—Ella lo entiende en el fondo, solo es un dolor pasajero y ahora estas de vuelta, es lo importante. —Concluyó besando mi frente antes de abrazarme con mayor fuerza.

—¿Sigue dentro​? —Pregunté pero ella se negó.

—Se despidió de Jack y se fue llorando. —Explicó y suspiré.
—Necesitará algo de tiempo, es Lauren. Tiene un orgullo por las nubes. —Dijo sonriendo.

—Vamos. —Dije levantándome, a pesar de todo quería ver mi hijo y abrazarlo con fuerza.

Entramos en la cancha y ví que el partido estaba empezando, cuando Jack me vió saltó de los brazos de su abuela para correr hacía mi y abrazarme con todas sus fuerzas. A lo alto de sus seis añitos era la cosa más hermosa del mundo entero.

—Mira, tío Nathan ya encestó tres veces. —Sonrió orgulloso de su tío y le besé la frente riendo.

—Normal, es mi hermano. —Dije antes de saludar el resto, Clara, Normani, Ally y el pequeño Jason.
—Es tan hermoso, Ally. Cada vez se parece más a ti.

—Algo que Will no soporta, pero eh.. Yo soy la que lo llevó nueve meses en la barriga, si encima no se parecería a mi.. No sé a que me serviría.
—Bromeó riendo y estalle en risas.

El partido fue bastante entretenido, acabaron 78-54, ganando para los Lakers. Una vez acabado decidieron festejar mi llegada en un lugar diferente al Balthazar, imaginó que no querían entristecerme yendo allí sin Lauren. Así que optamos todos por volver a casa y pedir pizzas.

—Te lo juro, hasta me dolió. —Explicó Dinah, diciendo que la casa sin sus hermanos era tan diferente que llamó un par de veces a sus padres para saber si mo necesitaban que se quedará con alguno al menos.

—Normal, fuiste mamá primeriza con tres niños de golpe. Una grata experiencia. —Reí y ella asintió sonriendo antes de comer un cacho más de su porción de pizza.

—Bueno, nosotros nos vemos ya.
—Habló Ally mientras le limpiaba la boca a su hijo. —William está solo en casa, miedo me dá. —Dijo rodando los ojos y todos reímos.

—Yo también me tengo que ir, mañana tengo reunión a primera hora. —Se quejó Normani levantándose. —Estoy muy, muy, muy contenta que por fin estés de vuelta, Camila. Te necesitan por aquí. —Río pasando su mano sobre mi vientre muy poco abultado.

—Gracias, por todo. —Dije antes de abrazarla con fuerza.

—Oh, y ya sabes que tu puesto sigue en pie. —Dijo levantando una ceja.

Sabiendo que estaba embarazada y que dentro de unos meses se notaría mucho más, Normani se encargó de encontrarme un hueco en la empresa como ayudante personal de Ally. Lo cuál no me venía nada mal. Empezar una rutina normal y corriente, eso necesitaba. Pero antes tenía mi último concierto en seis días, el viernes acabaría mi tour en el MSG.

—De hecho, empiezas el lunes. Te lo digo como jefa. —Dijo seria y asentí sonriendo.

—Gracias. —Murmuré abrazándola.

Dinah no tardó en irse, no sé si había llegado a superar el hecho de que Normani estuviera tonteando con uno de la oficina, pero de alguna manera ella siguió adelante y estaba conociendo una chica, que debería conocer el lunes en la oficina también. Cuando tan solo quedamos Nathan, Clara, Jack y yo, los dejé recoger mientras bañaba mi hijo antes de ponerle su pijama y meterlo en la cama. Extrañaba esto, claro que cuando venían a verme lo hacía, pero en un hotel no es igual que en nuestro hogar.

—¿Mami te volverás a ir? —Preguntó antes de bostezar, atrapado por el sueño.

—No, mi amor. Se acabó, ya no me iré. —Sonreí y besé su frente.

Gonna Get BetterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora