Two Years Later - Carl Grimes y Sophia Peletier [EN EDICIÓN]

Cap. 1 || El mundo sucumbió, ¿qué más quieres que diga? [EDITADO]

|Lunes, 1 de noviembre, 2010|

—Mami, ¿por qué hay que cerrar las ventanas? —preguntó la pequeña rubia.

—Porque sí, Sophia —contestó seca su madre.

—Mami, porque sí no es la respuesta que busco —insistió.

—Sophia, hija, el mundo sucumbió, ¿qué más quieres que diga? 

—¿Qué significa sucumbió?

—El mundo ya no es lo que era, ahora es Matar O Morir. 

—¿Dónde está papá? —preguntó, restándole importancia a lo último.

—Él no ha llegado, hija. Lo siento.

—¿Qué vamos a hacer ahora? —lloró.

—No lo sé, supongo que esperar a papá. Mientras tanto prepara una mochila con ropa y algún juego que te guste.

—De acuerdo —musitó.

Asustada como se encontraba, subió a su habitación. Desgraciadamente había una de esas cosas.

—¡AAAAAAAAAAH! ¡MAMIIIIIIII! 

—¡Sophia, hija! ¿Qué pasa?

—¡Hay alguien en mi habitación! ¡Ven rápido!

Su madre entró corriendo y con un libro golpeó en la cabeza a esa chica que había.

—Sophia, hija, lo siento, yo... La tía Bea está muerta.

Sophia quedó en shock. Esa cosa de la habitación, era su tía Bea. Estaba muerta.

Nuevamente lloró como nunca. Ni siquiera cuando se murió su hámster lloró tanto. Curiosamente, ese hámster era un regalo de la tía Bea.

En ese momento llegó su padre.

—¡¿Qué está pasando aquí?! ¡¿Por qué no has hecho la cena?! —exclamó, violento. Fijó su mirada en Sophia—. ¡¿Y tú, por qué lloras?!

De acuerdo, Ed no era la persona más dulce del mundo, pero aún así lo querían, o eso creían.

—Papá, la tía está muerta —sollozó la niña.

—¿Y a mí qué? ¡Igual esa perra sólo servía para criticarme! —exclamó—. ¡Preparen su mochilas! ¡Nos vamos ya mismo de aquí!

—Está bien —murmuraron las mujeres Peletier.

Sophia tomó su mochila de Bratz. En ella puso tres mudas de ropa y un juego de damas.

—¡Ya estoy lista! —dijo saliendo de la habitación.

Carol empacaba ropa y comida para los tres. De repente llegó Ed y le pegó.

—¿Por qué fue eso?

—¡Por querer dar lástima con la muerte de tu hermana!

Subieron al auto y partieron rumbo a sólo Dios sabe dónde.

|Al día siguiente|

|Sophia's POV|

Me desperté y de lo primero que fui consciente fue de que seguíamos en el auto.

—Mami, ¿a dónde vamos? —pregunté, tallándome un ojo.

—A un centro de refugiados en Atlanta, hija.

—De acuerdo —sabía que si seguía haciendo preguntas papá se enfadaría.

De repente el auto se detuvo y mi papá comenzó a tocar bocina.

—¡Vamos! ¡Muévanse! ¡Vamos, pedazos de hijos de put**!

—Hey amigo, si yo fuera tú no insultaria. Vas a llamar la atención de los come-carne —dijo una voz masculina.

—¿Y a mí qué? ¡Tengo que llegar al centro de refugiados! —gritó mi papá.

—Amigo, ¿en serio creíste que había centro de refugiados? —dijo un señor en una caravana a nuestro lado—. Bueno, pues te informo que no hay nada. Atlanta ya no existe. Estamos buscando un lugar seguro para acampar en el bosque. ¿Nos acompañan? 

—De acuerdo. Muchas gracias —intervino mi mamá.

—¡Tú cállate! —le gritó mi papá y le pegó en el pómulo izquierdo.

Nos desviamos de la autopista e ingresamos al bosque. Estuvimos andando por unos quince minutos hasta llegar a un claro bastante alejado de la ciudad. Me bajé del auto algo asustada, pues no conocía a nadie.

—Hola —dijo un chico de mi edad—, soy Carl, ¿quieres jugar?

—Bueno —le dije timida—. Tengo un juego de damas en mi mochila, voy a buscarlo.

—Está bien —me sonrió—, te veo luego.

—¡Sophia! ¡Mueve tu trasero hasta aquí y ayuda a tu madre a desempacar! —gritó mi papá.

—De acuerdo —dije cabizbaja.

Luego de ayudar a mi madre a desempacar, nos sentamos todos alrededor de una fogata y comimos arvejas en lata, contamos chistes y hablamos sobre nosotros.

Al terminar de cenar, le pregunté a mi mamá si podía ir a dormir, ella me dijo que sí y me fui a la tienda que compartiría con mi madre. Me puse mi pijama de ositos y me fui a dormir.

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24-11-19: Editado.