Capítulo 12

3K 261 15
                                    










—Anne Elizabeth Morgan —al llegar a la casa me recibe la voz de mi madre.

—Ese es mi nombre —me dirijo a las escaleras ignorándolas advertencia de ella.

— ¿Qué es esto? —señala sus celular en el historial de llamadas. Frunzo el ceño.

— ¿Un celular? —sonrío con inocencia como ella me enseñó para no asustar a nadie, suelta un suspiro y se mueve su cabello castaño claro.

—El profesor Thompson me llamó avisándome que entras al aula cuando quieres y no distes una exposición, necesitas una severa conversación —me detengo en media escalera y la encaro. Ella se encuentra en el principio de estas.

—Sí, se dónde vive el profesor para que puedas ir a hablar con él —contesto irónica y ella me fulmina con la mirada.

—Te vas a tu habitación, estás castigada —dice ella golpeando con sus dedos el celular que agarra con todas sus fuerzas en su mano.

—Bueno. Gracias —la sonrisa falsa y el seguir a camino a mi habitación la hace reflexionar.

—A tu habitación no. Tú nunca sales de tu habitación es como si no te castigara entonces vas a acompañar a tu hermana a su clase de yoga —ahora ella es la que sonríe victoriosa.

Yo nunca hago yoga a menos que cuente cuando convierto mis pies en mis manos al estirarlos para alcanzar el control del tv de la mesa.

—No puedo. Tengo prácticas de basket, me eligieron en el equipo—di mucha información la cual debería. Me doy un golpe mental con un ladrillo.

—Entonces ese será el castigo, no vas al entrenamiento. Y alístate; tu hermana se va en unos minutos —ahogo un grito y voy a mi habitación. Tiro mi mochila con ímpetu en la cama y abro el armario de un portazo haciendo que choque contra la pared.

Agarro una blusa de mangas negra y unos pants color gris. Que se joda si no es el vestuario adecuado.

Me visto y mi cabello que llega a los hombros por fin, me lo agarro en una coleta realmente pequeña. Me dirijo a la habitación de mi hermana y la golpeo hasta que la figura esbelta de mi Chris tapada por blusas holgadas de colores fosforescentes con el signo de amor y paz, aparece.

— ¿Qué necesitas? —me pregunta mirándome como si fuera escoria. Lo de ser buena persona no le suprime el odio que una hermana mayor debe tener por la menor. Eso es ley de vida.

—Mi madre me castigó obligándome a ir contigo a tus clases de yoga —le informo con una mueca y ella suspira sonoramente preparándose para gritar:

—Mamá el castigo es para Ann, pero eso no significa que me castigaras a mí también —reniega y mi madre sube con una toalla pequeña en sus manos y delantal rosa que dice "Soy tu madre y me debes obedecer". Un lindo detalle por parte de ella ¿no?

— ¿Acaso pido sus opiniones? Vayan antes que las obligue a ir al supermarket hacer las compras —y esas palabras hicieron que las dos bajemos como mil años luz y tomamos botellas con agua para irnos de una vez antes de que eso suceda.

Al salir Chris se queda adentro recogiendo unas cosas según ella fundaméntale para el yoga y la espero en la cerca de la casa.

El sonido de una puerta cerrar hace girarme hacia la casa de alado y ver a Matt con ropa deportiva blanca y una botella de agua en una mano... No he de negar que el blanco le quede bien.

Sabía que el perfume me hace un efecto secundario.

— ¿No me digas que vas Morgan y me estabas esperando? —se acerca a mí con una sonrisa asquerosa plasmada en su rostro y yo lo único que hago es desviar la mirada de él.

¿Eres tú? o ¿Soy yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora