Asumir

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Dhana

El paisaje va cambiando. Ya no todo es tan seco, cada vez más verde.

Vamos por la Ruta 5 sur. Panamericana, sí esa que cruza todo latinoamérica de norte a sur, con distintos nombres, claramente.

Llevamos alrededor de tres horas de viaje. Me habían dado el alta en el hospital a las doce en punto y habíamos partido sin más en el auto de papá.

Mi mirada se perdía por la ventana hacia afuera, en ese paisaje que poco a poco, muy lentamente se iba volviendo más espeso. Sólo venía a mi mente el recuerdo del último abrazo que nos dimos con Christopher, mientras giraba entre mis dedos una de las flores del ramo que me había llevado.

Haber sentido sus brazos rodeándome de nuevo me había provocado paz, seguridad y que todos los sentimientos revolotearan como llamas en mi interior.

—Mamá, sube el volumen, por favor —dije y escuché cada letra, cada palabra; evitando que las lágrimas rodaran por mis mejillas.

Esperaré, esperaré.

El amor está acá y está para quedarse.

Así que recuesta tu cabeza en mí.

Qué poco sabes,

sé que estás triste mientras sueño dormido.

Qué poco sabes,

todos mis errores me ahogan poco a poco.

Qué poco sabes,

estoy tratando de mejorar pieza por pieza.

Qué poco sabes,

te amo hasta que el sol muera.

Espera, sólo espera.

Te amo como si nunca hubieras sentido el dolor.

Solo espera,

te amo como si nunca hubieras tenido miedo.

Solo espera,

nuestro amor está acá y está para quedarse.

Así que tú recuesta tu cabeza en mí.

—¡Para! Papá, frena —grité.

Me miró por el espejo retrovisor y lentamente se hizo a una orilla de la carretera.

—¿Qué pasa? —dijo, aunque sus ojos me demostraban que lo sabía perfectamente.

—No quiero.

—Sólo esperaba que lo dijeras a tiempo —sonrió. Miró a mi madre y asintió. Ella sólo guardó silencio—. En cuánto el camino nos deje, te devolveré al lugar que debes estar.

Sonreí.

Te amo como si nunca hubieras sentido el dolor.

Esperaré.

Te prometo que no tienes que sentir miedo.

Esperaré.

El amor está acá y está para quedarse.

Así que recuesta tu cabeza en mí.

Recuesta tu cabeza en mí.

Así que recuesta tu cabeza en mí.

Little do you know - #CESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora