estarías aquí. Todo esto es mi culpa —sollozó.

—Hey, tranquila, linda. No es tu culpa —murmuré con la voz ronca por la falta de agua—. No es culpa de nadie.

La puerta del pequeño compartimiento se abrió y entró una muchacha rubia de ojos claros.

—Hola, les traje comida. Soy Amber —dijo la chica—. Prometan no decirle a nadie que les traje comida decente. No está permitido alimentar bien a los prisioneros.

—De acuerdo. Soy Sophia, ella es Rachel. Gracias por la comida —dije con los ojos más puestos en la comida que en la chica.

—Hoy planeo escapar, si quieren las ayudo —nos dijo en un susurro—. Disculpen, en serio. Fui yo la que contó que Rachel había escapado. Era mi plan para escapar de Negan —dijo al borde del llanto.

—¡Suéltame que la mato! —gritó histérica Rachel. Y sí, no la culpo, ella había planeado esto durante mucho tiempo, y que la hayan capturado no es nada agradable.

—Hey, tranquila, Rachel. Respira. ¿Recuerdas cuando con tu mamá contabas hasta diez? —ella asintió—. Bueno, haz lo mismo ahora. Uno, dos, tres...

No terminamos de contar cuando unas alarmas comenzaron a sonar por todo el lugar.

—¡Es la señal! ¡Vamos! —nos gritó Amber.

Corrimos hasta una salida un poco escondida y allí nos encontramos con otra mujer, morocha de ojos marrones.

—Ella es mi amiga Sherry, ella escapará con nosotras.

Rachel y yo apenas asentimos que ya estábamos corriendo hacia una reja por donde saltamos y escapamos.

Sin embargo, aún no parábamos de correr, cuando escuchamos un grito. Amber estaba a punto de ser mordida, y la única que estaba lo suficientemente cerca como para acabar con el caminante, era Rachel.

—¡Rachel, dispara! —le grité, sin embargo ella se quedó estática con el arma en manos.

Corrí hacia donde estaban Rachel y Ámbar y disparé hacia el caminante. Ayudamos a levantarse a Amber y corrimos hacia un lugar lo más alejado posible del Santuario de la Santa Mierda.

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24-11-19: Editado.