CAPITULO QUINCE

4.2K 490 247
                                    

MASQUERADE
"Interior"

—¿Y ahora? ¿Me crees?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¿Y ahora? ¿Me crees?

Mi rostro representaba lo que se llama asombro puro, realmente no podía ser capaz de ver que realmente fuera capaz de mostrarse ante mi después de todas las amenazas que recibí de su parte por ello. De verdad que no me lo esperaba, este hombre era... desquiciado.

Tampoco debemos olvidar que mi trabajo es informar sobre anomalías en Akatsuki. Era la menos indicada para guardar un secreto. Menos uno como este.

Pero sí, en el fondo algo le creía. Sin embargo, no fui capaz de responder a su pregunta debido a lo pegada que estaba a su rostro. Su cabello era el mismo que se veía fuera de la máscara, negro y desordenado. Sus ojos eran de un rojo puro, parecido a la sangre.

Sharingan.

No podía decir que no era atractivo, porque lo era a pesar de sus infinitas cicatrices en la mitad de su rostro.

Los Uchihas siempre fueron bien agraciados después de todo.

Pero ese no era el punto.

Obito tragó saliva, se notaba inquieto por más que intentase lucir sereno como siempre. Y no sabía si se trataba de nervios o era por lo arrepentido que podría estar de mostrar su rostro, ya que, ¿quien era yo para él de todas formas?

Solo un arpía que acababa de perder a un amigo.

—Entonces... ¿Qué me dices? —presionó, casi volviendo a su compostura usual— ¿Serás mi mano derecha en todo esto? ¿Me ayudarás a reconstruir este mundo o preferirás el camino de la muerte?

Dejó su máscara a un costado y se afirmó en las paredes de concreto a brazos cruzados, su mirada siendo fija sobre mi cuerpo encarcelado al esperar una respuesta.

Y dudé. Sabía que me arrepentiría de esto. Pero mi misión requería saberlo todo y tampoco me dejaba opciones. No podía morir aquí... además, si puedo conseguir algo de paz no creo que sea tan malo después de todo.

Nadia, no estás razonando.

Eres una ingenua.

—No me dejas opciones, Obito. —suspiré, medio sonriendo de lado al saber lo ingenua que era al creer en la paz. En su paz— Sí, te ayudaré en todo lo que sea necesario. Solo... sólo antes quiero asegurarme de una cosa...

Mordí mi labio, con nerviosismo y un poco de impotencia. Uno nunca sabía con qué reacción podría salir o qué respuesta podría darte.

Obito era impredecible. Es algo que poco a poco iba aprendiendo.

—Dilo. —respondió, con un aire cálido. Ni parecido al Obito de antes. Aquel sonó más... ¿comprensivo? No sé si esa era la palabra adecuada.

Masquerade | Uchiha Obito Where stories live. Discover now