Capítulo VI: No. ✒

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Tomé con decisión el pomo de la puerta, estaba sumamente nerviosa, era el momento de aclarar las cosas, hablar con el clan de frente y decirles lo que pienso, si una alianza buscan, nos tienen o nos pierden. Abrí la puerta, los miembros más importantes de los clanes ya se encontraban ahí, inclusive Madara a quien había invitado personalmente, se encontraba sentado a la derecha de mi lugar.

―Buenos días. ―saludé cordialmente a todos, tomando mi asiento.

―Bien, dando inicio a esta junta, debatiremos la problemática actual más importante: La Boda de la unión entre los Senju y Hyuga.

Todos escuchaban atentamente a Tobirama, mientras Madara parecía mejor mirar la ventana, sabia que pedirle el que me acompañase a esta junta era molesto para él, pero también necesario, al ser una junta que le incluía a todos los Clanes, Madara al nunca ser invitado por mi petición no parecía estar acostumbrado a representar a su clan, pero ahora, tenía que hacerlo, lo solicitaría en todas las juntas. Miré a los tres Hyuga sentados del otro lado de la mesa, sólo reconocía al actual líder, pero me pregunto, cuando de los otros dos será el candidato mi prometido.

―Yagura... Tu justificación.

Me levanté de mi asiento, llamando la atención de Madara para escuchar.

―Pido mis más sinceras disculpas al clan Hyuga, al ser aliados durante tanto tiempo, tengo que notificarles que la boda es imposible de realizar.

Los presentes me miraban sorprendidos, incluido Madara y ni que decir de Hashirama, pero a pesar de las miradas no perdería mi postura, Madara en serio, perdón.

Jugaba con mis manos, mi nuca picaba y mis piernas temblaban hasta cierto punto, pero tenía que dejarlo salir.

―Uchiha Madara es mi prometido.

La cara de todos decía su sorpresa, ninguno supo como actuar ni tuvo nada que decir, el Hyuga mayor pareció entender de inicio, mientras los Nara, Yamanaka y mis dos hermanos, no sabían que decir. El rostro de Madara estaba inexpresivo, sabía que debía mantenerse callado y en su postura. Madara tenía razón, era una chica inmadura que tuvo que recurrir a eso para no caer en las sombras de las tradiciones de los clanes. Y sé, que le debo una gran explicación, pero eso sería después.

―Yagura ¿Que dices? ―preguntó Tobirama aun pasmado.

―Lamento no haberlo dicho antes, hermanos, pero así son las cosas, Madara es mi pareja. ―Respondí lo más creíble posible.

―Disculpe que interrumpa, Princesa pero... Usted nunca pareció conforme con el clan Uchiha ¿Cómo es posible que ahora mantenga una relación con el líder del clan? ―Uno de los Hyuga se había levantado, sin saber quien era contesté.

―Discúlpeme usted a mi, pero lo que pase o deje de pasar con mi vida amorosa es mucho mi problema, Hyuga-san, así que, como ya se darán cuenta, no podré casarme.

...

Finalmente la junta había terminado, le dije a Madara que nos veríamos donde la ultima vez, tendría que explicarle todo de frente, así que tomé camino hacía la salida, cuando siento que algo toma fuertemente mi brazo.

―¡En este momento me explicarás todo acerca de lo que dijiste, Yagura! ―exclamó con furia Tobirama.

―Es mi decisión, Tobirama ―contesté soltándome de su agarre―. Si quiero relacionarme con Madara de esa forma lo haré.

―El asesino de nuestro hermano...

―No es así y lo sabes, si yo pude entenderlo tu también, eran tiempos de guerra y malas decisiones, pero ahora ya no es así y mi decisión es quedarme con él.

Giré mi cuerpo retomando mi camino, dejando a Tobirama atrás, no dejaría que se metieran en mi vida a partir de ahora.

...

―Gracias por haber venido...

―¿Vas a explicarme todo ya?

Tomé asiento en el suelo de piedra a su lado, nos encontrábamos en el mismo río donde nos conocimos, la incomodidad y los nervios picaban mi cuello, ¿Cómo hablar con él después de todo lo que escuchó? La mejor manera de llevar todo esto era contándole, sin embargo...

―Yagura, por favor.

―Lamento no haberte pedido tu opinión...

―¿Opinión? Ni siquiera me pediste permiso, ¿Por qué te metes en un problema así? y peor aun ¿Por qué a mi también?

―Empecé a confiar en ti, Madara, por alguna razón... no me pareció una mala idea cuando la pensé.

―No, Yagura, me buscaste como una salida, me estas utilizando para tu beneficio, te lo dije; me declaré a ti por sacarme esa molesta carga del pecho, no para estar contigo. ―Pausó, su mirada fría, muy diferente a como anteriormente me miraba, sentí una presión en el pecho.

―Madara, no... No te estoy utilizando, yo sólo buscaba la manera de...

―De sacarte de encima a todos. Escucha Yagura, el primer amor de un Uchiha siempre es apreciado, pero... ¿Tú? Una niña que sólo busca sacarse los problemas de la espalda a sobrellevarlos, no pude elegir a peor persona.

―Madara, yo no...

―Callate, Yagura, por favor, ya me tienes harto, después de todos los años que hablaste cosas horribles de mi clan, que siempre buscaste la manera de sacarnos de la aldea que tu hermano y yo fundamos, pude soportar todas y cada una de esas cosas ―Su mirada ya no sólo era fría, sino también estaba oscurecida―. No soportaré esto, no tienes el derecho para tomarme de esa forma, tampoco vales tanto.

Con calma, Madara se levantó del suelo, tomando camino hacia la aldea de regreso, a paso calmado y relajado, viendo como su largo cabello se movía con su caminar, pero no lo dejaría irse así.

―Madara...

―¿Qué quieres? ―paró en seco, aun sin dirigirme la mirada, sólo escuchándome.

―Te compensaré todo lo que he hecho.

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Gracias por leer!

-Nova.

El Verdadero Sentimiento Uchiha | Madara Uchiha |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora