Capítulo 31

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La graduación fue del asco, cada uno recibía su jodido título que creo que será el único título que recibirán porque su cerebro no da para más, por ejemplo, las deidades porque los cerebritos tienen el futuro asegurado.

Estoy acostada en la cama hace treinta minutos porque mañana serán los partidos de los equipos y el de basket es en la noche lo que significa que es el último. Las del equipo crearon un grupo 'ganadoras' y no sé cómo mierda consiguieron mi número para agregarme. Suena cada dos minutos, antes de estrellar mi celular contra la pared activo el silencio para que deje de sonar.

¿Qué no se puede hacer nada sin que creen un grupo de WhatsApp?

La fiesta de graduación comenzó hace más de cuatro horas, son máximo cerca de las doce de la noche y no puedo dormir sin pensar en lo de mañana, los entrenamientos fueron excelentes, pero no hay duda que los chicos del equipo tenían mucha más practica por la razón que antes no había grupo femenino y cero entrenamientos.

Apago la lámpara de mi velador antes de coger mi celular para ver el Blog de Aline, hay fotos de la fiesta, el decorado cuando la estaban arreglando y videos en vivo de estos momentos en los que ella no se despega de su cámara. La gente baila y grita a todo pulmón su último baile de estudiantes. La directora con un vestido azul, a su lado Charles quien tiene unos sobres, los cuales pertenecen a la reina de baile y el rey. Y como dije: Miriam la reina y Steven el rey porque eran los únicos. Me río entre dientes.

Sophía insistió miles de veces como la fiesta de Miriam, pero esta vez no fui una blandengue en mi respuesta. Jason asistió con una porrista Michela o algo así. Por medios me enteré que Cyrine volvió con su familia a Francia donde las chicas iban a concluir sus estudios universitarios o ¿me lo dijo ella? No recuerdo.

Así que ella no asistió por eso a la graduación y peor, a su fiesta. Resoplo. Chris se mudó hace unos días a Seattle así que la casa está tan pacífica con un silencio fúnebre, lo cual no mejora nada. Es mi hermana la puedo odiar, pero le tengo aprecio.

La habitación está oscura, lo único que la alumbra es la luz de mi celular que posteriormente se desvanece. Cierro los ojos para conciliar el sueño, pero escucho ruidos afuera. Lo juro que si es ese maldito gato naranja que intenta entrar a mi habitación para que yo tenga mala noche, mañana será comida en una chifa.

Me levanto y con ayuda de mi celular alumbro mi camino hasta la ventana. Está abierta, pero tiene la cortina cerrada, así que la muevo un poco para poder mirar al felino y asustarlo antes que invada mi habitación, sin embargo, no es tigresa. Es Matthew Oliver, no puedo negar que me causa risa su segundo nombre, no hace conjunto con su personalidad. El nombre Oliver me imagino a alguien tierno, inteligente, atento y educador formalmente. Matt es como una mezcla de vómito de unicornio y el popo de Simon Cowellsin ofender. —no mentira, con ofensa.

Matt está en su jardín jugando Basket en medio de la oscuridad de la noche. Lo observo por minutos por alguna rara razón. Cuando se siente observado se gira, sin embargo, soy más rápida en cerrar la cortina medio abierta. Cierro la ventana con seguro suprimiendo cada cosa que tenga que ver con el vecino.

Me acuesto en la cama y me cobijo hasta la cabeza para dormir y si me asfixio mejor.

(...)

—Matt Rowling no asistió a la fiesta dejando a April como novia alborotada en el altar —para esto me despierta tan temprano como si no lo supiera.

— ¿Y? ¿se suicidó? si no, me llamaste para nada Stevens —suelto mientras golpeo mi cabeza contra la almohada, soñolienta por ser las siete de la mañana, los de natación deben estar allá para evaluar quienes son los mejores. Saber que en unas horas nos tocan a los de basket hace que tenga los nervios a flor de piel.

¿Eres tú? o ¿Soy yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora