Capítulo doce

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Alice estaba sentada en la mesa de la cafetería, mientras hacía los deberes de física y escuchaba a sus amigos y Tiffany hablar.

-No puedo creer que falten menos dos meses para que terminen las clases... necesito vacaciones ahora -suspiró Jane.

-Eso que la época de exámenes recién ha comenzado -dijo George.

-Ni me lo digas.

Siguieron hablando de cosas sin relevancia y Cooper dejó de escucharlos, aunque tampoco le prestó demasiada atención a su tarea ya que se puso a pensar en cuánto habían mejorado las cosas con George desde aquella vez... al principio ella, su amigo y Jane habían comenzado a reunirse después de clases más a menudo, y a veces se les sumaba James pero casi siempre decía estar ocupado con su novela. Aunque las últimas veces, Tiffany se les había sumado en las salidas y eso no era algo que entusiasmara mucho a Alice, ya que tenía que ver escenas de demostración de afecto que la dejaban asqueada.

-Que cliché -oyó decir a James, quien estaba a su lado y que aparentemente sí estaba escuchándolos hablar, a pesar de que estuviera corrigiendo su libro.

- ¿Qué cosa es cliché? -preguntó Alice sin despegar la vista de sus apuntes.

-Que la temática del baile de fin de año será invierno -le explicó Jane.

- ¿Cómo es que ya saben la temática? -preguntó la rubia entusiasmada.

-Tiffany ayudará con la decoración -le explicó George sonriente y sin apartar la vista de su novia.

-Ah -musitó Alice perdiendo el interés y poniendo su atención en física.

Después de eso no volvió a hablar y pensó que James tenía razón... era un maldito cliché.

***

James se pasó todo el fin de semana encerrado en su habitación, con los auriculares puestos, mientras se dedicaba a corregir su historia. Era cierto que maldecía cada vez que encontraba un error o algo para corregir ya que casi todos los alumnos de su instituto lo habían leído; aunque también tenía que admitir que lo reconfortaba saber que su libro había gustado entre las personas, nunca pensó que eso pudiera ocurrir... él siempre había escrito por el placer que le generaba hacerlo, sin pensar en futuros lectores.

Había avanzado mucho con la corrección desde que había recuperado su libro y estaba casi llegando al final. No había cambiado cosas esenciales en la trama sino que estaba mejorando algunos detalles de ésta.

De repente escuchó unos golpes en la puerta de su habitación que interrumpieron sus pensamientos.

-Ya voy a cenar, mamá -dijo sin molestarse en abrir.

-Hum... soy Alice -dijo la chica desde el otro lado de la puerta.

- ¿Alice? Pero... ¿qué haces aquí?

-Si me abrieras estaría complacida de explicarte.

James sonrió y corrió a abrirle.

- ¿Acaso olvidé que teníamos un trabajo para hacer juntos? -preguntó el chico con los ojos bien abiertos y ella negó con la cabeza.

-Nada de eso -respondió -Vengo... a hacerte una propuesta.

Y entonces la chica comenzó a explicarle lo que tenía en mente, sin dejar de sonreír y sin apartar la vista de James, esperando su reacción. A él se le fueron agrandando los ojos poco a poco mientras la escuchaba y, al final, se quedó petrificado sin poder creer lo que le proponía su amiga.

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