Happy.

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Los ultimos rayos de sol se colaban por el ventanal de la oficina de Elizabeth esa tarde, las nubes tenían un tono rosado entre ellas y el viento provocaba que se movieran mucho más rápido de lo normal. La escena era digna de admirar, pero la mujer no tenía tiempo para eso, observando el reloj que adornaba su muñeca, maldijo por lo bajo y, cogiendo su bolso, corrió por el pasillo hasta la entrada del edificio. Se había colado en los informes que debía tener listos para el día siguiente, perdiendo la nocion del tiempo y olvidando por completo la llamada de Marina. Antes de que pudiera llegar a su coche, su celular sonó dentro de su bolso, sacandolo con cuidado diviso el nombre "Chuck" en la pantalla. Hace un tiempo que no hablaba con su hermana menor, así que la sonrisa se apodero de su rostro en el mismo momento que escucho la voz de la misma del otro lado de la linea.

- Hermanita, tanto tiempo -

- ¿Como has estado, Chuck? -

- Ya sabes, trabajo, trabajo y más trabajo. ¿Tú que tal lo llevas? - Elizabeth pudo reconocer el sonido del encendedor de su hermana a través del teléfono y acto seguido, como aspiraba la primera calada de ese cigarrillo.

- Igual que tú. Estoy tapada hasta arriba de cosas que resolver, viajes, conciertos y contratos por cerrar. De verdad, ahora me vendrían bien esas vacaciones que nos tomamos en Italia - Los recuerdos de ese verano en los Golfos de Napóles llegaron como una rafaga a la mente de Elizabeth. Semanas y semanas de sol, arena y mar junto a su fotógrafa favorita habían creado mil historias que la empresaria guardaba en lo más profundo de su mente - Ahora, ¿Por qué me llamas? ¿Ha pasado algo? -

- ¿Acaso no puedo simplemente extrañar a mi hermanita favorita? -

- Chuck, soy tu única hermana -

- Igual serías mi favorita - Una nueva sonrisa volvió a posarse en el rostro de Elizabeth, adoraba a esa pequeña mocosa que estaba del otro lado de la llamada - Pero si, ha pasado algo, casi monumental. Mamá y papá me han llamado más temprano, obligándome y, por ende, obligándote a ti, a cenar esta noche en casa. Me han dicho que te avisara con tiempo, pero he tenido tiempo recién ahora para hacer una llamada, como te dije.. trabajo y más trabajo - La sonrisa de borro completamente del rostro de la pelirroja, recordando la cita que tenía con Marina en solo tres horas - ¿Y bien? Irás, ¿Verdad? -

- Yo.. En realidad, tenía planes - En ese momento, Lizzy rebuscó dentro de su bolso su cajetilla de cigarrillos y encendió uno casi al instante. Solo pensar en qué le diría a Marina estaba comenzando a ponerla más nerviosa de lo que tenía permitido.

- No, ni siquiera lo pienses. Irás y es mi última palabra, no puedes dejarme sola con ellos, no -

- Tenía una jodida cita, ¿Vale? - La pelirroja casi gritó, notando como el enojo se apoderaba poco a poco de ella, realmente tenía muchas ganas de ver a la castaña esa noche y no podía creer que sus planes se estuvieran yendo por la borda tan fácilmente.

- Ajá.. ¿Y? Tráela a la casa, ya es hora de que formalices las cosas y presentes a quien sea que te estés ocultando detrás. Y antes de que preguntes como lo sé, existe Facebook, ¿Lo sabias? -

Elizabeth respiró con dificultad e imaginó la escena de esa misma noche y en como invitaría a Marina. No es como si no hubiera pensando antes en presentarla a su familia y tampoco ellos tenían nada en contra de la sexualidad de la pelirroja, pero temía la respuesta que la castaña pudiera darle, temía ir demasiado rápido y terminar arruinando todo por una estúpida cena.

- Bien.. Hablaré con ella y te llamaré para confirmar. Chuck, escúchame, Chuck. No es un si definitivo, solo es un tal vez, ¿Está eso claro? -

- Es un sí, no se habla más. Te espero en casa a las 8.30. Un beso hermanita - Y Elizabeth escucho el silencio detrás de la linea.

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Ride [Larina Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora