No sabía porque pero el hombre le inspiraba un terror parecido al de sus pesadillas. Su miedo aumento conforme lo fue pensando que su cuerpo empezó a temblar y sus pies se plantaron en el piso, frenando a JongDae de golpe. El hombre dejo de hablar sobre invitar a MinSeok para cenar en la casa y se giró a mirarlo.

— ¿Qué sucede, Baek?

El menor le tenía entera confianza a Chen pero temía que sus pesadillas y miedos también atormentaran al sonriente psicólogo. Bajo la cabeza entre decirle o no y termino levantando de golpe la cabeza cuando se escuchó un fuerte sonido de campanas, proveniente de un celular.

BaekHyun se paralizo, mirando a la nada y perdiendo el color en la piel. JongDae no tardo en buscar el sonido y fruncir el ceño cuando un señor en una banca lo dejo sonar por un rato antes de contestar, vaya imbécil.

—Baek, no pasa nada. Es solo un celular. — se inclinó un poco para apartar las manos del chico de sus oídos. —vamos por el helado, ese señor de fea ropa ya se fue.

—La hora de purificación se acerca... — susurro atemorizado. —si hago ruido van a pegarme...

JongDae se escandalizo y se aseguró de grabar aquellas palabras en su memoria, una pista más para encontrar a los culpables del miedo en el bajo. Baek no les había querido decir nada a los policías o a los doctores, nada más allá de lo que lograron averiguar con su repudio a las iglesias y a las campanas.

En cuanto Baek empezó a llorar, el psicólogo lo abrazo contra su cuerpo y lo hizo que se sentara bajo un árbol entre sus piernas mientras terminaba de llorar.

El chico se calmó al cabo de un rato y solo así pudo volver a portarse como antes.

—JongDae hyung, ¿no íbamos por tu helado de fresa?

El mayor lo miro tragándose su impotencia. Ojala encontraran una solución muy pronto. —claro, vamos por él.

.

Dos días después de aquel episodio, JongDae terminaba otra sesión de terapia junto a Baek. El chico no recordaba nada de lo que había dicho o sus episodios de terror con las campanas. Solo tenía la impresión de temor y su inquietud duraba unos minutos. Seguía sin dejar que alguien más fuera de JongDae, Lay, KyungSoo o SeHun le tocaran; incluso si estaban en su mismo espacio se ponía inquieto y se negaba a soltarse de JongDae.

Las lagunas mentales seguían iguales, el chico entraba en pánico cada vez que intentaban hacerlo recordar y lloraba; Dae y los demás paraban al verlo de esa manera. No soportaban el miedo en el llanto de Baek. Podría decirse que estaban estancados.

Al menos hasta ese día, donde estaban terminando otra de las sesiones y BaekHyun había entrado en una especie de trance donde describía un lugar, quizás donde lo tenían recluido en su infancia.

—está muy oscuro... es madera y esta frio, tengo frio...

— ¿Qué más puedes ver?

—estoy... escondido dentro de un ropero...

— ¿estás jugando?

El menor negó, sin abrir los ojos. —estoy escondiéndome y tengo miedo...

— ¿de qué te escondes? ¿Lo sabes?

Baek apretó sus manos en el cojín, pasando saliva con fuerza. —las campanas... están...

— ¿Qué campanas?

—n-no, no me vean...— BaekHyun empezó a alterarse. —odio a las campanas... ¡no me toquen! — exclamo cubriéndose la cabeza u juntando las rodillas.

Misofobia *[SeBaek]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن