Seulchan Diary || Park Jimin.

Final

El diario fue rapidamente quitado de las manos de jimin, el cual se mantenia bastante serio, mas de lo que Seulchan quisiera. 

Mordió su labio inferior en un gesto involuntario, ¡él jamás debió leer eso! era su privacidad, no la de él. Jimin se levantó, estrechando a la menor entre sus brazos y dejando un besito en su cuello, cariñoso a la par de tierno. 

La entendía, completamente. Sabía de aquellas sensaciones, el también las había vivido. El comprendia que era tener autoestima baja, tener problemas familiares debido a sus gustos y a lo que se quería dedicar.  Él comprendía que era sentirse gordo, el no querer comer con el miedo de subir más de peso, al punto de una vez ser hospitalizado.

Él entendía, por sobre todo, aquella sensación de estar rodeado de muchas personas, pero que a la vez, estaba completamente solo.

Siempre se había fijado en Seulchan, desde que había llegado el año anterior. Encontraba que aquella radiante risa que le daba a todos ocultaba algo. Se sentía identificado, él daba la misma sonrisa que ella, diciendo que estaba bien cuando en realidad cada día se desmoronaba más y más.

Jimin se reflejaba en Seulchan. La entendía tanto que no quería que pasara por lo mismo que él, quería que la bajita tuviera el apoyo para salir de aquello, aquel apoyo que él no tuvo.

La abrazó con más fuerza. Debió ser más rápido, ¿Cuantas páginas habría votado su novia? ¿Cuanto sufrimiento tenía guardado aún? Jimin quería que fuera sincera, que sacará todo aquello que la dañaba, que confiara plenamente en él y trabajaría para ello.

—Jimin, no te enojes... No un día como hoy —Susurró Seulchan, con la voz quebrada, sacando al nombrado de sus pensamientos. Negó lentamente, para luego mirarla a sus ojos.

— No estoy enojado, Channie, para nada. Solo, quiero que confíes en mí, que me veas como aquella persona a la cual le puedas decir todo— murmuró. Besó su mejilla y le sonrió— además, no me puedo enojar contigo siendo que te entiendo tanto. Entiendo por lo que pasaste, Seulchan. Entiendo completamente, ¡deseo ser tu apoyo total! Aquel apoyo que yo no tuve, quiero que seas feliz a mi lado, que sonrías sinceramente y no ocultas el dolor que está en tu corazón. Seulchan, mírame— Pidió, tomando su rostro entre sus manos — Te amo. No dudes de mis sentimientos, no pienses que estoy jugando contigo. Te adoro mucho, mi pequeña, así que dame una sonrisa que hoy nos vamos.

Se secó las lágrimas con el sweater que estaba usando, para luego sonreírle y decir un "vamos". Quería conocer el lugar donde se alojaría, la universidad en la que había quedado, todo.

No tardaron en llegar al aeropuerto y hacer todo el trámite correspondiente. Habían organizado todo para que saliera bien, para que no hubiera falla alguna. Tanto Seulchan como Jimin observaron a sus padres. ¿Por cuanto tiempo no los verían? Dolía, cabía destacar, pero era necesario para que Jimin se perfeccionara en danza y Seulchan estudiara astronomía.

Abrazaron a sus parientes susurrando un hasta luego. Volverían para vacaciones, pero aún ni siquiera comenzaban la universidad por lo cual faltaba demasiado aún.

El viaje era largo. Jimin no tardó en dormir, pero Seulchan seguía pensando en el diario. Abrió su mochila en donde lo había guardado, observando aquella letra que ya tenía meses, y ninguna que tenía solo días. Las cosas habían mejorado, tenía s ese alguien que realmente le comprendía.

"Espero que todo vaya mejor" escribió en una página en blanco, guardando en cuaderno y tomando las manos de su novio.

Espero que todo vaya mejor... No, todo irá mejor, pensó con una sonrisa, quedándose también dormida.