You are all that comes to mind.

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Las ojeras que surcan mi rostro son tan profundas que a simple vista podía decirse que son fruto de semanas de insomnio. Y lo son. No puedo recordar la última vez que tuve una semana en la que pude dormir bien, es más, ni siquiera recuerdo el último día en el que no me desvele pensando en él.

Porque sí, me desvelo mucho pensando en él aunque mi tiempo para dormir está reducido por mis estudios y trabajo a tiempo parcial.

Una sonrisa boba me invadió la cara, lo sé sin siquiera tener que mirarme al espejo. Cada vez que pienso en él pongo cara de idiota, es lo que Taehyung suele decirme cuando me quedo a dormir en su casa por trabajos de la universidad y a la mañana siguiente recuerdo lo que soñé. Aunque claro, Tae no tiene ni idea de la razón de mi cara de idiota.

Él siempre aparece en mis sueños. De alguna forma logra colarse cada noche en ellos y hacerlos mucho más preciosos, encantadores y perfectos. Por eso algunos días me cuesta horrores levantarme; cuando el despertador me arranca cruelmente de su lado me doy vueltas en la cama intentando retomar el hilo del sueño y acabar la escena en la que participábamos, obviamente sin éxito alguno.

Pero luego me invade una felicidad mayor a la de soñar con él dado que durante el transcurso del día lo veré. Quizás me buscará para que almorcemos juntos, platicaremos de trivialidades, disfrutaremos de la compañía del otro... simplemente el mejor panorama que podría querer.

Por mucho que me gustase soñar con Jimin ningún sueño se podría comparar con la realidad.

Es infinitamente mejor ver una de sus sonrisas que achican sus ojos en la realidad a recibir un beso suyo en mis sueños. No importa que seamos amigos, con eso me basta.

Sólo con tenerlo a mi lado soy capaz de proyectar mi vida.

Porque, honestamente, sin él hace tiempo habría dejado de luchar.

Luego de que mis padres me echaran de casa a los diecisiete y me viniese a Seúl con una beca en la Universidad Nacional de Artes de Corea lo conocí. Ese día en cuanto llegué me dirigí a la institución a hacer todo el papeleo para estudiar allí. Me tomó todo el día y estaba agotado, llevaba una semana sin una comida decente y cargaba con mi maleta y una mochila. No era mucho pero se me hacía infinitamente pesado.

No sabía qué hacer una vez finalicé con los trámites porque, ¿qué podría hacer un niño absolutamente solo en la capital? No lo había pensado bien, fui impulsado por la imprudencia de la juventud. Y ahora no tenía a dónde ir, dónde dormir o qué comer. Recuerdo que en ese momento pensaba lo peor ya que si bien nunca tuve aspiraciones tan grandes, en ese momento había perdido toda la esperanza.

Entonces lo vi.

Venía saliendo de la universidad con una chaqueta de mezclilla que parecía hecha a la medida, una simple camiseta blanca y unos pantalones negros entallados. Ahí fue cuando supe que el amor a primera vista existía. En cuanto lo vi me enamoré de sus labios, de sus mejillas y esos bonitos ojos rasgados. Me enamoré de su caminar, de la parsimonia con la que el viento jugaba con su cabello y de la sonrisa que me regaló cuando me vio.

Ese día Jimin me dijo que pertenecía a la Escuela de Danza, en primer año, y que se hablaba mucho de mí entre los estudiantes. Según él se corría el rumor del ingreso de un prodigio en las artes que obtuvo una beca especial sin terminar siquiera la escuela.

Lo que jamás entendí es cómo supo que era yo. Mi ficha de ingreso no tuvo mi foto hasta hoy.

Según él fue intuición.

Según yo fue el destino.

Porque si Jimin ese día no se hubiese acercado a hablarme no quiero ni imaginar dónde estaría yo ahora.

Jimin fue mi salvación y hoy en día es el pilar fundamental de mi vida.

Viví con él un par de meses cuando, ese mismo día, se me escapó que no tenía dónde quedarme. No hizo muchas preguntas, cosa que agradecí, y me dejó vivir en su piso todo el tiempo que quisiese, a fin de cuentas tenía dos habitaciones y vivía solo. Obviamente me fui cuando ahorré un poco de dinero para hacer un depósito en un piso pequeño pero barato. Era lo justo, no podía abusar de su buena voluntad y del dinero de sus padres dado que estos lo ayudaban a mantenerse desde su ciudad natal.

Desde ese día Jimin se volvió el amo y señor de mis sueños.

Desde ese día vivo enamorado del ser más bondadoso y amable del mundo.

Desde ese día comencé a vivir de verdad, porque sin Jimin no habría conocido lo que era la felicidad que se podía sentir sólo con ver a otra persona sonreír.

Sólo espero que la vida no me golpee más y me permita tener a Jimin a mi lado por siempre. De la forma que sea, pero que no me lo arrebate.





Todas las noches cierro mis ojos y pienso en el resto de mi vida,

tú eres todo lo que se me viene a la mente


Siempre he pensado en el tiempo,

me gustaría saber dónde iré y que será lo que haré,

pero nunca pensé que me gustaría ser parte de algo más,

algo más que no fuera mío



Confession [JiKook] [Songfic]Where stories live. Discover now